José Luis Ábalos ha elevado la tensión política al lanzar una acusación contra la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, insinuando que la líder de Sumar habría permitido que su residencia oficial fuese utilizada por terceros sin derecho a ello. Lo hizo a través de un mensaje en el que responde a las críticas recibidas y reivindica su papel durante la pandemia.
“Antes de llamarme ‘golfo’, señora vicepresidenta y ministra de Trabajo, mejor sería que recordara qué papel jugó cada uno durante la pandemia de COVID-19”, comienza Ábalos, recordando que fue una de las cuatro autoridades con responsabilidad ejecutiva establecidas durante el Estado de Alarma. Subrayó que tuvo que controlar la movilidad del país y garantizar el abastecimiento de “alimentos o medicinas” a una población confinada, “y de lo que, por cierto, los españoles no tuvieron ningún problema”.
El exministro ha reclamado respeto a la presunción de inocencia pero a la vez ha dejado caer una infirmación muy delicada: "Ya que nos ponemos tan estupendos, quizás usted nos debería aclarar si la vivienda asignada para los ministros y ministras, y sus familias podía ser usada por otras personas sin derecho a ello
Todo esto ocurre en un momento clave. José Luis Ábalos y su exasesor Koldo García se preparan para comparecer ante el Tribunal Supremo, que podría ordenar su ingreso en prisión debido al supuesto riesgo de fuga asociado a las elevadas penas que afrontan. Ambos han intensificado la presión sobre Pedro Sánchez, señalando una supuesta reunión secreta con Arnaldo Otegi previa a la moción de censura de 2018, reunión que tanto Sánchez como el líder de EH Bildu han negado rotundamente.
Koldo fue el primero en apuntar a esa cita: según publicó El Español, él mismo habría llevado a Sánchez y a Santos Cerdán a un caserío en Euskadi para pedir el apoyo de Otegi contra Rajoy. La respuesta fue contundente: “Eso es mentira”, dijo Sánchez.
Otegi también lo negó: “Es rotundamente falso. Yo jamás he estado reunido con Pedro Sánchez”. Incluso prometió dimitir si se demuestra lo contrario. Sin embargo, y pese a todos los desmentidos, este miércoles Ábalos se ha sumado a ese relato.
