Ocho horas de políticos subidos a una tribuna dan para mucho. O quizás no tanto. El Debate del Estado de la Comunidad celebrado este miércoles en el Parlamento de Andalucía no se ha salido del guion que cualquiera que siga un poco la actualidad política andaluza hubiera escrito. De hecho, unos y otros han repetido los argumentos que vienen esbozando en las últimas sesiones de control.
Si bien es cierto que la sanidad es el punto débil del Gobierno de Juanma Moreno, la torpeza de la oposición o la habilidad del presidente ha permitido que este tema pase prácticamente de soslayo en los diferentes intercambios con el resto de portavoces. Y eso que la listas de espera con más de un millón de andaluces están aún calientes. "Es un problema, no hace falta que me lo digan, lo sé yo", ha defendido el líder del PP.
El presidente de la Junta de Andalucía había reconocido los problemas que existen en el Servicio Andaluz de Salud durante su intervención matutina. No ha sido suficiente para la oposición, pero por una cosa u otra, el grueso del debate ha terminado girando hacia la política nacional. Si Moreno hablaba por la mañana de una especie de 'vía andaluza' para defender la igualdad y la solidaridad en todo el país, por la tarde ha optado por la 'vía Sánchez' para intentar escapar de las críticas de su gestión.
Juan Espadas, líder de la oposición, arrancaba el debate acusando al presidente andaluz de llevar dos años con un "encefalograma plano" y de usar su mayoría absoluta para convertirla "en un arma de destrucción masiva contra el Gobierno de España". El socialista ha soltado una de las frases del debate, aunque lo cierto es que más tarde le ha salido competencia. "Vende humo y crecepelo como en el lejano oeste cuando la realidad es que en esta tierra cada vez hay más problemas y más calvos".
Pese a la voluntad inicial del secretario general socialista de sacar algunos datos, con gráficos incluidos, para evidenciar que Andalucía no va tan bien como defiende la Junta, Espadas ha terminado cayendo en la trampa tendida por Moreno desde sus primeras palabras. Un Juanma Moreno que no ha tardado en felicitar al socialista por su nuevo puesto en el Senado. "Suerte en la andadura nacional que ha decidio adoptar", ha dicho con cierta sorna. "Le deseo más acierto en Madrid que el que está teniendo en Sevilla". A la espera de lo que haga Espadas en el Senado, el que sí ha tomado una andura nacional ha sido el debate.
Moreno ha definido al líder socialista como "vocero de Sánchez", unas palabras que no han sentado bien a Juan Espadas. Algo más tarde, el presidente andaluz rectificaba demostrando que el Congreso de la Lengua Española ha sido en Cádiz. "Vocero es como se dice portavoz en Iberoamerica", ha justificado el presidente de la Junta. En cualquier caso, el nuevo portavoz socialista en el Senado ha quereido dejar claro que su puesto será para luchar por la igualdad y la solidaridad en financiación y fiscalidad, otro tema muy presente en el debate por las bajadas de impuestos y la reforma del sistema de financiación autonómica.
Si bien el debate ha subido su tono poco a poco, lo más curioso es que Moreno ha terminado tendiéndole la mano al PSOE para sacar juntos los presupuestos andaluces. Como contrapartida, los socialistas se tienen que comprometer a escuchar al Gobierno andaluz para los Presupuestos Generales del Estado. También ha intentado tender un puente a Vox, pero en este caso para que se sume a los pactos contra la violencia de género.
A pesar de que Espadas es el líder de la oposición, el mayor sermón del presidente se lo ha llevado Inmaculada Nieto. Tal es así que la algecireña ha comenzado su turno de réplica contestándole que "la parte de psicólogo de barra de bar de copas, me la voy a saltar". Es complicado explicar en unas líneas cómo se ha llegado a esa frase. De forma muy resumida se puede decir que la intervención de Moreno ha estado centrada en explicarle a Nieto cómo hay que ser y pensar para formar parte de Izquierda Unida. El presidente ha mencionado, incluso, a líderes históricos como Julio Anguita. También le ha servido para rememorar sus inicios en política.
El presidente andaluz le ha recriminado a la portavoz de la coalición progresista el pacto con "oligarcas" en referencia al PNV y Junts. Moreno no sólo ha culpado a Nieto y su espacio político de hacer desaparecer el legado de la izquierda por dejar que conceptos como la igualdad o la solidaridad sean pisoteados y arrinconados con los pactos, sino que también ha vaticinado que el espacio de Sumar acabará siendo absorbido por el PSOE o, mejor dicho, por Sánchez. "¿Tanto poderío tiene para doblegar décadas de historia de partidos políticos?", ha preguntado.
Aunque más tarde la portavoz progresista ha intentando volver a la senda de los datos y de los déficit de gestión, no ha podido escapar del bucle de la política nacional. "Cuídese del nuevo club de fans que le ha salido", ha terminado advirtiendo el presidente de la Junta en referencia a los aplausos socialistas. El presidente de la Junta ha vuelto al tema en el que se siente cómodo. "Cuando ordeñen las vacas, ¿qué leche va a quedar para Andalucía?". De refranes ha ido la cosa.
La posición de Vox ha sido más complicada de definir. Manuel Gavira comenzaba su discurso dejando claro que su partido no es el enemigo del PP para poco después enlazar una crítica tras otra. La primera de ellas en referencia al pacto sobre Doñana con Teresa Ribera. "Es parte de los que están dando un golpe de Estado". El portavoz de Vox también ha recurrido constantemente a críticas que el propio Juanma Moreno hacía en su momento a Susana Díaz.
De nada han servido los esfuerzos de Gavira por mencionar la opinión de los agentes sociales, el presidente andaluz ha utilizado estos minutos para centrarse en el tablero político. "Me da igual la etiqueta que me quieran poner, me interesa el bien de Andalucía. Si se quita prejuicios ideológicos podríamos avanzar hacia puntos de encuentro", ha respondido el presidente popular. Eso sí, sin varitas mágicas. "Se lo comentarán sus compañeros que están en otros gobiernos. Han prometido una serie de cosas que no pueden cumplir". Seguramente Moreno hable por experiencia. Prometió 600.000 empleos en 2018. Todavía faltan unos pocos.
Es curioso que uno de los pocos piropos del debate se lo haya llevado José Ignacio García, portavoz de Adelante. Moreno le ha reconocido que sólo su grupo, junto al PP, tiene autonomía y puede tomar decisiones sin consultar con Madrid. García lo ha puesto en duda. De hecho ha sugerido que, en caso de defender a Andalucía en lugar de los intereses de su partido, "se lo cargarían los barones". Además, ha acusado al presidente de la Junta de estar "más pendiente de Madrid que de Andalucía". Pese a ello, Moreno ha mostrado su deseo en coincidir en las reivindicaciones sobre Andalucía y ha solicitado a Adelante que se una a la manifestación del 4D en la que participará el Partido Popular poniendo como ejemplo a Junts y la CUP. Sería una imagen curiosa, pero tendrá que esperar. Adelante no parece por la labor. "Su andalucismo acabará cuando gobiernen en Madrid".
