Alemania ha aprobado la puesta en marcha de una nueva ley de servicio militar con el objetivo de reforzar la Bundeswehr y aumentar su capacidad operativa en línea con las exigencias de la OTAN. La Alianza Atlántica considera que el país necesitaría alrededor de 260.000 soldados para poder hacer frente a una hipotética amenaza rusa, lo que implica incorporar unos 80.000 efectivos adicionales.
Por ahora, el Ministerio de Defensa ha decidido intentar alcanzar esa cifra sin recurrir de forma inmediata al servicio militar obligatorio. El responsable de la cartera, el socialdemócrata Boris Pistorius, se mostró partidario de reimplantarlo incluso en tiempos de paz, pero la resistencia dentro de su propio partido frenó esta opción.
El proyecto aprobado prevé que, si las circunstancias lo requieren o la falta de voluntarios lo hace inevitable, sea el Bundestag quien deba autorizar cualquier reinstauración de la conscripción obligatoria. La norma se centra por ahora en modernizar el sistema de reclutamiento y ampliar la reserva militar.
En una primera fase se contempla la incorporación de 15.000 nuevos reclutas. Además, a partir de 2027 se aplicará un examen médico obligatorio como parte del proceso de selección. Los jóvenes de entre 18 y 25 años deberán rellenar un cuestionario para indicar su disposición y aptitud para servir en las Fuerzas Armadas. El registro estará abierto también a las mujeres que quieran participar.
Pistorius ha acompañado el proyecto con medidas destinadas a mejorar el atractivo del servicio militar, entre ellas un notable incremento de la retribución. En adelante, los reclutas serán considerados soldados temporales y recibirán una paga neta de más de 2.000 euros al mes.
Fricciones en la coalición de gobierno
El camino hasta la aprobación no ha estado exento de fricciones en el seno de la coalición de gobierno. El ministro de Asuntos Exteriores, Johann Wadephul, de la Unión Cristianodemócrata (CDU), presentó inicialmente una objeción formal al texto, aunque finalmente la retiró tras negociaciones con otros departamentos.
El debate sobre el servicio militar ha estado marcado por las diferencias entre los partidos. Mientras la CDU ha defendido de manera insistente su reintroducción, los socialdemócratas han mostrado más cautela ante una medida que despierta reticencias entre su electorado.
En este contexto, el presidente de la Asociación de las Fuerzas Armadas Alemanas, André Wüstner, reconoció que el borrador supone un paso adelante, pero lo consideró insuficiente. A su juicio, las dificultades persistentes para atraer personal hacen necesario un esfuerzo mayor para garantizar la capacidad operativa del ejército alemán.



