El SAS amenaza con despedir a un albañil que tiene tres operaciones de rodilla y va con bastón

El interino encadena bajas por los problemas en el menisco y por una depresión por la situación en que se encuentra

Ismael Calvillo, en su jornada de trabajo con la muleta en el Hospital de Jerez. FOTO: Cedida
Ismael Calvillo, en su jornada de trabajo con la muleta en el Hospital de Jerez. FOTO: Cedida

Un empleado del SAS asegura que está viviendo una auténtica pesadilla. No es un sanitario, sino un albañil. Ismael Calvillo tiene 46 años pero con menos de 40 sufrió una caída de tres metros, tras la rotura de un falso techo trabajando en una nave, antes de entrar en el SAS, y allí comenzó su calvario. En los años 2016, 2017 y 2018 tuvo que operarse de la rodilla, en total tres intervenciones por problemas en el menisco que achaca a aquel accidente de 2013. Ahora, camina con un bastón y con un bastón acude a trabajar, donde ya ha sufrido una caída hace unos días en el Hospital de Jerez, justo tras su reincorporación

"Yo nunca he pedido dejar de trabajar, nunca lo haría. Lo que reclamamos es una incapacidad permanente, para la construcción, la albañilería. Yo no me niego a trabajar en otra cosa. Ser albañil es mucho tiempo de pie, coger peso, agacharte, salir, levantarse...". Pero esa reclamación interna en el SAS no ha servido para mucho. "Pedí mi adaptación del puesto de trabajo. Me aceptó que no subiera más de 30 minutos escaleras, que no subiera andamios, y cuatro tonterías más". Con bastón, pocos días después de su reincorporación, arreglando una arqueta sufrió una caída, se resbaló en el suelo por el agua que salía. "Tengo un parte del accidente", subraya. "A raíz de eso le he vuelto a hacer la petición a la dirección. No me han contestado. Ni me van a contestar".

De hecho, ahora le han abierto un expediente para que le sancionen. "Lo piden porque estuve faltando, porque estaba malo, entre diciembre y febrero". Una sanción de empleo y sueldo de dos años, nada menos, que podría derivar incluso en su despido. "Ahora lo van a mandar a Sevilla". Y lamenta que, mientras son los propios médicos del SAS los que le atienden y operan, el mismo SAS le pide reincorporase como si nada hubiera pasado.

"Me dicen que soy joven para ponerme una prótesis. Me han inyectado ácido hialurónico", explica, "y me dicen que vuelva a los seis meses, pero al final no son seis meses, es un año, y me duele". Esas bajas por lesiones han sido también por ansiedad, la que le genera saber que tiene que trabajar con dolores. "He estado con pastillas muy fuertes y sigo con ellas, con depresión, sin dormir".

En su reclamación para la modificación de funciones, dirigida al gerente, Miguel Ángel Ortiz de Valdivielso, Calvillo reclama una visión más realista de sus posibilidades en el centro de trabajo, acorde a su padecimiento. Tiene pocas esperanzas y asume que el asunto tendrá que seguir peleándolo. Para ello tiene una abogada. "Van a por mí porque el INSS (Seguridad Social) y la Unidad Médica de Valoración de Incapacidades me dan el alta, entonces no quieren saber nada. Les da igual lo que te pase, si tienes un accidente trabajando o lo que sea", remacha.

Sobre el autor:

13041406_10209539677272942_2430658523840188634_o

Pablo Fdez. Quintanilla

Licenciado en Periodismo y Máster en Comunicación Institucional y Política por la Universidad de Sevilla. Comencé mi trayectoria periodística en cabeceras de Grupo Joly y he trabajado como responsable de contenidos y redes sociales en un departamento de marketing antes de volver a la prensa digital en lavozdelsur.es.

...saber más sobre el autor

Archivado en:

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído