La primera iniciativa registrada en el Senado italiano da pistas sobre hacia dónde se dirige, por si había dudas, el rumbo de la política en el país transalpino: una propuesta de ley para “reconocer la capacidad jurídica del concebido", es decir, del feto. Pese a que la máxima responsable del Gobierno, Giorgia Meloni, aseguró que no derogaría la Ley del Aborto, el primer paso es justo en sentido contrario.
El texto está firmado por el vicepresidente del Senado, Maurizio Gasparri, un histórico de Forza Italia, el partido de Berlusconi, que hasta la bocina ha estado presionando a Meloni para formar gobierno. Contará, según recoge el periódico italiano República, con el apoyo del presidente del Parlamento, el ultracatólico, homófobo y antiabortista, Lorenzo Fontana, de Liga Norte), así como el respaldo de la ministra de Familia, Natalidad e Igualdad de Oportunidades, Eugenia Maria Roccella (Fratelli d’Italia, el partido de Meloni), bautizada como la “ministra antiderechos civiles”.
El registro de la propuesta tiene fecha del primer día lectivo de la Cámara Alta, por lo que no se ha aguardado ni a que se configurara el nuevo Gobierno. "El texto anticipa al momento de la fecundación del embrión la tutela de los derechos que ahora se establecen desde el nacimiento (salvo en temas concretos relacionados con la bioética)", recoge el referido rotativo italiano.
“En la práctica supone cambiar la raíz de la ley 194 sobre la interrupción voluntaria del embarazo [vigente desde 1978]”, subraya Simona Malpezzi, líder de los senadores del Partido Democrático. “El contenido de esta propuesta es gravísimo y revela la visión que tiene la derecha de la maternidad y de la libertad y los derechos de la mujer”, ha añadido Valeria Valente, otra senadora del PD, en declaraciones recogidas por República.
La alianza Verdi-Sinistra, Nicola Fratoianni, ha cuestionado, en pleno debate en Italia, si el objetivo de conferir capacidad jurídica al embrión es para "poder acusar de homicidio a cada mujer que decide interrumpir voluntariamente su embarazo".
En una carta enviada al periódico italiano La Stampa, la ministra Roccella, recordó que Meloni "repitió hasta la nausea que no pretende cambiar la ley sobre el aborto, y yo no solo no tengo ninguna voluntad de hacerlo, sino que no tendría ni siquiera el poder, visto que de la aplicación de la Ley 194 se encarga el ministerio de la Salud junto con las regiones". No parece que vaya a cumplirse ese extremo.
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