El Servicio Andaluz de Salud (SAS) necesitó durante el segundo trimestre de 2019 una inyección de 322 millones de euros para cubrir sus gastos, de los que 88 millones fueron detraídos de los presupuestos de otras consejerías y agencias y organismos de la Junta de Andalucía, como publica El Mundo, que informa de que la mayoría de ese dinero extra procedía del presupuesto de la Consejería de Salud y Familias, que pretendía destinarlo a adquirir material, maquinaria o a edificios públicos.
La Consejería de Empleo aportó 24 de los 87 millones recibidos por el SAS de otras consejerías, a los que hay que sumar otros seis millones de euros procedentes del Servicio Andaluz de Empleo (SAE). La Consejería de Hacienda aportó seis millones de su presupuesto, a los que hay que sumar otros tres millones de la Agencia Tributaria. La Consejería de Fomento destinó unos siete millones de euros; Igualdad, casi seis millones; Economía, unos cinco millones; y Cultura, unos 4,4 millones de euros; a los que hay que sumar unos 15 millones procedentes de la deuda pública de la Junta de Andalucía.
El agujero en las cuentas del SAS se constata en los expedientes de estas modificaciones presupuestarias, motivadas principalmente por el pago de las nóminas y, en segundo lugar, por el gasto farmacéutico. La mayor modificación aprobada en el último semestre de 2019, en septiembre, supuso una transferencia de 234 millones de euros para cubrir el coste en personal del plan de choque de las listas de espera que puso en marcha el consejero de Salud.
La segunda modificación de mayor calado del presupuesto sanitario, en diciembre, supuso 24 millones de euros para la dispensación de medicamentos subvencionados en las farmacias, de los que 21 millones fueron a pagar la factura farmacéutica. Las modificaciones se acumularon a finales de año, de hecho, cinco de las seis modificaciones del presupuesto se concentraron en diciembre para así ajustar las cuentas del SAS.
El Gobierno andaluz de PP y Cs, con esta seis modificaciones presupuestarias, ha intentado maquillar las cuentas del SAS, desbocadas por el coste en nóminas motivado por el plan de choque quirúrgico anunciado por el Ejecutivo, y el gasto en material y en medicamentos, que han obligado a realizar varias modificaciones en los presupuestos de la Junta de Andalucía, aprobados a mediados de año.
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