Moreno saca su lado más 'campechano' y comienza la campaña sin mirar a Vox y rodeado de banderas andaluzas

El candidato del PP sigue sin dar protagonismo a las siglas de su partido y pide a sus militantes que no se relajen porque la alternativa significa "volver a la casilla de salida"

Moreno en el acto de apertura.
Moreno en el acto de apertura.

Podría haber sido cualquier acto del PSOE en estos 40 años de historia, pero ha sido del PP. O mejor dicho, de Moreno Bonilla. El PP existe, pero muy poco. Apenas hay rastro de sus siglas. El logo parece que mengua en cada acto. Los lemas se intercambian. De 'Andalucía Avanza' a 'Juanma Presidente'. El público aclama al presidente de la Junta cada vez que respira entre frase y frase. Es el acto más multitudinario de los que se han celebrado para la apertura de campaña.

Las imágenes recuerdan a los mítines de los gobiernos socialistas. Las banderas de Andalucía superan – y por mucho – a las banderas de España. Hace cuatro años el PP se presentaba como garante de la unidad del país. Ahora de vez en cuando se escapa el término plurinacional. Antes de empezar, Moreno tarda en llegar a su sitio entre los abrazos y besos, muchos de ellos de señoras mayores. Lo que antes era la especialidad de Susana Díaz. Ahora también es la especialidad de Moreno Bonilla.

Antes de empezar, en la gran pantalla que preside el acto del PP, perdón, de Moreno Bonilla, se suceden numerosos datos de inversión: sanidad, educación, ayudas, inversiones en Málaga… uno tras otro. Datos y más datos durante varios minutos. Cuando acaban, comienza el tono humano y la estrategia de Moreno se hace visible sin complejos.

En vídeos cortos aparecen personas anónimas. La primera de ellas afirma que siempre ha votado al PSOE pero que ahora, por arte de magia, Moreno Bonilla la ha convencido. Otra persona señala que es sevillana y que hasta la llegada del candidato del PP a San Telmo la Junta de Andalucía tenía abandonada a la capital de Andalucía. El PSOE y Sevilla, Sevilla y el PSOE. La estrategia del PP, o mejor dicho, de Moreno, queda destapada. Su objetivo es convencer al mayor número de personas.

Su telonero es Paco de la Torre, que aparece con un pin de la Agenda 2030. Un pin que, curiosamente, le da alergia a Vox. Los populares siguen ignorando a su socio preferente a pesar de que el propio líder reconoce que la mayoría absoluta es imposible. El alcalde de Málaga hace un guiño tras otro al centro. A nadie se le va la vista a la derecha. "Lo bonito de la política es tener la capacidad de entrar en otros espacios políticos", dice De la Torre. El espacio al que se refiere es el del centro izquierda. Detrás, escuchando, una multitud de jóvenes que aclaman y sonríen. Lo dicho, parece el PSOE.

Nada más subir Moreno al atril llega la primera sorpresa, de forma improvisada dos niños que no superan los cinco años le entregan una bandera. No es del Partido Popular, tampoco de España. La bandera es de Andalucía. "Quiero ser el alcalde de los andaluces", había dicho segundos antes como piropo a De la Torre y su larga trayectoria. "Voy a transformar Andalucía", continúa con modestia. O no. Pero continúa.

El alcalde de Málaga y el que pretende ser alcalde de Andalucía coinciden en un mensaje, "no os relajéis". Ha sido una constante durante su mitin. Moreno resta importancia a las encuestas, "no ganan elecciones", "ya habrá tiempo para ir a la playa". Los barómetros parecen estar a favor de los populares, pero su candidato es consciente de lo que tiene enfrente.

"Os quiero a todos", grita Moreno. Se tiene que ir a las 21:30 porque tiene otro acto en Sevilla a las 23:30. Pero no se quiere ir porque Málaga es su tierra. Cuenta las anécdotas correspondientes de personas que le dicen que lo quieren votar pero no encuentran su nombre. Él les responde que sólo puede aparecer en una provincia. La tranquilidad es lo que más se busca y si algo ha sido el acto de Moreno es distendido. Una broma tras otra y una sonrisa constante. El líder advierte de los peligros, pero confía en su situación. Hace balance y mete su poquito de miedo, "la alternativa es otro Gobierno Frankestein". También adelanta el programa de gobierno de la oposición si llega al poder, "si vuelve la alternativa vamos a dar pasos atrás y volver a la casilla de salida".

Antes de salir para Sevilla llega otro regalo. Vuelve a bromear. Esta vez dice que tiene que ir más a Málaga para los presentes. De una bolsa con su cara sale una camiseta con su cara. Vuelve a sonreír. Moreno está tranquilo y convencido de que va a ganar. Pero sabe que no puede ganar siendo el PP, sólo puede ganar si es Juanma. Por ello la estética socialista está presente, las banderas de Andalucía abundan y su moderación se repite constantemente.

Sobre el autor:

Emilio Cabrera.

Emilio Cabrera

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