La cadena de moda Inside, propiedad de Liwe Española, atraviesa uno de los momentos más delicados de su historia. La compañía ha cerrado 91 tiendas en lo que va de 2025, lo que supone el 27% de su red inicial, y encara un mes decisivo de conversaciones con la banca para evitar el concurso de acreedores.
Fundada hace más de dos décadas y con presencia nacional e internacional, Inside arrancó el año con más de 330 establecimientos. Sin embargo, la drástica caída de ventas ha obligado a la firma a ejecutar un ajuste sin precedentes. Solo en el primer semestre clausuró 40 locales —incluidos cinco córneres en El Corte Inglés—, y la cifra casi se ha duplicado en apenas tres meses.
Pérdidas millonarias y deterioro de márgenes
Los resultados semestrales reflejan la magnitud de la crisis. La facturación se situó en 42,4 millones de euros, un 15,5% menos que en 2024, mientras que las pérdidas netas ascendieron a 18,3 millones, multiplicando por nueve las registradas en ejercicios anteriores. A este desplome se suma un deterioro de márgenes y el aumento de costes derivados de la reestructuración y el cierre de tiendas.
Ante esta situación, Liwe entró en abril en preconcurso de acreedores, un proceso que le concede un margen limitado para renegociar con su pool bancario, que acumula más de 57 millones en préstamos. La compañía necesita presentar un plan sólido de refinanciación, reducción de estructura y optimización de su modelo de negocio para evitar el colapso financiero.
Reestructuración y fichajes estratégicos
Como parte de la estrategia de supervivencia, Liwe ha diseñado un plan de modernización y redimensionamiento de su red comercial. Este contempla la clausura de puntos deficitarios, la remodelación de tiendas estratégicas y la adaptación de la oferta de producto a nuevas demandas del mercado.
La empresa también ha iniciado una renovación en su cúpula directiva, con la incorporación de perfiles especializados en digitalización y gestión de producto. Uno de los primeros movimientos ha sido el fichaje de Esther Arribas, procedente de Inditex, como responsable de producto. Se esperan más incorporaciones en logística y estrategia digital.
El ajuste repercute con fuerza en los servicios centrales. Un ERE afectará al 29% de la plantilla de oficinas y logística, con la salida de más de 40 trabajadores. Pese a ello, la compañía ha decidido no aplicar despidos en la red de tiendas, argumentando que la medida busca preservar empleo en el punto de venta y garantizar la viabilidad a medio plazo.
Viabilidad pendiente de 2026
La dirección de Liwe asegura que el plan de transformación pretende devolver a Inside a la rentabilidad en 2026. Para lograrlo, la empresa apuesta por una combinación de recorte de costes, digitalización, atracción de socios estratégicos y un reposicionamiento de marca.
El éxito de este plan dependerá, sin embargo, de la rapidez en la ejecución de las medidas y de la recuperación de la confianza tanto de los clientes como de los grupos inversores. Con el tiempo corriendo en su contra, la cadena de moda encara semanas decisivas para definir si logra sobrevivir o si la crisis desemboca en una quiebra definitiva.