El presidente de la Fundación de Estudios y Cooperación del sindicato CCOO, Francisco Alfonsín, ha mostrado en el Consejo de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía la total oposición del sindicato al “desmantelamiento” que ha llevado a cabo el Gobierno andaluz de PP y Cs en el Centro de Estudios Andaluces, que se ha saldado con la destitución de la responsable del departamento de publicaciones y actividades externas y anterior directora del Centro, Mercedes de Pablos, y con el despido injustificado del personal técnico que formaba el equipo de dicho departamento.
Para CCOO-A y su Fundación de Estudios y Cooperación, esta actuación es un “atropello más que va en la línea de recortes de la Junta de Andalucía a las políticas de memoria democrática en nuestra comunidad y, en concreto, un ataque frontal a la Ley 2/2017 de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía”. Y es que, según explica Alfonsín, “tanto el Centro de Estudios Andaluces, como el Museo de la Autonomía de Andalucía, han venido jugando en la última década un papel muy destacado en la puesta en valor y difusión de la lucha del pueblo andaluz por la autonomía”.
CCOO-A ha criticado con dureza esta medida y ha dejado claro que “convertir al Centro de Estudios Andaluces en una entidad meramente demoscópica constituye un flagrante ataque a la memoria democrática andaluza, pues sin duda contribuirá a cercenar, de los relatos del pasado, la lucha por las libertades y los derechos democráticos de la sociedad andaluza a lo largo de su historia”.
La secretaria general del PSOE andaluz, Susana Díaz, ha lamentado los despidos en su cuenta de Twitter y ha apuntado que el Centro de Estudios Andaluces “nació para el análisis y difusión de nuestra autonomía y no para ser cocina de la propaganda y autobombo de Moreno Bonilla”. “El despido de Mercedes de Pablos (responsable del Servicio de Publicaciones y exdirectora del centro), Coral Márquez (gestora cultural) y Santiago Campuzano (museógrafo) confirma este desmantelamiento”, ha añadido la dirigente socialista.
Desde la Consejería de Presidencia se colocó al frente del Centro el año pasado a Tristán Pertíñez, que ha convertido la institución en el mal llamado CIS andaluz, a raíz de los barómetros de opinión que viene publicando y que suponen un fuerte desembolso para las arcas de la administración autonómica. El Centra, que depende de la Consejería de la Presidencia, Administración Pública e Interior, se ha limitado a contestar las críticas a través de un comunicado, recogido por El Pa´is, en el que explica que a partir de marzo de 2019, con el nombramiento de Pertíñez como director, "la fundación ha iniciado la vuelta a sus orígenes, y a dar un mayor cumplimiento a sus fines fundacionales, para lo que ha ido incrementando paulatinamente la actividad investigadora propia que, en 2021, tiene que consolidarse de manera definitiva".



