El director de la CIA ha rechazado ofrecer datos sobre UC Global, la empresa de Jerez que espió al fundador de Wikileaks, Julian Assange, cuando éste se encontraba en la embajada de Ecuador en Londres refugiado.
Wililiam J. Burns, uno de los cargos más importantes de la seguridad en Estados Unidos, se ha amparado en dos leyes para mantener el secreto en torno a todo lo que rodea a esta situación. Se ha amparado en que "podría causar graves daños a la seguridad" de Estados Unidos, según adelanta El País.
Lo que se investiga es si se violó la intimidad de Assange en el operativo entre la CIA y David Morales, el dueño de la compañía jerezana que trabajaba para la embajada ecuatoriana en Londres, y que habría comenzado a operar en favor de la CIA en la etapa de Donald Trump en la presidencia y de Mike Pompeo en la CIA.
En su declaración, Burns habría declarado ante el juez que aquella misión secreta no puede desvelarse al público. "Admitir o negar que la CIA tenga información implicada en las alegaciones de la demanda podrían causar serios, y en algunos casos, graves daños a la seguridad nacional de los Estados Unidos", indica Burns al juez en una declaración a la que ha tenido acceso el rotativo español, que fue el que investigó el caso.
La empresa de David Morales habría accedido a los móviles y tomaron imágenes de las claves de los dispositivos, algo que sería ilegal. En cambio, el juzgado no entendio que Assange sufrió una violación de la intimidad durante su larga estancia en la embajada ecuatoriana cuando UC Global colocó cámaras y micrófonos en la embajada. Además, habría espiado las conversaciones entre Assange y sus abogados, que se enfrentaban a una petición de extradición a Estados Unidos.
Assange estaba inicialmente acusado de un delito sexual, pero Estados Unidos, y en general la mayoría de países occidentales, han reaccionado contra las masivas publicaciones de cables diplomáticos y otros documentos de carácter reservado en Wikileaks, una web de la que Assange fue fundador.
Actualmente, David Morales está en libertad con cargos tras ser detenido por una investigación de la Audiencia Nacional por haber quebrado los secretos de las comunicaciones, cohecho, blanqueo y apropiación indebida.
En una entrevista con lavozdelsur.es en 2020, Morales rechazó las acusaciones: "Todo lo publicado deja mucho que desear. Parece una película y no lo es, la han montado". Morales habla de "barbaridades sin pruebas" publicadas en medios de comunicación.
"Yo te cuento mi verdad. He trabajado en la embajada, pero todo lo que ha surgido es una historia que se han montado para influir en el juicio de extradición contra Julian Assange", explicaba Morales, que se considera una víctima de la estrategia de defensa de Assange. "No es más que un fake".
Y ha negado repetidamente haber espiado a Assange. "Es completamente falso. En ningún momento se ha hecho ninguna labor que fuera orientada a espiar a este señor. Siempre hemos trabajado bajo las directrices del Gobierno ecuatoriano, teníamos un contrato completamente legal en el que estaban detalladas todas nuestras funciones. En los medios se habla de horas y horas de grabaciones, todo eso es completamente falso".
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