El presidente de la Junta, Juanma Moreno, ha acudido a la toma de posesión del nuevo rector de la Universidad de Huelva, José Rodríguez, en el Palacio de San Telmo. Un acto donde ha incidido en la financiación extraordinaria que el consejero de Universidad, José Carlos Gómez Villamandos, ya anunció hace dos semanas: unos 15 millones adicionales. Ha sido el punto de partida para alcanzar un acuerdo con los rectores, un colectivo absolutamente 'díscolo' con el Gobierno de Moreno, y que incluso deslizó la posibilidad de ir a los tribunales por el cumplimiento de acuerdos en materia de financiación. La cuenta se elevó hasta alrededor de 100 millones y la Junta pactó 15 en marzo.
Moreno ha defendido que la financiación para el funcionamiento de los centros universitarios públicos es de 1.726 millones, más una partida extraordinaria, que en total serán de 21 millones. "Tras años de reivindicación, nuestras universidades cuentan con un nuevo modelo de financiación que les da plena certidumbre económica y les permite seguir creciendo y ser más eficientes", señalaba Moreno.
Pero la UMA, la universidad con el mayor agujero económico de entre las públicas de Andalucía, ha elevado la voz de alarma. Hace unos meses, la Junta pactó con Málaga una financiación prácticamente sin intereses y plazos de pago muy ventajosos. El objetivo era resolver un problema económico de mucho tiempo atrás.
Pero ahora su rector, Teodomiro López, habla de una "infrafinanciación estructural" que viene de tiempo atrás, un déficit de unos 59 millones de euros cada año. La Junta entrega por estudiante en la UMA 6.267 euros cada curso, 678 euros por debajo de la media andaluza y a una distancia de 1.664 euros respecto a la universidad pública mejor financiada de la comunidad autónoma, según los cálculos de López. "En el ámbito regional, somos la segunda peor financiada entre las andaluzas". "No reclamamos privilegios, sino un trato justo y proporcional".
Y todo esto llega cuando si bien parece que los rectores han levantado el pie del acelerador sobre su reclamación de financiación, han sido muy críticos con las puertas abiertas a las universidades privadas. Se han dado casos como que Jaén y Granada no reciban permiso de la Junta para ofrecer el grado de Ingeniería Biomédica, mientras que una privada como es la Loyola Andalucía sí lo tiene. Ya pasó con CAFD (antiguo INEF) en Córdoba, que lo imparte CEU Fernando III.


