El presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado (PP), ha esperado que Ciudadanos analice "bien" lo sucedido en la institución estos últimos días, donde el pacto de gobierno con el PP se ha resquebrajado tras nombrar los 'populares' al diputado no adscrito, ex de la formación naranja, Juan Cassá, portavoz del equipo de gobierno de PP y Ciudadanos y responsable de Relaciones Institucionales y que "se dé por olvidado", abogando por pasar página y centrarse en la recuperación de la provincia.
En rueda de prensa, Salado ha afirmado que la situación de Juan Cassá, tras su paso al grupo de no adscritos, se ha abordado "con total inteligencia", y ha incidido en que "es lo que procede". Además, ha reiterado el trabajo con Ciudadanos en este casi año de cogobierno: "Es un gran socio".
Al ser cuestionado al respecto, ha subrayado que como presidente y responsable del grupo del PP en la Diputación de Málaga "esta etapa está cerrada", en relación con la polémica suscitada estos días.
"Acabado el pleno se dilucidó la postura del PP y toca cerrar esta etapa y trabajar en lo que importa, en el Plan Málaga, ayer aprobamos 50 millones. Así se lo trasladé a los socios. Ha sido un año muy fructifero, los dos partidos hemos sido muy leales", ha recalcado.
La actual situación del diputado no adscrito Juan Cassá, que mantiene responsabilidades en la Diputación Provincial de Málaga, ha dado pie a la moción urgente que ha presentado (y que ha sido rechazada) este pasado miércoles en pleno por el portavoz provincial de Cs, Juan Carlos Maldonado. El objetivo es que se mostrase apoyo y compromiso con la II Adenda del Acuerdo sobre un código de conducta política en relación con el transfuguismo en las corporaciones locales, después de que Cassá abandonara la formación naranja y pasara a no adscrito pero mantiene responsabilidades y sueldo público.
También en la moción de Cs se pide instar al equipo de gobierno a la realización de un pleno extraordinario donde revertir la situación de Cassá porque, en palabras de Maldonado, "Cassá no puede estar en el gobierno".
Por su parte, el portavoz del grupo socialista en el Ayuntamiento de Málaga, Daniel Pérez, ha afeado al alcalde, Francisco de la Torre (PP), "que está más preocupado por mantener su cortijo en el Ayuntamiento que responder a las necesidades de las familias afectadas por la crisis del Covid-19".
Así, Pérez ha recriminado a De la Torre que "la única ayuda que ha gestionado el alcalde es el sueldo de 92.000 euros del concejal no adscrito Juan Cassá, demostrando una clara falta de liderazgo para sacar a las familias de la crisis y afanarse sólo en que no le quiten el sillón después de un cuarto de siglo de gobierno del PP".
Para el líder socialista, "en lo que sí que se ha dado prisa De la Torre es en garantizar la estabilidad de su gobierno, que ahora apuntala sobre el apoyo de un tránsfuga". "Sin contar eso, el alcalde está de brazos cruzados mientras hay una realidad en la ciudad, que hay familias malagueñas que están pasando hambre y que el Ayuntamiento ha empezado ya a cobrar tributos municipales".
Durante una rueda de prensa en compañía de concejales socialistas, Pérez ha exigido que "de manera urgente" ponga en marcha un Plan de Reconstrucción social y económico para la ciudad.
En este contexto, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, aseguraba este pasado miércoles que el pacto entre PP y Cs en el Ayuntamiento de la capital "goza de muy buena salud" pero ha recordado que tras la marcha de Juan Cassá del grupo Ciudadanos, ahora edil no adscrito, no se suma la mayoría para tener estabilidad, por lo que ha abogado por "buscar fórmulas flexibles" que sean admisibles tanto por la formación naranja como por Cassá.
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