La Junta de Andalucía ha decidido prorrogar la exención del requisito de nacionalidad para médicos especialistas y personal de enfermería extranjeros no comunitarios que vayan a incorporarse al Servicio Andaluz de Salud (SAS) durante el año 2026. Una medida que, según la Junta, resulta imprescindible para garantizar la atención sanitaria en un escenario marcado por la escasez de especialistas.
Este acuerdo no llega solo. Forma parte de un paquete más amplio que el SAS viene aplicando en los últimos años para sostener la prestación sanitaria ordinaria. Entre esas actuaciones figuran la incentivación de puestos de difícil cobertura, con una nueva oferta aprobada de 364 plazas —320 para médicos de familia y 44 para pediatría—, así como un incremento sin precedentes en las ofertas de empleo público. Solo la correspondiente a 2025, relativa a los años 2022, 2023 y 2024, incluye 21.953 plazas destinadas a la estabilización de personal. A ello se suman los concursos de traslado y programas para captar a profesionales que finalizan su residencia.
A pesar de ello, la Junta admite que sigue existiendo un “escenario de carencia de profesionales” que cumplan con el requisito de nacionalidad exigido por la Ley 55/2003 para determinadas especialidades. La exención vigente caduca el 31 de diciembre de 2025, por lo que el Gobierno andaluz ha optado por renovarla, argumentando razones de “interés general” para asegurar una asistencia de calidad en todo el territorio.
Los datos dejan clara la evolución. En el caso del personal médico especialista extranjero no comunitario, Andalucía formalizó 65 contratos en 2018, 177 en 2019, 479 en 2020, 678 en 2021, 846 en 2022, 1.154 en 2023, 827 en 2024 y 848 en los once primeros meses de 2025. En enfermería, las cifras fueron de 4 contratos en 2018, 7 en 2019, 20 en 2020, 25 en 2021, 24 en 2022, 37 en 2023, 9 en 2024 y 4 en lo que va de 2025.
La comparativa con 2019 muestra la magnitud del salto: 2025 acumula 848 médicos contratados, lo que supone un aumento del 380% y 670 profesionales más. Por el contrario, la enfermería registra una caída: los 4 contratos de 2025 representan un 43% menos que los 7 de 2019, es decir, 3 menos. Y son cifras sin apenas repercusión en el total, lo cual deja claro que el problema en el SAS está en la falta de licenciados de medicina con especialización posterior.
Entre las causas que explican esta dependencia creciente del personal extranjero, la Junta cita la falta de atractivo de algunas plazas rurales, el envejecimiento de la plantilla —con 2.854 médicos que se jubilarán en los próximos cinco años— y el desajuste en la formación para asegurar el relevo generacional en ciertas categorías sanitarias.



