El debate sobre la quita de la deuda autonómica ha estallado con fuerza en el arranque del curso. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, ha vuelto a marcar distancias con el Gobierno central y ha asegurado que su comunidad “no va a caer en el juego” de lo que califica como una “treta” ideada únicamente para garantizar la permanencia de Pedro Sánchez en la Moncloa y contentar a los independentistas de ERC. “No vamos a participar en esta treta”, zanjó en Santander, donde coincidió con otros presidentes autonómicos.
Moreno no estuvo solo en esa advertencia. A su lado, el presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page, uno de los barones más críticos con el Ejecutivo central, compartió escenario y mensajes en defensa de una financiación autonómica más equitativa. La foto de ambos mandatarios, rivales políticos pero alineados en este asunto, da cuenta de la magnitud del choque que atraviesa la política española en torno al reparto de los recursos públicos.
"Andalucía no tiene un problema de deuda"
El líder andaluz insistió en que la deuda andaluza está controlada: se sitúa dos puntos por debajo de la media nacional y es la más baja de los últimos doce años. Recordó que Andalucía es una de las cinco comunidades con menor nivel de endeudamiento y que la cifra por habitante es menos de la mitad que en Cataluña. En este marco, Moreno volvió a pedir al Ejecutivo de Sánchez que “se europeice”, que mire a Bruselas y defienda el principio de cohesión y solidaridad que inspira a la Unión Europea.
El debate europeo fue precisamente otro de los puntos fuertes de la jornada en Santander, donde se celebró la inauguración del curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo sobre los 30 años del Comité de las Regiones. Allí, Moreno compartió escenario con el manchego Emiliano García-Page, el gallego Alfonso Rueda y la cántabra María José Sáenz de Buruaga. Los cuatro, eso sí, alertaron de una peligrosa “tendencia recentralizadora” en la UE con el nuevo marco financiero 2028-2034.
“Europa se construye desde las ciudades y las regiones porque es desde ahí desde donde se aviva la llama europeísta”, defendió Moreno, que además ejercerá próximamente como presidente del Comité de las Regiones.
El presidente andaluz aprovechó su estancia en Cantabria para responder a las críticas sobre la sanidad pública en su comunidad. La Coordinadora de Mareas Blancas reclama un plan de choque de 19.000 millones de euros a cinco años. Moreno replicó que su Gobierno ha incrementado el presupuesto sanitario de los 8.900 millones heredados del PSOE hasta casi 16.000 millones. “Yo estaría encantado de que el Estado nos financie adecuadamente para poder invertir más en sanidad”, dijo, aunque alertó de que la condonación de deuda no liberará recursos para este fin, ya que, según subrayó, los intereses ahorrados “no pueden destinarse a gasto social”.
La izquierda exige que Moreno apoye la condonación
Desde la oposición, las críticas no tardaron en llegar. La portavoz socialista en el Parlamento andaluz, María Márquez, lanzó un reto directo: que Moreno apoye en la Cámara autonómica la condonación de la mitad de la deuda andaluza. A su juicio, el PP quedará “retratado de por vida” si se opone a una medida que supone un ahorro de 18.791 millones y de 1.700 millones en intereses. “Es imperdonable que Moreno y su Gobierno se opongan a algo tan beneficioso para Andalucía solo porque lo ordena Feijóo”, denunció.
El portavoz de Vox, Manuel Gavira, también cargó contra el plan del Gobierno central, al que calificó de “indulto a los separatistas y al despilfarro”. A su juicio, ni Andalucía ni España se benefician de la condonación porque “la deuda no desaparece, solo cambia de manos”. Señaló además que el Ejecutivo andaluz “tiene más consejerías que en la etapa socialista” y tachó a Moreno de “bailar el agua a los socialistas” al reclamar primero la medida y rechazarla después, a través de un vídeo con unas declaraciones de Moreno años atrás donde pedía la quita que ahora rechaza.
Moreno Bonilla rechaza hoy la condonación de deuda que él mismo exigió a Montero.
— Manuel Gavira 🇪🇸 (@GaviraVox) September 3, 2025
Cada vez que el PP entra en el juego del PSOE, pierde.
Y quien crea que los populares defienden la igualdad entre españoles, se equivoca. pic.twitter.com/h2nJVbO65S
Desde la izquierda, la portavoz de Por Andalucía, Inmaculada Nieto, instó a Moreno a “liderar un frente por el sí” a la financiación autonómica y a poner de acuerdo a las comunidades gobernadas por el PP. Lo acusó de “mentir” y de anteponer una estrategia partidista a los intereses de Andalucía. “La comunidad que más dinero recibiría quiere liderar el no. Un sinsentido”.
El portavoz de Adelante Andalucía, José Ignacio García, lamentó la “pelea” entre PP y PSOE y defendió que la quita es un “pequeño parche útil, pero insuficiente”. Exigió una auditoría que aclare quién generó la deuda y quién se benefició de ella. Es una "vergüenza" que Moreno prefiera pagar intereses a los bancos antes que "aceptar una buena idea porque viene de otro partido”.
