Espadas culpa a la derecha de la legalización de regadíos en Doñana, pero no explica la abstención del PSOE

El líder socialista afirma que su partido puso un "punto de cordura" con la abstención para no dar la espalda a los agricultores a la vez que da la razón al Gobierno de España en sus advertencias sobre las consecuencias de la ley

Juan Espadas explicando el voto del PSOE.
Juan Espadas explicando el voto del PSOE.

El líder del Partido Socialista andaluz, Juan Espadas, ha intentado explicar este jueves la posición de su partido en la votación sobre la ley que pretende legalizar 1.400 hectáreas de regadío en el entorno de Doñana. La abstención del PSOE dejó al Parlamento y a la opinión pública completamente descolocados. Su candidato a la Junta ha querido aclararlo sin mucho éxito en una convocatoria de prensa en el Parlamento.

Espadas ha hablado mucho diciendo bastante poco. Lo más cercano a una explicación que ha desarrollado ha sido decir que el PSOE “vino a poner el punto de cordura” con su abstención. Algo que podría ser creíble en caso de que, durante la misma mañana, Teresa Ribera, ministra socialista de Transición Ecológica, no hubiese mandado una carta al Gobierno andaluz advirtiendo de los peligros de la ley.

Los socialistas andaluces se han metido en un berenjenal sin preverlo. Junto a Espadas estaban miembros fuertes del grupo parlamentario como Araceli Maese, Ángeles Férriz o la onubense María Márquez. Las caras eran de circunstancias. El exalcalde de Sevilla ha intentado sacar a la formación del lío en el que se había metido, aunque no lo ha conseguido. Mucho menos teniendo en cuenta que los votos socialistas eran intrascendentes porque la ley iba a pasar el trámite con los votos de PP, Cs y Vox.

El precio de la simpatía que el PSOE ha podido conseguir de los agricultores afectados y beneficiados por esta ley ha sido el rechazo de gran parte de la izquierda andaluza. Espadas ha señalado a la derecha como culpable de esta propuesta, lo que deja aún en peor lugar la ambigüedad de los socialistas. Todo el discurso, incluso el esgrimido en la tribuna del Parlamento, es contrario al texto. Sin embargo, la formación no se atrevió a votar en contra por la presión de diputados y alcaldes de la provincia de Huelva.

En la huida hacia delante que ha practicado el candidato a la Junta de Andalucía ha manifestado que no querían "que ese debate llegara al Parlamento" y que una vez allí "había dos opciones, o dar la espalda a los agricultores y al problema o intentar el diálogo". Nada de esto explica la posición del partido a la hora de votar. Además, mientras ha intentado justificar la postura de su grupo, ha dado la razón al Gobierno central sobre las advertencias emitidas. Algo que suena a una cosa y la contraria.

Según Espadas "el problema existe" y es necesario "sentarse y solventarlo", pero sin tocar el acuífero que está en peligro. "Hay que decirle al territorio, a los agricultores, a nuestros alcaldes y a la gente de Doñana que el PSOE-A y yo personalmente vamos a estar con ellos en la solución del problema", ha afirmado Espadas para, posteriormente, pedir diálogo sobre la infraestructura de agua superficial para Huelva.

Sobre el autor:

Emilio Cabrera.

E. C.

Periodista.

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