La Iglesia Católica ya tiene a su nuevo Papa, se trata del cardenal Robert Francis Prevost, de 69 años, agustino y de perfil misionero. Era hasta este jueves obispo de Albano y prefecto del Dicasterio de los Obispos, en Roma, además de presidente de la Pontificia Comisión para América Latina.
Por delante, ser el sucesor de un Francisco que deja un legado muy marcado, aunque nunca llegó a poner en marcha todas las reformas que en un principio parecía que abordaría.
Nacido en 1955, tiene orígenes franceses, italianos... y españoles, como muestra ese segundo apellido Martínez por parte de su madre.
Es matemático de formación, aunque luego estudió filosofía y teología. Al poco de hacerse sacerdote, fue nombrado misionero en Perú, donde pasó muchos años, convirtiéndose en misionero. En 2014 fue nombrado por Francisco obispo de Chiclayo, en Perú.
Muy cercano a Francisco en sus postulados, se espera un Papa continuista en las líneas de apertura, aunque no tanto como habrían sido otras opciones. Se espera ahora un papado largo al ser una elección joven, una persona de 69 años.
Un Papa muy joven
Nacido el 14 de septiembre de 1955 en Chicago, hijo de madre de ascendencia española, ingresó al noviciado de la Orden de San Agustín (OSA) en 1977 e hizo sus votos solemnes en 1981. Cuenta con una amplia formación académica que incluye una licenciatura en Ciencias Matemáticas por la Universidad de Villanova, una maestría en Divinidad por la Catholic Theological Union de Chicago, y una licenciatura y doctorado magna cum laude en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino (Angelicum) en Roma. Su tesis doctoral versó sobre El papel del prior local de la Orden de San Agustín.
Su trayectoria en la Iglesia ha estado marcada por importantes roles y logros y, aunque fue denunciado por una organización de encubrir denuncias de presuntos abusos sexuales contra dos sacerdotes de la diócesis peruana de Chiclayo que dirigió hasta 2023 cuando fue llamado a Roma, estas acusaciones fueron negadas por la diócesis. El periodista peruano Pedro Salinas, que llevó a cabo una investigación sobre la organización Sodalicio de Vida Consagrada, movimiento peruano disuelto en enero por el Papa Francisco, asegura que las acusaciones contra Prevost son "absolutamente falsas".
En 1987 fue elegido director de vocaciones y director de las misiones de la provincia agustiniana de 'Mother of Good Counsel' de Illinois y en 1988 fue enviado a la misión de Trujillo como director del proyecto de formación conjunta de aspirantes agustinos en los Vicariatos de Chulucanas, Iquitos y Apurímac. Allí sirvió como prior de la comunidad (1988-1992), director de formación (1988-1998) y maestro de profesos (1992-1998). En la archidiócesis de Trujillo fue vicario judicial (1989-1998), y profesor de derecho canónico en el Seminario Mayor "San Carlos y San Marcelo".
En 2019, el Papa Francisco lo designó miembro de la Congregación para el Clero en 2019 y de la Congregación para los Obispos en 2020, además de administrador apostólico de la diócesis del Callao. Fue en 2023 cuando fue designado prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina.