¿El Carnaval ya no es periodismo cantado? La crítica social y política pierde peso en el COAC

Las preliminares del Concurso Oficial de Agrupaciones han constatado que el nivel de compromiso de las agrupaciones ha disminuido con respecto a décadas anteriores

Comparsa 'El Paseíto' en el COAC 2024.
Comparsa 'El Paseíto' en el COAC 2024.

Las letras del Carnaval de Cádiz lograron que muchos comenzaran a calificarlo como "periodismo cantado". Coplas que, en apenas unos días, resumían lo que había ocurrido durante el año en el ámbito político y social. Crónicas con acidez que no solían dejar títere con cabeza. La fase más larga del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas (COAC) ya ha finalizado y, aunque aún queda la parte en la que están en juego las finales y los premios, se pueden sacar algunas conclusiones.

Es posible que aquellos que no sean fieles seguidores de todo el concurso de vez en cuando encuentren en las redes o en los medios nacionales alguna letra que, precisamente, siga esta línea crítica con los poderes políticos. Aquellos que, sin embargo, vean el COAC desde el principio hasta el final se habrán dado cuenta de que estos temas cada vez son menos frecuentes en las tablas. Por el contrato, se hace común escuchar letras que hablan del propio Concurso o historias personales que habitualmente derivan en una tragedia considerable. Especialmente en agrupaciones que tienen todas las papeletas para cantar sólo una vez en el Falla.

El chirigotero José Antonio Vera Luque, ausente este año en el Falla, reconocía hace unas semanas en la Cadena SER que uno de los motivos que habían provocado su marcha momentánea era la falta de compromiso que existía en las letras. "Un autor lleva un pasodoble a Javier Milei y tal como lo lleva se lo mete en el bolsillo y se lo lleva para su casa porque el grupo no lo acepta porque la gente no va a saber quién es", explicaba el consagrado chirigotero. Acto seguido, Vera Luque hacía referencia al pasodoble de la comparsa Los Comuneros en el año 1983 a las Madres de la Plaza de Mayo.

El autor reconocía que el metacarnaval y la monotonía en los temas le aburría. "Si algo tenemos característico en este rinconcito que no lo tienen en ningún otro lugar del mundo es que hacemos crónicas, hacemos prensa cantada cada año de lo que ha ocurrido: la broma, el chiste, la ironía o la crítica. Eso es la copla del Carnaval de Cádiz. Ahora se está convirtiendo en una crítica hacia el propio Carnaval de Cádiz", apuntaba.

José Antonio Vera Luque no está solo en su opinión. No hay que irse demasiado lejos para ver que es una postura que comienza a coger fuerza. En la penultima sesión de preliminares, la periodista de Onda Cádiz Laura Jurado remarcaba a los componentes de la chirigota Los que salieron perdiendo que las letras presentadas habían tenido contenido. El componente Emilio López ofrecía una postura similar a la de Vera Luque. "El Carnaval es para decir cosas, tenemos 30 minutos para decir lo que nos dé la gana y se está perdiendo".

No ha sido un año tranquilo ni en Cádiz, ni en Andalucía, ni en el país. Y es cierto que algunas letras se han escuchado al respecto. Martínez Ares el tercer día de Concurso apuntaba con su guitarra a Bruno García. Antes, el Selu ya había ironizado con el nuevo alcalde. El cuarteto del Gago daba su lección anual sobre cómo la ironía puede ser la crítica más feroz. El Bizcocho, por su parte, también ha lanzado un cuplé ironizando sobre Juanma Moreno en el que pedía mandarlo siete años a Bruselas como a Puigdemont. En las tablas tampoco han faltado letras insultando a Pedro Sánchez, casi todas procedentes del Campo de Gibraltar.

Una de las primeras críticas virales la hizo la chirigota Anonymous Gaditano en su popurrí. Imitando a los niños de San Ildefonso, dos de sus componentes ironizaban con lo que había invertido Juanma Moreno en la sanidad para después corregirlo y decir que era "lo que se ha subido el sueldo Juanma Moreno". El caso fue especialmente sonado porque incluso circuló un bulo de que había sido el motivo por el que Canal Sur Radio no estaba emitiendo el Concurso para toda Andalucía. La decisión de la RTVA, en cualquier caso, fue previa al inicio de las preliminares.

Su autor es Juanma Bocuñano y reconoce que la letra salió a última hora "dos días antes, cuando nos enteramos de la subida". "Hay autocensura entre los propios autores porque piensan que esa letra va a ser menos aplaudida por el público, menos entendible o que puede gustar menos en el jurado", explica a lavozdelsur.es sobre lo poco que se canta a los temas políticos. "Yo no sé hacer otra cosa, así que como me apunté a las oposiciones para la Junta de Andalucía no las voy a aprobar en la vida", bromea.

Uno de los regresos este año al Falla ha sido el del historiador Pepe Marchena, quien ha asumido la autoría del coro La Dama de Cádiz tras varios años sin acudir al Concurso pese al gran palmarés que tiene. "Hay miedo a las represalias o a la falta de compresión de las letras. También de encontrarse a un jurado contrario a la reflexión", apunta. Marchena, incluso, señala que hay autores que directamente estudian a los vocales para orientar su repertorio.

El corista recurre a su faceta de historiador para explicar el significado del propio Concurso. "El Concurso nació para controlar a las agrupaciones. El Carnaval nace para la calle, cuando crece y puede ser amenaza para los dirigentes, se crearon elementos de control. El propio espíritu del Concurso es controlar". Al final del siglo XIX ya se miraban las letras para evitar las "indecorosas". Durante la dictadura, la censura fue un elemento más. "Era sobre todo en temas morales, no tanto políticos, aunque el propio miedo ya lo cubría", explica.

Para Marchena, los finales de los 70 fueron la época dorada en este sentido por la "explosión de libertad" que surge de autores como Pedro Romero. Esto, sin embargo, se ha ido atenuando posteriormente hasta llegar a la actualidad donde parece que la denuncia no es tan indispensable. "Hemos llegado a una especie de sublemación, temas con cierto regusto social pero que tiran del sentimentalismo. Estamos en un momento peculiar del Concurso. Llevamos 40 años de democracia y parece todo asumido".

Hubo que esperar a la sesión número 13 para escuchar el repertorio más crítico de las preliminares. Lo cantó la comparsa El Paseíto de Fran Quintana, otro autor que regresaba tras un año de descanso. Quintana señala que le sorprendió que a la salida del Falla todos los medios le incidieran en que había sorprendido su segunda letra de pasodoble, muy crítica con la gestión de Juanma Moreno en la sanidad andaluza. "¿Cómo va a sorprender? ¿No venimos a esto? No me siento que haya hecho nada especial", comenta a lavozdelsur.es. El autor recuerda que hace un siglo se cantaba a la gente lo que ocurría porque apenas había medios para informarse. "Ahora la población tiene de todo, no tenemos una función informativa, pero sí para provocar la reflexión".

El comparsista defiende que no es más crítico escribiendo ahora, aunque su repertorio haya llamado la atención por esto. "Hago lo que he hecho siempre, no he cambiado, ni me he vuelto más crítico con la edad. Los que han cambiado son el resto, que se han ablandado". El autor reconoce que la tendencia es "equidistante" porque hay una intencionalidad de "acaparar el máximo respaldo posible y cuesta acercarse a los límites". No obstante, cree que el Concurso simplemente es el reflejo de la sociedad y que ahora predominan valores como la instanteidad. "Una letra crítica supone tener conciencia crítica y compromiso personal", afirma. "Si el púeblo no tiene pensamiento crítico, las coplas se quedan con lo inmediato".

Aunque se han citado algunos ejemplos, lo cierto es que las letras contra la gestión de Juanma Moreno han sido muy escasas. El politólogo y sociólogo Daniel Valdivia cree que esto se explica por cuestiones sociales como "la buena marcha de la economía y la valoración positiva que tiene Juanma Moreno entre la población. Moreno no suscita mucho rechazo". Valdivia también añade que esta situación se da como consecuencia a la falta de "un imaginario alternativo al hegemónico que ofrece Moreno con la Andalucía imparable o el paraíso andaluz".

Quintana define a Juanma Moreno como una "clásica figura tibia del PP, sonriente que parece que no cae ni mal ni bien. El letrista busca un impacto y una persona tibia no lo tiene". El comparsista añade una variable más y es la incapacidad de los autores de adaptarse a la audiencia que existe actualmente. "El Carnaval se nos ha ido de las manos y los autores no lo tenemos controlado. No estamos cómodos", señala sobre el crecimiento que ha tenido desde lo local, hasta lo andaluz con la entrada de Canal Sur y ahora a cualquier rincón del mundo con los dispositivos electrónicos.

Bocuñano, precisamente, cree que hay que aprovechar eso. "Tenemos un foco y durante un mes al año somos referencia a nivel nacional. Yo lo utilizo como un escaparate para criticar lo que pasa durante el año, que en el país que estamos no son pocas cosas". Marchena, por su parte considera que el Concurso al sistema "le viene estupendamente porque no hay grandes compromisos de crítica que provoquen inestabilidad".

El historiador de la UCA cree que un posible cambio puede venir de la mano de las agrupaciones de la calle por la "frescura" que están insuflando al Concurso. "El Concurso, como el Carnaval, es un elemento vivo. ¿Quién dice que no puede volver la crítica de los primeros años democráticos?". Marchena, como historiador, se muestra ansioso y expectante. En la calle la gran crítica sigue sin faltar a su cita. Fran Quitana cree que parte de esto se explica desde la posibilidad que tienen estas agrupaciones de conocer a su audiencia en una esquina de Cádiz. Esto, sin embargo, cada vez es más difuso porque internet rompe cualquier barrera física.

El comparsista, sin embargo, ni es tan optimista, ni cree que un posible cambio tenga que venir de las agrupaciones. Al menos en primera instancia. "La solución es que el jurado vuelva a puntuar a las que tienen contenido y no a las que tienen impacto", denuncia. El autor de El Paseíto añade otra cuestión. "El jurado del COAC es el único que no tiene un criterio para evaluar y poner los puntos. Se puntúa lo que a ti te ha gustado". Quintana propone algunas variables como la propia gaditanía, lo genuína que sea la agrupación, el propio contenido, el compromiso crítico o los engarces. "Si queremos que el Carnaval cambie, hagamos que gane lo que queremos que el Carnaval sea. Si queremos que gane gente comprometida y que los autores se estrujen la cabeza, hay que hacer que ganen esos repertorios".

Sobre el autor:

Emilio Cabrera.

Emilio Cabrera

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