Uno de los principales debates fiscales que han tomado fuerza en los últimos años ha sido sobre el Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Un tributo que muchos consideran injusto ya que creen que supone pagar en dos ocasiones por el mismo bien. La primera en vida y la segunda tras la muerte, aunque en esta ocasión ya se harían cargo los herederos.
La derecha ha conseguido un vocabulario muy potente para convencer a la sociedad de que este impuesto no sólo es perjudicial, sino que, como se afirma en muchas ocasiones, es injusto. La escuela republicana de Estados Unidos fue la primera en dar batalla sobre esta cuestión calificando el tributo como "el impuesto a la muerte". Como muchos otros eslóganes, terminó cruzando el charco.
No fue el motivo principal, pero sí uno de los granitos que permitió a Juanma Moreno llegar a San Telmo. Su triunfo en las elecciones coincidió con una época donde habitualmente salía en televisión alguna persona que tenía que elegir entre la herencia de un ser querido o la ruina. Esas historias lacrimógenas luego tenían muchos matices. Pese a todo, el Gobierno socialista de Susana Díaz ya había elevado el umbral para tributar hasta el millón de euros por heredero después de pactarlo con Ciudadanos en la última legislatura del PSOE.
Dentro de la 'bajada masiva de impuestos' que anunció Juanma Moreno una de las medidas estrellas era bonificar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones al 99% para los familiares de primer grado de consanguinidad. Desde 2019 este tributo rige bajo estas condiciones en Andalucía. Sin embargo, pese a que uno de los anuncios era que nadie más se iba a ver obligado a renunciar a una herencia, las renuncias se siguen produciendo.
Cinco años después de esa gran rebaja fiscal, que recientemente también se trasladaría, aunque en menor medida, a hermanos, tíos y sobrinos, Andalucía es la comunidad autónoma donde más reunicias a herencias se produjeron durante el año 2023. El dato viene de un informe publicado por el Consejo General del Notariado, que analiza las cifras año tras año.
En la comunidad que preside Juanma Moreno se rechaza una de cada cinco herencias. En el año 2023 se renunció en la comunidad a 11.067 de las 53.327, es decir, algo más del 20%. En segundo lugar estuvo Cataluña, que sí mantiene este impuesto y que, precisamente, Junts ha pedido eliminarlo, con 10.392 de 63.48. En tercera posición está Madrid, con 5.988 renuncias de 39.907. La media nacional es inferior a la andaluza. En el país se renuncia en casi el 16% de las herencias. En el último año hubo 56.108 de las 354.255 herencias totales.
Aunque habitualmente se ha asociado las renuncias a los grandes impuestos, lo cierto es que el principal motivo que señala el Consejo General del Notariado son las deudas que habitualmente esconden dichas herencias. Este hecho, que a veces está oculto hasta el momento del fallecimiento, es el que más peso tiene en la decisión.
En Andalucía las renuncias no llegaban al 10% en 2012, se quedaba en el 9,8%. Esta cifra se ha ido incrementando durante la década de manera que en 2013 renunció el 13,7%, en 2014 lo hizo el 16,1%, 2015 el 17%, 2016 el 17,3%, 2018 el 18,8%, en 2019 - con la bonificación ya en vigor - fue el 19,3%, en 2020 la cifra se fue hasta el 20,1%, en 2021 el 19,9% y en 2022 el 20,6%.
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