La lectura del 23J dentro del PSOE andaluz: "Moreno se la jugaba y ha perdido. Algo se ha despertado"

La gran implicación del presidente andaluz en la campaña de Feijóo y la sensación de que después de muchas elecciones la gente se ha movilizado de nuevo, elevan el optimismo dentro del PSOE andaluz de cara a 2026

El acto de cierre de campaña del PSOE andaluz, el viernes 21 de julio.
El acto de cierre de campaña del PSOE andaluz, el viernes 21 de julio.

La semana después del 23 de julio, la noche electoral en la que ganó numéricamente el PP pero que cualitativamente ganó Pedro Sánchez, ha dejado toda una ristra de topicazos: 'la alegría va por barrios' o 'victoria pírrica de Feijóo'. Eso, a nivel nacional. Porque a nivel andaluz, el análisis es menos manido y más complejo. Los resultados en la comunidad fueron los siguientes: PP, 25 escaños; PSOE, 21; Vox, 9; y Sumar, 6. Uno no puede hablar de 'batacazo electoral' -otro tópico- del PP andaluz así a la ligera. Pero ante la pregunta de por qué el PP no ha igualado en las generales los resultados que tuvo hace un año en las autonómicas o hace un par de meses en las municipales, caben dos preguntas, que serán claves para todo lo que pase en los próximos tres años en Andalucía: ¿Es que Feijóo no ha sabido rematar la faena en Andalucía, o bien es que el PP andaluz ha llegado a su techo electoral y le toca empezar a desinflarse?

Ante ese panorama, el PSOE andaluz reunió a su ejecutiva esta semana. En la noche electoral del domingo, en la sede andaluza de los socialistas, cada escaño en cada provincia se celebraba como aquel gol de Iniesta en la prórroga del Mundial. Y nunca mejor dicho lo de prórroga, porque los socialistas ven el resultado como el inicio de la remontada. Fue el primer morenazo, es decir, la primera vez desde que Moreno Bonilla llegó a la Junta en que el PP de Andalucía incumplió las cifras que barajaba. Ni siquiera cuando Sánchez alcanzó el Gobierno a finales de 2019 fue una noche tan dura como esta en la sede del PP andaluz. Porque el precedente autonómico de las últimas generales era el peor resultado andaluz del PP, aquel que, paradójicamente, le permitió gobernar junto a Cs con apoyo de Vox en 2018. La otra paradoja es que en los mejores números obtenidos en unas generales, los de este 23J, provocaron caras de sorpresa y cierta tristeza en la calle San Fernando, sede popular en Sevilla.

"Bendodo ha sido el fontanero de Feijóo y Moreno no ha parado de aparecer en campaña. Ambos salen derrotados"

"Lo que ha ocurrido es que el PSOE andaluz se ha movilizado". Es el mensaje que envían desde la ejecutiva socialista en Andalucía. "Ha sido una campaña de claves diferentes a las de mayo. Hay que tener en cuenta que cada municipio tiene la última palabra respecto al mensaje. Ahora, hemos ido todos a una. Hemos salido a la calle como nunca a comunicar qué significaban estas elecciones, y el mensaje ha calado". Y en Andalucía están especialmente contentos porque "venimos de sufrir un Canal Sur monopolizado por Moreno en sus tertulias políticas, porque venimos de no estar arropados", resumen.

Respecto a la pregunta inicial de si perdió Feijóo lo que ganó Moreno, o si es que Moreno se empieza a desinflar, en el PSOE andaluz reflexionan en los siguientes términos: "Moreno ha tenido en campaña todo el protagonismo, ha sido el barón más fuerte, el mayor apoyo de Feijóo, frente a Díaz Ayuso, que ha mantenido un rol secundario". Además, el fontanero de la campaña de Feijóo ha sido Bendodo, recuerdan. Y no solo es que el candidato del PP haya venido mucho a Andalucía, sino que se abrazó a Moreno Bonilla en el día inicial de la campaña, con un desayuno político en Sevilla, y el último día, con un acto de campaña en Málaga. Ahí es nada. Entre medias, un baño de masas en Cádiz al día siguiente del debate con Pedro Sánchez. El PP procuró darle minutos de telediarios nacionales y portadas de grandes medios a Moreno, y no ha funcionado exportar su perfil. "Ni Bendodo ni Moreno han funcionado", señalan en el PSOE. Y en la numérica nacional, si Feijóo se hubiese acercado a los resultados de hace un año en la Junta, hoy seguramente sería presidente. Porque Andalucía, Cataluña y País Vasco fueron la noche electoral las mejores noticias para Pedro Sánchez.

Ese protagonismo del presidente de la Junta es el que ven en el PSOE andaluz como síntoma del comienzo de la caída de Moreno. Esta semana, en el Parlamento, Moreno abroncaba a Vox por espantar a los votantes de derechas con hijos homosexuales. Fue un mensaje calculado para volver a marcar distancias. Un mensaje que no mandó claramente en campaña, sino después, cuando ya no tiene que preocuparse por Feijóo, sino por sí mismo. Y en ese análisis público realizado por el presidente de la Junta, en parte, coinciden desde el PSOE, que tiene claro que hasta ahora "hubo gente en la calle que no había dado importancia a los pactos entre PP y Vox. Esta vez sí hemos sabido explicarlo, y ha movilizado a mucha gente".

"La cosa va en serio, se ha despertado algo en Andalucía"

La lista de elementos movilizadores es larga: se habla de la sociedad civil (es decir, del asociacionismo), del colectivo LGTBI, de las mujeres, de la cultura, de los que rechazan el negacionismo medioambiental de Vox. "La gente no va a olvidar lo que dijo Guardiola en Extremadura sobre Vox para pactar con ellos a los diez días, o que retiren una película de Disney en un pueblo donde gobiernan porque se dan un beso dos muñecos". Hay una lista clara de los acicates que han servido para movilizar. "El PP ya lo sabe, ya lo puede comprobar. Se ha despertado algo y la cosa va en serio".

Porque en la movilización de la gente está una de las claves, según el PSOE andaluz. El calendario sigue deshojándose y las miras están puestas en la primavera de 2026, cuando toque volver a votar en Andalucía. "Nosotros somos un partido de gobierno, inspirado en la mejor socialdemocracia europea. Un partido sólido, moderno, y tenemos las bases para empezar a pensar en 2026 a partir de septiembre. La gente está viendo cómo Moreno no era ningún moderado, y cómo la mentira penaliza cada vez más al PP, con su estrategia de hacer campaña contra Sánchez desde la Junta. A la vez, el Gobierno andaluz mantiene en un caos los servicios públicos, con el empeoramiento de la Sanidad mientras recibe más dinero que nunca del Gobierno central, y con una malísima gestión de los fondos europeos", dicen voces de la dirección del PSOE-A. Este mismo miércoles, Jesús Maeztu, Defensor del Pueblo Andaluz, afeó a Moreno desde la tribuna del Parlamento por los graves retrasos en la gestión de las ayudas a la dependencia. Además, no menos importante ha sido para hablar de un bajón del morenismo la crisis de Doñana y del modelo medioambiental andaluz. 

La provincia de Sevilla, el eje de la 'remontada' para el PSOE

Los resultados en Andalucía de las generales pueden basarse en muchos números: el PP ganó más escaños; el bloque PP-Vox superó ampliamente al bloque PSOE-Sumar; o Feijóo ganó más que Casado hace cuatro años; o que el PP fue el más votado en siete de las ocho provincias, todas menos Sevilla. Pero hay muchas más formas de leer esos mismos números. Por ejemplo, que en las cuatro provincias con playas mediterráneas (Cádiz, Málaga, Granada y Almería) el PP si transformó su ventaja en más diputados, pero que en las otras tres provincias donde ganó Feijóo (Huelva, Córdoba y Jaén), PSOE y PP empataron en número de asientos. "Por muy poco no hemos logrado un diputado más en Málaga, Cádiz y Huelva. Hemos logrado ocho puntos más que hace un año".

Otra lectura es que con Sevilla, el PP no puede. En más de 80 municipios sevillanos, la papeleta del PSOE fue la más elegida. El PSOE se ha llevado el Senado. Esto manda un mensaje al PP. Y es que aún queda una Andalucía donde el PSOE es fuerte. Como decía Iván Redondo hace casi una década en una entrevista con Pablo Iglesias, mucho antes incluso de ser el hombre que susurraba al oído de Sánchez, no es casual que el PSOE vaya de rojo como Ferrari, porque por muy mal que esté, la historia es la historia. Y así lo cuentan en los pasillos del PP: que no hay nunca que subestimar al PSOE, por muy malos resultados que obtuvieran hace un año.

"Hemos logrado una reconexión con la gente. Ahora nos felicitan por la calle. Y tenemos que trabajar con sensatez a partir de septiembre para construir un proyecto alternativo", analizan los socialistas. Algo se ha despertado, insisten una y otra vez. "Al PP ya no le funciona la estrategia de intoxicación, de mentiras. A Feijóo no le ha funcionado la estrategia de tumbar puentes para el consenso con el presidente del Gobierno, y a Moreno no le ha funcionado hacer oposición a Sánchez haciendo uso de la Junta. Si a eso sumamos que Andalucía está en el furgón de cola en muchos marcadores económicos, creemos que la luna de miel de Moreno se está acabando. Y nosotros somos la única formación que puede plantear una alternativa". Esta semana, la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre indicaba que Andalucía apenas aportaba nuevos empleados al conjunto del país, que alcanzaba un récord mientras el campo y la industria andaluzas retrocedían de forma importante. El modelo económico de desarrollo andaluz, ese de tanto del que se hablaba durante décadas, parece abocado a una sobreexplotación del turismo que muestra síntomas críticos, como el colapso de las playas en la costa gaditana. En Tarifa, de hecho, este fin de semana, no cabía nadie más.

El PSOE andaluz logró este domingo medio millón de papeletas más que hace un año

Y hay más análisis. Por ejemplo, que el PSOE ganó las generales en 2019 en Andalucía en número de escaños, y que esta vez ha estado en segunda posición, pero también que ha mejorado sus resultados, porque hace 4 años obtuvieron 1.425.000 votos y esta vez han sido 30.000 más, y todo con el contexto de la derrota andaluza de 2022 mediante. "Tenemos medio millón más de votos que hace un año, hemos ganado en 456 municipios andaluces. El PP andaluz está más noqueado de lo que quiere hacer ver".

Por todo ello, hay optimismo en el PSOE de que se puede recuperar la Junta. No será fácil. Pero, efectivamente, por alguno sitio había que empezar. Y la sensación interna es de que una nueva historia comenzó este 23J. Ahora, hay dos escenarios que se plantean en el PSOE. Puede optar por mantener un perfil moderado y buscar votos en el centro, un caladero que ahora mismo parece explotado por Moreno Bonilla. La otra opción es comenzar a afilar el colmillo y buscar desestabilizar el tablero. Un comienzo de una nueva etapa que implicaría que Espadas comenzara a parecerse más a lo ejecutado esta campaña por Pedro Sánchez, que ha plantado cara al antisanchismo con todo el arsenal -incluido Zapatero. Esto acallaría cualquier conato de incendio interno. Porque hay militantes de base que a día de hoy no comprenden por qué esta semana en el Parlamento, Espadas fue el único que no se regodeó en la derrota oficiosa de Moreno. Esa corriente de socialismo pide más dureza. Más ahora que nunca, cuando sienten que el PP andaluz está tocado.

Sobre el autor:

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Pablo Fdez. Quintanilla

Licenciado en Periodismo y Máster en Comunicación Institucional y Política por la Universidad de Sevilla. Comencé mi trayectoria periodística en cabeceras de Grupo Joly y he trabajado como responsable de contenidos y redes sociales en un departamento de marketing antes de volver a la prensa digital en lavozdelsur.es.

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