Suena un hilo musical que transporta la mente a cualquier reunión de amigos en África. El ritmo envuelve un establecimiento ubicado a escasos metros de la calle Larga. En pleno centro de Jerez acaba de nacer el primer restaurante africano de la zona donde poder probar la comida que reposa en las mesas de las familias africanas cada día.
“Cuando llegamos no había muchos restaurantes de fuera, pero ahora hay muchos y pensé, ¿por qué no hay de África? También tenemos comidas muy ricas y las quiero presentar”. Es la voz de Helen Okusi, nigeriana criada en Londres, y creadora de este espacio que se inauguró el 31 de marzo de este año. Para ella, es una forma de representar sus orígenes, de divulgar la gastronomía de su país, pero también su nueva forma de ganarse la vida en una ciudad a la que llegó hace 17 años, embarazada y con ilusión.
Sin borrar la sonrisa de su rostro, Helen cuenta su historia desde el local donde cocina con mimo desde hace dos meses. Cuando era pequeña, sus padres se mudaron a Londres, donde se formó como abogada y procuradora. “Una familia amiga nos recomendó viajar a Chiclana y un día visitamos Jerez, nos gustó mucho y decidimos comprar un piso para venir de vacaciones”, recuerda. Corría el año 2006 cuando la pareja, tras una intensa búsqueda, se enamoró de una casa antigua a la que, en poco tiempo, se mudaron.
“Nuestra familia se sorprendió mucho porque no teníamos ningún plan y no hablábamos nada de castellano”, dice la nigeriana, que reconoce que fue una “decisión impulsiva” de la que no se arrepiente. En un principio, se dedicó a la crianza de sus tres hijos -“más jerezanos que ingleses” -y a ayudar a su marido en la agencia de empleo que fundó. Pero, con el tiempo, comenzó a teletrabajar en una empresa de Derecho con sede en Madrid en la que ha estado más de ocho años hasta que, en julio de 2022 pensó cambiar de aires. Así, ha iniciado una nueva aventura en el sector Servicios, donde se ha producido un descenso de desempleo en toda Andalucía, que ha liderado la bajada de paro en España. Según los datos publicados este jueves por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, en la comunidad autónoma se han registrado 20.551 parados menos, manteniendo 713.840 parados.
Helen no es una de las 25.030 personas que aún continúan en desempleo, siendo esta a cifra más baja de desempleados en la ciudad desde noviembre de 2008. Jerez ha liderado este descenso en la provincia de Cádiz.
"Quería estar más involucrada en la comunidad"
Ella, junto a su equipo, en su mayoría procedente de otros países como Italia, se esfuerzan desde el restaurante para tener un sueldo digno a fin de mes. “Estaba buscando algo que no fuera ver un ordenador todos los días, ya mis hijos están en la universidad y quería algo que me hiciera estar más involucrada en la comunidad”, explica esta abogada que da un salto a los fogones gracias a su pasión. Conocimientos culinarios que aprendió en el seno de su familia. “Mi madre siempre ha tenido tiendas de pescado y se ha dedicado a esto. Tengo experiencia en cocinar para la familia y en fiestas grandes”, añade.
En 2019 se unió a la plataforma Jerez-África y, desde entonces, divulga su cultura en distintas actividades. Cada 25 de mayo celebra el día de África, donde se encarga desde el año pasado de cocinar la comida típica para todos los participantes. “Todo el mundo me pedía platos en casa. Hay necesidades de este comida aquí”, comenta la hostelera, que no solo ha impulsado una opción más para saciar el apetito sino un lugar donde escuchar el estilo musical con más arraigo en Jerez.
Según comparte, pronto obtendrá los permisos necesarios para poder ofrecer actuaciones de flamenco. “Desde que llegué me encantan las bulerías. Hay algo que se parece a la música de mi país, hay una conexión entre África y el flamenco, hay investigaciones que lo dicen”, explica sentada en una de las mesas donde se puede disfrutar de esta fusión entre flamenco y platos africanos.
Además de espectáculos, también le gustaría dar clases de baile africano o participar en la organización de eventos en la plaza, donde pronto instalará una terraza. En la cocina huele que alimenta mientras Helen prepara platos de tres países de África, de Nigeria, Senegal y Marruecos. Acaba de sacar una de las estrellas de la casa, el arroz Jollof, acompañado de plátano frito. “Siempre hay una discusión entre Nigeria y Ghana para ver quién lo hace mejor, aunque originalmente sea de Senegal”, explica sujetando Hoummous de Marruecos con la otra mano.
En su carta también incluye pastela de pollo marroquí, garbanzos al curry con calabaza o Akra, un plato común de Nigeria que consiste en buñuelos fritos aliñados de judías, cebollas y guindillas. Otra de las opciones es Zaalouk marroquí, ensalada de berenjenas con un sofrito de tomate y ajo condimentado con pimentón dulce y limón. Comida casera hecha por manos autóctonas.
“Lo único que no hacemos es cerdo. Yo soy cristiana pero hay muchas personas musulmanas que no lo comen. Tenemos carnes halal de buena calidad”, explica esta amante de la bulería que pone en valor la gastronomía de su tierra al compás de una guitarra flamenca.
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