La multinacional de telemarketing Konecta sufrió el martes un cierre administrativo por parte de la Policía Local de Bollullos de la Mitación, en Sevilla. El motivo, las denuncias sindicales que indicaban, como en Jerez con la antigua Qualytel, que no se estaban cumpliendo las medidas de seguridad mínimas, como un distanciamiento preventivo entre empleados en plena crisis sanitaria.
Sin embargo, un día después, Konecta ha reabierto este miércoles tras "tomar medidas", indican. Estas medidas han sido comprobadas por la Policía Local de Bollullos, que habla del cumplimiento de la distancia entre empleados y del uso de mascarillas. La empresa sevillana cuenta con una plantilla de 4.000 personan sólo en su provincia de origen, repartidos en cuatro centros de trabajo en La Cartuja, Camas y Bollullos.
Desde la empresa indican que sus labores son esenciales durante el periodo del estado de alarma, toda vez que prestan servicio telefónico a empresas energéticas, telecomunicaciones u otros elementos de especial necesidad en este momento.
El sindicato CGT había lamentado el martes que antes del cierre no se habían tomado medidas para implantar el teletrabajo. La empresa asegura que está en marcha, pero ha dado vacaciones a una gran parte de la plantilla en Bollullos, un centro con 2.000 asistentes telefónicos, mientras anuncia un ERTE que afectará a más de 700 de ellos.
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