La vicepresidenta Nadia Calviño, responsable de uno de los ministerios más importantes del Gobierno de Pedro Sánchez, si no el que más, Economía, dirá adiós próximamente al Consejo de Ministros tras adelantarse que será designada presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI).
Calviño llevaba tiempo detrás de esta candidatura. El BEI tiene como objetivo el desarrollo territorial de la Unión Europea, especialmente de las regiones con más necesidades dentro del territorio europeo, pero también fuera de él. Así, sus funciones van desde inversiones estratégicas hasta otras de desarrollo de infraestructuras que son similares a las de cualquier otro banco, con clientes tanto de entidades públicas como privadas, y de empresas grandes y pequeñas.
La presidencia del BEI no es un cargo normal dentro de la UE. Si bien los comisarios son como 'ministros' del Gobierno europeo, que cumplen mandato cada vez que hay un cambio de Ejecutivo, la presidencia del BEI se suele concebir en plazos mayores. Actualmente está en el cargo Werner Hoyer, alemán, desde 2012. Las anteriores presidencias han durado entre seis y 14 años, y de media, alrededor de una década.
Por tanto, el acceso a la presidencia de una española, que también sería la primera mujer, no es baladí ni una cuestión simplemente estratégica a corto plazo, sino que coloca en el gran banco público-privado de la Unión Europea a una española.
Ahora, Pedro Sánchez deberá decidir sobre el futuro escenario. Hay varios nombres posibles para sustituir a Calviño. El primero es el de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Sin embargo, carece de experiencia en instituciones europeas. Además, Hacienda es una cartera de índole económica pero con un mayor despliegue de competencias hacia el interior de España, de relación con las comunidades, y de una exposición pública que sugiere la necesidad para Sánchez de mantener a una persona que combina un perfil técnico pero otro también eminentemente político, comunicativo y preparado para la fricción entre partidos.
El ministro de Transformación Digital, ex de Seguridad Social, José Luis Escrivá, es otro de los posibles. De hecho, una lectura de su reciente nombramiento como ministro era darle una cartera con un valor discutible -con competencias que cabrían dentro de otra cartera mayor- para que siguiera perteneciendo al Consejo de Ministros hasta la previsible salida de Calviño, que confirma este viernes EFE. Además, cuenta con experiencia en las instituciones europeas, gracias a lo cual logró que Bruselas diera luz verde a la reforma de las pensiones que planteó.
Una tercera opción, sugerida por eldiario.es, es que Sánchez busque un reemplazo fuera del Gobierno, que además podría ser una persona de perfil reconocido. Ahí, se abren las opciones para altos funcionarios del Estado, desconocidos para el público, o entre consejeros de Economía y Hacienda de comunidades gobernadas por el PSOE en los últimos años. Lo que no parece claro es que optase por un ministro o ministra de Economía que proviniera puramente del sector privado.
Comentarios