El insólito parón de la Vuelta a España 2025 en su última etapa, provocado por manifestaciones propalestinas a la llegada del pelotón ciclista a Madrid, ha tenido un eco internacional que va más allá de lo deportivo. Con un saldo final de 22 agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado heridos y dos detenidos, el Gobierno de Pedro Sánchez se ha alineado abiertamente con los manifestantes, una postura que ha ensanchado la grieta con la oposición y ha tensado aún más la diplomacia con Israel.
El presidente habló ya abiertamente a comienzos de la pasada semana de "genocidio" para referirse a la ofensiva de Israel en Gaza, una declaración que endureció su discurso frente a Benjamín Netanyahu y que derivó en una crisis diplomática. El PP, aunque crítico con Sánchez, duda entre cargar con fuerza contra el Ejecutivo o evitar aparecer como defensor de Netanyahu en un contexto en el que las ofensivas han dejado más de 65.000 muertos, buena parte de ellos niños.
Las manifestaciones propalestinas habían aparecido en varias etapas de la Vuelta, pero en Madrid se logró el objetivo de los manifestantes: impedir la llegada de los ciclistas al centro de la capital. Con disturbios y enfrentamientos, el pelotón se vio obligado a detenerse a 56 kilómetros de meta. El balance, como se ha dicho, fue de 22 policías heridos y dos detenidos.
Ni el despliegue de más de 2.000 agentes, superior al de la última cumbre de la OTAN, pudo evitar la suspensión. El podio se desmontó a toda prisa y corredores como Jonas Vingegaard, ganador de la general, o Matthew Riccitello, del equipo Israel-Premier Tech y mejor joven, no pudieron subir a recoger sus premios.
HISTÓRICO: Manifestantes detuvieron la Vuelta a España tras bloquear la carretera principal en el centro de Madrid en protesta por la participación de Israel en el evento. pic.twitter.com/ruMklsEOfu
— Palestina Hoy (@Palestinahoy01) September 14, 2025
Reacciones enfrentadas
Las imágenes del Paseo del Prado abarrotado por más de 100.000 manifestantes, según la Delegación del Gobierno, marcaron un antes y un después. El alcalde José Luis Martínez-Almeida responsabilizó a Sánchez: “La violencia ha vencido al deporte”. Desde el lado contrario, Ione Belarra celebró que “la movilización social ha hecho lo que el Gobierno debería haber hecho hace tiempo”.
Vivan los derechos humanos.
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) September 14, 2025
Viva el pueblo español. pic.twitter.com/rw5iqy360I
A estas voces se sumaron Irene Montero, Mónica García y otros dirigentes de la izquierda, mientras que Alberto Núñez Feijóo, Isabel Díaz Ayuso y Javier Ortega Smith criticaron al Ejecutivo y reclamaron una postura más dura frente a los disturbios.
El delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, rebajó la tensión al asegurar que las protestas se habían desarrollado “sin incidentes graves” y calificó la jornada de “ejemplo de dignidad”. Aprovechó, además, para reprochar a Ayuso su “ardor” en justificar los ataques israelíes.
Las críticas llegaron también desde los sindicatos policiales, que acusaron al Gobierno de “atar de pies y manos a los agentes” e impedir un despliegue más contundente. Y desde Israel, el ministro de Exteriores, Gideon Saar, culpó a Sánchez de “incitar” a las “multitudes propalestinas”.
Pese a la tormenta política y diplomática, en PSOE y Sumar sostienen que su posición coincide con la de la mayoría social en España y que cuenta con gran simpatía internacional.
