Así es la Escuela Infantil Rocinante de Jerez, 100% pública y con cocina propia: "Para los niños es una prolongación de su casa"

El método pedagógico del centro se basa desde hace 7 años en los principios metodológicos de las escuelas de Reggio Emilia, que defienden el aprendizaje mediante el juego y la reproducción de la vida cotidiana

La plantilla de educadoras de la Escuela Infantil Rocinante de Jerez, este miércoles.
La plantilla de educadoras de la Escuela Infantil Rocinante de Jerez, este miércoles. CANDELA NÚÑEZ

En la bajada de San Telmo, en una zona tranquila y muy lejos de esos estereotipos que suelen difundirse sobre el Distrito Sur, se halla una escuelita con más de 40 años de historia. Un centro de aprendizaje con un método pedagógico puntero, unas instalaciones muy bien equipadas, una cocina autogestionada que huele que alimenta, y todo el amor y el cariño incontestable de su comunidad de trabajadoras. La Escuela Infantil Rocinante, en la calle Amistad, es una de las más longevas de Jerez de la Frontera y uno de los escasos centros de educación de 0 a 3 años en el municipio que es 100% público.

Construido en 1979, este centro público regido al completo por la Junta de Andalucía ofrece una oferta educativa de 0 a 3 años basada en el aprendizaje a través de la práctica personal, promoviendo la autonomía de sus alumnos.

Pese a su antigüedad, la escuela está muy bien acondicionada en su interior y cuenta con cinco aulas cada una con un cuarto de baño completamente adaptado para niños, una cocina autogestionada, un comedor, un patio exterior con huerto. Tanto el edificio como el personal dependen enteramente de la Junta de Andalucía, por lo que es de las escasas escuelas infantiles 100% públicas del municipio.

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Una planta de guisantes en el huerto de la escuela.   CANDELA NÚÑEZ
María Prieto, directora del centro, explica que tienen unas instalaciones "de lujo", si bien algunas de ellas no han podido ser utilizadas como hubieran querido estos últimos dos años a causa de la pandemia del covid-19. Uno de los aspectos a los que más ha afectado la dichosa pandemia es al de las solicitudes de cara al próximo curso. “Desde la pandemia estamos viendo que existe un descenso de la natalidad. Además creo que aún las familias están un poco reacias a traer a los niños a los centros”, comenta.
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La directora del centro, María Prieto.   CANDELA NÚÑEZ

El plazo ordinario de matriculaciones acaba el próximo día 3 de mayo. A partir de entonces, y hasta final de curso, el sistema de admisión seguirá activo, pero ya no se regirá por la puntuación sino por el orden de reclamación. “Ahora mismo no tenemos la demanda que esperábamos. Ojalá esta última semana aparezcan las familias y soliciten muchas plazas”, expresa la responsable de la escuela jerezana.

En cualquier caso, y tal y como explica la directora “la Junta siempre ha sido flexible en estos temas y se puede solicitar una reconversión de plazas en función de las solicitudes que recibamos. Estamos a la espera de ver la demanda que tenemos”.

Actualmente, la escuela infantil Rocinante cuenta con un aula de 0 a 1 años, otra de 1 a 2, y tres para los pequeños y pequeñas de 2 años. En cuanto a la ratio de cada clase, la de 0 a 1 años cuenta con seis niños; la de 1 a 2, con diez; y las de 2 años, con quince. María tiene claro que la mejor forma de educar a los pequeños es mediante grupos reducidos. “Normalmente dividimos las clases en dos grupos, a veces en tres para realizar las actividades. La atención en grupos reducidos es más fácil y eficaz”.

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Los niños pueden pintar con pinceles o experimentar con diversos utensilios.   CANDELA NÚÑEZ
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Miriam Macías, educadora de la escuela.   CANDELA NÚÑEZ

El centro cuenta con una cocina gestionada directamente por sus trabajadoras y el desempeño es laborioso. “Hacemos la comida diariamente, teniendo en cuenta las alergias, intolerancias y necesidades de cada niño según su edad”, explica.

Además hay que tener en cuenta que a estas edades los niños cambian muy rápido. Es por ello que el menú de cada uno puede ir cambiando a lo largo del curso. “Hay que respetar el momento evolutivo en que se encuentra cada niño y cómo lo traen sus padres. Puede haber algunos que aún comen triturado mientras que otros de su clase ya comen sólido o pueden tomar primer y segundo plato”. Estos menús se elaboran mensualmente y están en conocimiento de los padres, quienes además cuentan con propuestas para complementar la alimentación de sus hijos en la cena.

En esta línea, Miriam Macías, educadora del centro, señala que “siempre respetamos cómo vienen en septiembre de casa y poco a poco vamos probando más”. La meta que buscan alcanzar es la de conseguir que los pequeños sean autosuficientes en la medida de lo posible y que vayan dando pasos hacia adelante. Como comenta, “al final acaban comiendo solos, sin mancharse y recibiendo una alimentación lo más variada posible, siempre teniendo en cuenta las recomendaciones de la Consejería de Salud”.

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Otra de las zonas de un aula de Rocinante.   CANDELA NÚÑEZ

La metodología de la Escuela Infantil Rocinante tiene su origen en las escuelas infantiles de Reggio Emilia (Italia), que comenzaron a funcionar después de la Segunda Guerra Mundial. Miriam explica que el cambio en su forma de trabajar se transformó hace 7 años. “Nuestras compañeras viajaron a Reggio Emilia para visitar las escuelas y desde entonces funcionamos así. Lo principal es el niño y la niña, respetamos sus necesidades y sus tiempos, y basamos el aprendizaje en el juego y en la vida cotidiana”.

Es por ello que las distintas aulas cuentan con varias zonas destinadas a que los pequeños se sumerjan en las situaciones propias del día a día, como el rincón del escondite, el de la biblioteca o una minicocina donde en pequeños grupos se sientan a desayunar. “Lo que buscamos es que la escuela sea una prolongación de la casa, de modo que todas las actividades que realizamos tienen que ver con el día a día de los niños incidiendo en su autonomía”, dice Miriam.

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El patio está dividido en secciones para cada grupo burbuja.   CANDELA NÚÑEZ

Asimismo, el hecho de dejarles cierta libertad puede repercutir en que vayan aprendiendo unos de otros. Tal y como afirma la educadora, “el descubrimiento que puede hacer un niño será diferente al que haga otro. Ese aprendizaje significativo va a tener un valor para él porque no es una simple transmisión de conocimientos. Van aprendiendo por sí mismos y por imitación de los compañeros. Se enriquecen entre ellos”.

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Las aulas cuentan con distintos rincones.   CANDELA NÚÑEZ

Una de las prácticas que tuvieron que frenar con el inicio de la pandemia, y que ahora están recuperando, fue la de mandar a los pequeños a hacer recados. “Nosotros promovemos su autonomía mandándoles a la cocina a llevar las comandas, venir a por los baberos y repartirlos a sus compañeros, estamos empezando a trabajar el poner la mesa, el servirse solos y regular su propio apetito…”, comenta la educadora, quien añade que “poco a poco estamos empezando a recuperar determinados automatismos que teníamos antes de la pandemia. Ahora lo que toca es disfrutar de ellos y con ellos”.

Lo cierto es que resulta muy llamativo ver a niños tan pequeños estar sentados en la mesa comiendo solos sin mancharse o que respeten su espacio en el patio, ya que las normas sanitarias no les permiten mezclarse con los de otras clases.

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Otra de las clases del centro.   CANDELA NÚÑEZ

Miriam reconoce que en ocasiones se sigue sorprendiendo de lo obedientes y respetuosos que son, pero remarca que eso mismo demuestra que el sistema que siguen funciona. Por eso asegura que su plan de futuro es el de profundizar aún más en esta metodología. “Nos alegra que los niños estén tan contentos y ver que vamos obteniendo tan buenos resultados. Tenemos que seguir en esta línea”, señala orgullosa en uno de los referentes educativos en Jerez desde la más tierna infancia.

Sobre el autor:

Pablo Mata

Pablo Mata

Periodista, graduado en la Facultad de comunicación de Sevilla en el año 2020. Miembro de la Asociación de Prensa de Jerez. He hecho prácticas y colaborado en varios medios para ganar experiencia. También escribo en mi propio blog sobre mi pasión, el deporte, y ahora tengo la oportunidad de aportar mi granito de arena en lavozdelsur.es.

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