A la misma hora que Moreno Bonilla, presidente de la Junta de Andalucía, anunciaba en Canal Sur que las elecciones serían en junio u octubre, desde la sede de su Gobierno, el Palacio de San Telmo, su equipo daba pasos argumentales para perfilar la campaña electoral. Una estrategia que se basa en establecer la idea de que la falta de presupuestos para 2022 en Andalucía es culpa de todos menos de la coalición de Partido Popular y Ciudadanos.
Por ello, no sorprende que, en los últimos días, desde el Gobierno de Andalucía, se intente resucitar la pinza de la legislatura de 1994. Todo ello a pesar de que, un día después de ser rechazadas las cuentas, saliera adelante la LISTA, una nueva ley del suelo con el apoyo de Vox y la abstención del PSOE. Además, en la misma mañana del martes, Unidas Podemos y el propio PSOE también han apoyado el dictamen para la creación de la Agencia TRADE. De momento, hay poco rastro de un Parlamento ingobernable.
Aun así, desde la Junta de Andalucía no contemplan modificar y volver a llevar los presupuestos a la sede parlamentaria, como pedía este lunes Juan Espadas, líder socialista. Espadas volvía a tender la mano al Ejecutivo para sacar adelante las cuentas públicas siempre que se introdujeran las peticiones que había hecho el PSOE. Unas declaraciones que Elías Bendodo, portavoz del Gobierno, ha calificado como “tomadura de pelo”. Bendodo ha insistido en que tanto PSOE como Vox “tienen que explicar” haber dejado a Andalucía sin presupuestos y ha asegurado que “la única opción que queda es la prórroga”.
Pero esta no es la única razón esbozada desde la Junta de Andalucía para justificar la falta de presupuestos para el último año de legislatura. Como suele ser habitual en las últimas semanas, los socios del Gobierno de España también han tenido su espacio en la sede del Ejecutivo andaluz. Aunque ha habido una ligera mención a Esquerra Republicana, la formación más aludida ha sido Bildu. En concreto, Elías Bendodo se ha vuelto a referir al partido abertzale como “herederos de ETA” y ha asegurado que la Junta de Andalucía prefiere “no tener presupuestos a tener uno aprobado por los herederos de ETA. Dignidad, lo primero”.
A partir de aquí, el resto han sido críticas por agravios o porque el Gobierno de Pedro Sánchez no responde a las demandas de Moreno Bonilla. En primer lugar, la Junta denuncia que, en la próxima conferencia de presidentes, que se celebrará en La Palma el próximo enero, no se ha incluido la financiación autonómica dentro de los puntos del orden del día. Por otro lado, y en algo inédito tal y como ha reconocido el propio Elías Bendodo, la Junta ha anunciado que se “suma por primera vez a Cataluña” para pedir un fondo covid.
La reclamación del fondo covid la comparten varias comunidades autónomas desde que la AIReF estimase que el 40% del gasto sanitario por covid se convertiría en estructural. Unas peticiones económicas chocan de cierta forma con los datos compartidos por el Ministerio de Hacienda esta semana donde Andalucía aparece con más de 2.000 millones de euros de superávit en septiembre.
Las denuncias por falta de financiación también han llegado al I+D+i y, además, lo ha hecho de manera simultánea en el Palacio de San Telmo y en el plató de Canal Sur, en la entrevista que Moreno Bonilla estaba concediendo a la misma hora que la rueda de prensa. Tanto el presidente como Rogelio Velasco (Ciudadanos), consejero de Transformación Económica, han criticado el reparto de 270 millones por parte del Gobierno de España en esta área. De estos 270 millones, a Andalucía llegarán 30, una cifra que escasamente supera el 10%. Sin embargo, mientras Moreno Bonilla achacaba este reparto a que en Andalucía no gobernaba el PSOE y era una forma de “asfixiar económicamente” al Gobierno andaluz, Rogelio Velasco reconocía que el 60% de estos fondos se los repartirán entre la Comunidad de Madrid y Cataluña con el 30% para cada una.
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