Los rectores de las diez universidades públicas andaluzas emitieron este miércoles un comunicado que, de nuevo, es un pulso al que fuera uno más de ellos, José Carlos Gómez Villamandos, consejero de Universidad de la Junta. La relación con el cordobés no es buena. Porque, si bien algunos quisieron ver en 2022 un deseo del Gobierno andaluz de tender puentes con las universidades al elegir para la Consejería a uno de ellos -fue rector de la UCO y hasta presidente de los rectores a nivel nacional-, finalmente cundió una decepción que rayó lo personal.
Villamandos ha sido protagonista del desembarco definitivo de varias universidades privadas, cambiando para siempre el panorama de los estudios superiores en Andalucía. Un proceso que comenzó con el PSOE, pero se ha multiplicado con el PP. La enseñanza privada ha vivido o vive un momento de expansión, especialmente en enseñanzas a distancia porque esa demanda no está cubierta por lo público de forma clara, aunque también en el régimen presencial. Esto último, gracias en parte a la presencia de titulaciones para las que hacen falta notas altas en la pública, y el caso más paradigmático es Medicina, que ya se ofrece en Sevilla.
En su último comunicado, los rectores agradecen a la Junta que "haya aceptado más del 90% de las solicitudes realizadas desde el sistema universitario público andaluz" para la creación de nuevos grados y posgrados. "Dicha decisión supone un importante avance para nuestra futura programación académica, y pone fin al estancamiento que sufría el sistema andaluz desde los acuerdos de Jaén en el año 2010". En total, "186 nuevas titulaciones de grado y posgrado".
Dentro de esas, a subrayar son las del sector STEM, de cienca y tecnología "con una elevada tasa de empleabilidad". En un mundo futuro marcado por la inteligencia artificial, por mencionar solo una de esas revoluciones, las universidades públicas necesitaban ampliar ese catálogo en lugar de optar por títulos clásicos.
Y si son 186 nuevos grados y posgrados para la pública, aceptando nueve de cada diez propuestas de las universidades, ampliando el abanico y casi dando carta blanca a todo lo que se le proponía, la Consejería de Villamandos ha aceptado también 64 títulos en la privada. ¿Qué supone?
Según los rectores, a estas universidades "no se les ha aplicado el mismo criterio que a las públicas, como en lo relativo al equilibrio territorial y la no reiteración en la oferta de enseñanzas que marca el Decreto 154/2023". "Esta desigualdad de trato se evidencia en que la mayoría de los títulos que impartirán las privadas son duplicidades de títulos que ya existen y están consolidados en las universidades públicas", añaden.
Esto, en el corto plazo, apunta a que bajará la nota media necesaria para acceder a los títulos en la pública. Pero, a la vez, ofrece un panorama, según los rectores, de incertidumbre respecto a lo que provocará en el "desarrollo económico y social de Andalucía". Porque un exceso de titulados en ciertas materias, o una falta de profesionales en otra, modificará sustancialmente hacia dónde irá la comunidad. La asociación andaluza de rectores, entonces, teme falta de previsión.
Su apuesta es una "estrategia universitaria andaluza única y global". Y no hablan en sí mismo de que esta oferta deba ser solo pública. Lo que achacan es que se ha dado también vía libre a las privadas sin pensar en qué consecuencias tendrá a largo plazo para Andalucía el tener esa vía abierta. Piden una estrategia unificada que "incorpore todas las necesidades presentes y futuras de la sociedad y del tejido productivo, y actualice la oferta académica pública y privada atendiendo al interés general de los andaluces y andaluzas".
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