El 16 de enero de 2019 no fue un día cualquiera. De hecho es una fecha histórica en la historia democráctica de Andalucía. Por primera vez en todo el periodo autonómico quedaba investido un presidente que no se presentaba a las elecciones con las siglas del PSOE. Juan Manuel Moreno Bonilla, que con el paso de estos años ha conseguido instalarse como Juanma Moreno, lograba los apoyos de Ciudadanos y Vox para llegar a San Telmo a pesar de haber logrado los peores resultados de la historia del PP.
De aquello hace un lustro, aunque en ocasiones parece una eternidad. Andalucía fue la primera comunidad que vio a Vox entrar en su parlamento. También la primera vicepresidencia a la que llegó Ciudadanos. Cinco años después del día que oficializó que los resultados electorales del 2 de diciembre eran históricos no queda casi nada de esa Cámara. Ni Susana Díaz, ni Juan Marín, ni Francisco Serrano, ni Teresa Rodríguez, ni Antonio Maíllo. Todos han ido cayendo antes o después víctimas del ritmo frenético de la política. Todos menos Juanma Moreno.
El líder del Partido Popular no sólo ha sobrevivido mientras en su partido también había entradas y salidas. Para él la puerta estaba abierta ante una previsible derrota electoral. Sin embargo, entró el 16 de enero entró en el Parlamento como el líder del PP que peores resultados había logrado en unas elecciones andaluzas y salió como presidente de la Junta de Andalucía.
Desde entonces todo le ha ido de cara al presidente de la Junta que, si algo tiene claro, es su hoja de ruta. Logró aguantar la presión de Vox durante los primeros cuatro años y usar esa misma presión para aglutinar un voto útil que terminó convirtiéndose en la actual mayoría absoluta mientras la oposición sigue buscándose y probando formas de desgastar al Gobierno del PP.
Ese periodo que la oposición ha pasado en 'trance' ha servido a Juanma Moreno, no sólo para arrasar en las elecciones andaluzas, sino también para teñir de azul el mapa municipal de Andalucía con sus respectivas diputaciones. Tan sólo las de Jaén y Sevilla lograron evitar el pleno popular. De las capitales no escapó ninguna.
Las habituales casualidades de la política han provocado que el quinto aniversario de la llegada de Juanma Moreno a San Telmo coincidan con la publicación de un nuevo barómetro del Centro de Estudios Andaluces. Una encuesta que, además, ha roto el techo del Partido Popular en Andalucía otorgándole hasta 62 diputados. Al mismo tiempo, también ha roto el suelo del PSOE, que cae hasta los 25.
Y todo ello en una recurrente crisis sanitaria que la Junta de Andalucía no termina de atajar, pero que tampoco desgasta a su presidente. En la primera legislatura la gravedad de la pandemia hizo que los defectos de gestión fueran prácticamente obviados. Ahora, Moreno repite los datos sobre inversión en el SAS para aplacar un descontento que crece, pero que aún no ha explotado
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