Las autoridades de Jamaica emitieron este pasado domingo por la noche una alerta por la amenaza del huracán Melissa, que avanza lentamente hacia la isla con categoría 4 y podría alcanzar la 5 durante la madrugada del lunes 27 de octubre. Los servicios de emergencia advirtieron que varias comunidades podrían enfrentar inundaciones “catastróficas” a medida que el fenómeno se aproxima con fuerza creciente.
Según los modelos del Centro Nacional de Huracanes (NHC), el ciclón probablemente toque tierra en Jamaica durante la noche del lunes, en lo que se prevé será un impacto directo sobre el territorio. El subdirector del organismo, Jamie Rhome, declaró que “ahora parece prácticamente seguro que el núcleo de un poderoso huracán se moverá sobre Jamaica el lunes y el martes”.
Olas de hasta tres metros y vientos destructivos
Los especialistas destacan que Melissa genera olas de hasta tres metros mientras absorbe agua del mar a una temperatura de 29 grados Celsius, con una presión central mínima de 941 milibares, cifra que confirma su fortalecimiento y lo sitúa entre los ciclones tropicales más intensos registrados en el Caribe en los últimos años.
Aunque un eventual ciclo de reemplazo de la pared del ojo podría provocar una ligera disminución en su potencia antes de tocar tierra, los expertos coinciden en que la diferencia entre categoría 4 y 5 tendrá poco impacto real en la magnitud de los daños, dada la extrema energía que arrastra el sistema. Rhome precisó que el huracán provocará vientos destructivos de larga duración, inundaciones severas, cortes eléctricos y de comunicaciones, además del aislamiento de comunidades enteras durante varios días.
Jamaica y el Caribe, bajo amenaza de lluvias torrenciales
El Servicio Meteorológico de Jamaica, dirigido por Evan Thompson, advirtió que Melissa podría convertirse en la tormenta más poderosa que haya afectado al país, con precipitaciones estimadas entre 38 y 76 centímetros, suficientes para causar desbordamientos generalizados y corrimientos de tierra. Las lluvias también afectarán el sur de La Española, donde se ubican Haití y República Dominicana, aumentando el riesgo de desastres humanitarios en zonas vulnerables.
Mientras tanto, en Cuba, el Consejo de Defensa Nacional se reunió bajo la presidencia de Miguel Díaz-Canel Bermúdez ante la posible llegada del huracán, reflejando la prioridad del Gobierno en coordinar un enfrentamiento seguro al fenómeno. Durante la sesión se estableció contacto con las provincias orientales, desde Sancti Spíritus hasta Guantánamo, que ya se encuentran en fase informativa y de alerta. El director del Instituto de Meteorología de Cuba (Insmet), Celso Pazos, informó que la tormenta podría tocar tierra cubana la noche del martes, atravesar el país durante la madrugada y tardar unas 12 horas en cruzar de sur a norte, afectando amplias zonas del oriente cubano.
Más de 110.000 personas están siendo protegidas
La viceprimera ministra Inés María Chapman destacó la compleja situación en las provincias de Granma y Santiago de Cuba, donde la combinación de ríos crecidos, vertimiento de embalses y la pleamar nocturna en el Golfo de Guacanayabo podría agravar el impacto de las lluvias y aumentar el riesgo de inundaciones masivas. Las autoridades locales confirmaron que se están implementando medidas de protección para la población y los recursos esenciales, habilitando centros de evacuación, asegurando el suministro de alimentos y manteniendo canales de comunicación alternativos para enfrentar la emergencia.
La presidenta del Consejo de Defensa Provincial de Granma, Yudelkis Ortiz Barceló, informó que se identificaron 98 zonas críticas y que 110.000 personas –el 15% de la población provincial– están siendo protegidas, de las cuales 66.000 se encuentran ya en centros de evacuación preparados para resistir el paso del huracán.
Por su parte, el Centro de Pronósticos de Cuba confirmó que Melissa mantiene vientos sostenidos de 230 km/h mientras avanza lentamente al oeste sobre el mar Caribe central, al sur de Jamaica. El fenómeno se encuentra a 425 kilómetros al sur-suroeste de Santiago de Cuba y genera fuertes marejadas en el sur de Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo, mientras en el centro y occidente del país persisten nublados y lluvias aisladas bajo la influencia de un sistema de altas presiones continentales.


