El equipo docente de los centros educativos en Andalucía deberá controlar que los alumnos de una clase eviten el contacto con los de la otra durante el próximo curso escolar con el objetivo de reducir la propagación del covid. De esta forma, los alumnos no podrán salir de la clase en ningún momento, serán los docentes los que se desplacen por el centro. Esa es la misión que encomienda la viceconsejería de Educación y Deporte de la Junta de Andalucía al conjunto de profesores, que tendrán que estar pendientes de los niños tanto en el patio como en el tiempo libre entre las clases.
La Junta ha puesto sobre la mesa las reglas básicas para volver al colegio en septiembre en un documento que permite a los centros llevar a cabo una entrada escalonada para evita las aglomeraciones comunes del primer día después de las vacaciones de verano. A su vez, determina que, en el interior de las aulas, los alumnos menores de seis años que formen parte de la misma clase, podrán interactuar entre ellos sin necesidad de respetar las normas de distanciamiento social.
En cambio, a partir de esta edad, los jóvenes y profesores tendrán la obligación de portar las mascarillas en todo momento y siempre que la actividad que realicen no sea incompatible con su uso. Los niños de siete años deberán completar su rutina de esta forma.
Otra de las directrices planteadas consiste en incorporar un equipo covid-19 en todos los centros andaluces que cuente con un coordinador destinado a informar de posibles casos sospechosos al centro de salud. La Junta ha contratado a 826 profesionales para activar el protocolo sanitario si es necesario. En caso de detectar un positivo, la autoridad educativa podría determinar la cuarentena de una o varias clases e incluso del centro al completo, y continuar con la educación a distancia de forma virtual.
Asimismo, se potenciarán las reuniones por videoconferencia para reducir al mínimo los contactos presenciales, de manera que los profesores realizarán de forma telemática la parte del horario no lectivo. También se realizarán las tutorías con los padres de forma electrónica, aunque se atenderá presencialmente, mediante el sistema de cita previa, a las familias con dificultades para acceder a la modalidad virtual.
Desde la Delegación de Educación confían en que el curso sea lo más normal posible dentro de la excepcionalidad que ha provocado el virus y recuerdan que la incorporación a las aulas será presencial a partir del próximo 10 de septiembre que comenzarán las clases los alumnos de Infantil y Primaria.
Además, para afrontar la nueva normalidad en el próximo curso, la Junta incorporará a 8.000 nuevos profesionales, entre docentes y administrativos, y aumentará el personal destinado a la limpieza de los centros de Secundaria, el mantenimiento de los edificios de Primaria corresponde a los ayuntamientos. El Gobierno andaluz invertirá 600 millones de euros para sacar adelante el nuevo curso, de los cuales 50,6 irán destinados a la adquisición de material higiénico-sanitario para los centros públicos, concertados y de educación infantil.
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