Los resultados de PISA siembran dudas sobre la gestión educativa de la Junta

El PSOE andaluz ha aprovechado los malos resultados de los alumnos andaluces para abrir otro frente contra el Gobierno de Juanma Moreno tras la crisis con la sanidad

Juanma Moreno, presidente de la Junta, en un colegio de Andalucía.
Juanma Moreno, presidente de la Junta, en un colegio de Andalucía.

Si hasta hace unos días el principal frente abierto que tenía el Gobierno andaluz que preside Juanma Moreno era el sanitario, los resultados conocidos del Informe PISA, donde Andalucía es una de las peores comunidades autónomas en todos los apartados, han provocado que el principal partido de la oposición, el PSOE, siembre dudas sobre la gestión de la Junta de Andalucía en Educación. No obstante, hay expertos que advierten de que este informe está sesgado y que, por lo tanto, no es la mejor forma para medir la situación del sistema educativo.

La Junta de Andalucía, a pesar de que reconoció que los resultados no eran buenos para la comunidad, salió al paso de los datos publicados afirmando que el sistema educativo andaluz resistía mejor que el de otras comunidades el impacto de la pandemia. La Consejeria de Desarrolo Educativo justificó de esta forma que los alumnos andaluces estuvieran a la cola de España tanto en matemáticas, con 457 puntos; como en comprensión lectora, con 461, y en ciencias, con 473 y tan sólo mejorasen ligeramente respecto a años anteriores en esta última disciplina.

"Es evidente que no son buenos resultados, pero el contexto de la pandemia sí nos permite ver que Andalucía ha resistido mejor que la mayoría de los sistemas que tradicionalmente han tenido buenos datos Los indicadores generales del sistema educativo andaluz han mejorado notablemente en los últimos cinco años, no sólo en términos absolutos sino también en comparación con otras comunidades", explicó la Junta, quien defiende que Andalucía se está acercando a la media nacional.

Esas palabras, sin embargo, no han sido suficiente para la oposición. El PSOE, tras la crisis que está sufriendo el Gobierno andaluz con la gestión sanitaria, ha puesto ahora el foco en la otra gran competencia que tienen los gobiernos regionales: la educación. Además, el debate se abre pocos días antes de que el Parlamento de Andalucía tenga que aprobar de forma definitiva el Presupuesto para 2024, donde la Educación tiene un peso importante.

En concreto ha sido la diputada María Márquez la que se ha encargado de hacer grandes reproches al Gobierno de Juanma Moreno sobre los resultados obtenidos. Según los socialistas, la eliminación del refuerzo Covid en las aulas hace ya dos cursos hace que no tenga sentido decir que "esto es como consecuencia de la pandemia si precisamente la Junta de Andalucía, con otra mano, ha eliminado todos los recursos extraordinarios que llegaron a los colegios andaluces con motivo del Covid". De hecho, el PSOE considera una "tomadura de pelo", las explicaciones de la Consejería de Desarrollo Educativo.

La portavoz socialista ha aseverado que "Andalucía no se puede permitir este retroceso en tan solo cinco años del PP" en el Gobierno de la Junta, y en esa línea ha enfatizado que "a los andaluces nos ha costado muchísimo trabajo", y "más que al resto, conseguir buenos datos, mejorar en el ámbito educativo, y no nos podemos permitir, en tan solo cinco años del Gobierno del PP, sufrir este retroceso".

Aprovechando el debate para aprobar el Presupuesto, desde el PSOe proponen la "bajada de ratio, garantizar el derecho a una educación pública de calidad al alumnado más vulnerable, contratar a 15.000 docentes". Precisamente, la bajada de ratio generalizada ha sido rechada ya en más de una ocasión a lo largo de la legislatura por el Gobierno andaluz a pesar de que una Iniciativa Legislativa Popular recogió más de 40.000 firmas para que se pudiera debatir en el Parlamento.

El descenso del abandono escolar, principal baza del Gobierno

En el Debate del Estado de la Comunidad, Juanma Moreno apenas dedicó unos minutos a la Educación, algo que provocó cierto malestar en la oposición. Sin embargo, usó ese tiempo para referirse a un apartado del que presume habitualmente la Junta de Andalucía para defender su estrategia y gestión del sistema educativo.

Uno de los principales argumentos del Gobierno andaluz es la reducción de la tasa de abandono escolar. Un dato que era muy alarmante hace unos años y que poco a poco ha ido mejorando. En los últimos años, Andalucía la ha reducido en siete puntos y está a punto de situarse en datos de la media nacional. Por su parte, la tasa de titulación de los jóvenes de 16 a 24 años ha aumentado en 5 puntos desde 2018 llegando hasta el 87,5%.

La polémica del cierre de líneas

A pesar de la defensa que realiza el Gobierno, los datos que manejan los sindicatos son muy distintos. Ustea ha denunciado esta misma semana que Andalucía tiene 486 clases menos que el curso pasado, solo en Infantil y Primaria.

La cifra aumenta más si miramos la tendencia de los últimos años. El mismo sindicato señala que desde la llegada del PP al Gobierno andaluz, la red de centros públicos ha perdido 1.943 clases, mientras la enseñanza concertada mantiene su oferta intacta y el presupuesto en conciertos para 2024 superará los 1.000 millones por primera vez en la historia. Frente a este modelo, Ustea reclama el blindaje de la Educación Pública, la recuperación de las unidades escolares suprimidas y una bajada de ratio en los colegios e institutos.

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Emilio Cabrera.

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