Un nuevo golpe a la educación pública andaluza. La Consejería de Educación de la Junta de Andalucía ha eliminado el programa de auxiliares de conversación nativos para el próximo curso. Esta situación, que afecta desde Primaria hasta Bachillerato en los centros bilingües y a las Escuelas Oficiales de Idiomas, ha generado indignación entre los docentes de estos centros, que califican la medida de “grave” y “perjudicial”.
Durante años, estos centros han contado con jóvenes nativos, recién graduados, que pasaban ocho meses en Andalucía, ayudando al alumnado a mejorar su nivel de inglés, francés u otras lenguas extranjeras. A cambio, mejoraban su español y se empapaban de la cultura local. Sin embargo, para el curso que comienza en septiembre, esa figura desaparece por completo de las aulas públicas andaluzas. "Ningún alumno de la educación pública andaluza podrá ya contar con la posibilidad de practicar en clase el idioma con hablantes nativos", sentencian.
“Llevo 17 años coordinando a estos auxiliares y he visto de primera mano el enorme beneficio que han supuesto para el alumnado y también para el profesorado”, lamenta una docente andaluza. Muchos de esos jóvenes, cuenta, incluso, han mantenido el vínculo con los centros años después, colaborando en intercambios escolares desde sus países de origen ya como docentes.
El malestar va más allá de la pérdida de este apoyo en el aula. Los profesionales critican que esta decisión se enmarca en un proceso de deterioro progresivo de los servicios públicos, muy especialmente en la educación y la sanidad. “Es una vuelta de tuerca más”, denuncian, dirigiendo sus críticas al presidente andaluz, Juanma Moreno.
Un programa que existe desde hace 20 años
Según denuncian los docentes, la apuesta por el bilingüismo lleva años "en retroceso". Citan el aumento de la carga lectiva del profesorado o la supresión de reducciones horarias como señales de que la administración ya no apuesta por este modelo educativo. La eliminación de los auxiliares, aseguran, puede ser un golpe definitivo. "El motivo es que hasta ahora el sueldo que percibían se disfrazaba como ayuda o beca, y un tribunal ha dicho que eso es una relación laboral y ante la disyuntiva de aumentar los costes y dar de alta a los auxiliares o cepillarse el programa, la Junta de Andalucía ha optado por lo segundo", sostienen.
El programa de bilingüismo andaluz se puso en marcha en 2005 y supuso una mejora notable en la internacionalización de los centros públicos. Su objetivo era que cualquier alumno, sin importar su ubicación geográfica o situación socioeconómica, pudiera acceder a una formación bilingüe de calidad. En ese contexto, la figura del auxiliar nativo ha sido clave.
De hecho, más de mil centros docentes públicos en Andalucía impartieron enseñanzas bilingües en el curso 2023/24, cuando se registró la cifra de 1.264 centros bilingües, lo que supuso un incremento de 14 respecto al año anterior.
"El programa bilingüe tiene muchas luces y muchas sombras, qué duda cabe, pero la presencia de los auxiliares suponía un plus muy importante. Su supresión supone un golpe, que si no se remedia, puede ser definitivo. El que quiera una educación con nivel, que se rasque el bolsillo y los lleve a centros privados. Seguro que Juanma el moderado se lo bonifica con impuestos”, concluyen con ironía los docentes.
La Junta explica que Andalucía es un caso único en España
Desde la Consejería de Educación, alegan que el programa es de competencia estatal, no autonómica, y que el Gobierno central ha cambiado las condiciones de participación solo para Andalucía, generando un “agravio comparativo inexplicable” con el resto de comunidades. La Administración señala que la situación ha estallado debido a una falta de coordinación entre los Ministerios de Educación, Trabajo y Exteriores.
El Ministerio de Trabajo considera ahora a los auxiliares como trabajadores y no como estudiantes, a pesar de que llegan a España mediante acuerdos bilaterales como estudiantes becados. La inspección de Trabajo ha levantado a Andalucía acta de infracción por 5 millones de euros por no dar de alta el curso pasado a los auxiliares en la provincia de Sevilla. "Eso, pese a que el programa es competencia exclusiva del Ministerio de Educación, que es quien establece sus bases, selecciona a los candidatos y financia una parte del mismo, sin que las Comunidades tengan la posibilidad de intervenir en el proceso", señala la consejería.
Incluso la Abogacía del Estado sostiene que los auxiliares son estudiantes, no empleados. Pero Trabajo insiste en lo contrario, y Andalucía ha sido la única comunidad en recibir una exigencia tan estricta.
La Junta afirma haber solicitado formalmente al Ministerio de Educación que resolviera la situación para poder mantener el programa sin alterar su naturaleza original. La Consejería envió una carta a la ministra Pilar Alegría solicitando su intervención directa con el Ministerio de Trabajo. Pero no ha habido respuesta efectiva.
"Lamentablemente, no lo han solucionado. Insistían en que era necesario dar de alta en la Seguridad Social a los auxiliares, algo totalmente paradógico cuando llegan a España como estudiantes, y además, no es la Consejería de Andalucía quien los trae, ni los selecciona. Y es del todo inexplicable que solo exijan a Andalucía ese requisito", exponen desde la Junta.
El Gobierno andaluz asegura que su voluntad es recuperar el programa en cuanto se restablezcan las condiciones previas, es decir, auxiliares como estudiantes becados, no como empleados laborales.




