El regreso de Palomino & Vergara a la primera línea del Marco de Jerez

Tras la compra de los derechos para el uso de dicho nombre histórico, Dios Baco avanza en un proceso que concluirá con la sustitución de uno por el otro en la propia empresa

Bodegas Palomino & Vergara, décadas después, en las bodegas de Jerez.
24 de mayo de 2025 a las 08:00h

Palomino & Vergara ya luce en el complejo de Dios Baco y en las etiquetas de este vino, después de que la bodega llegará a un acuerdo con la multinacional francesa Pernod Ricard para la compra de este nombre histórico del Marco de Jerez, que se encontraba casi en desuso.

Como ya avanzó este medio, la idea es que la bodega termine llamándose Palomino & Vergara (P&V) y Dios Baco pase a funcionar solo como marca, un proceso que probablemente concluya en los próximos meses.

La bodega Dios Baco está formada por tres cascos de las antiguas P&V: la propia Baco, Extracción y La Cruz, parte del complejo que se encontraba al final de la céntrica calle Medina. El resto de naves (las llamaban los Apóstoles, porque eran doce), corrieron distinta suerte: casi todo se derribó para el desarrollo de una promoción inmobiliaria y sus correspondientes viales, pero también por su valor patrimonial se salvó por ejemplo la que durante años sería la sala de fiestas Mambo, hoy unos recreativos.

Fue a comienzos de los años 90 cuando José Páez Morilla se plantea tener su propio negocio bodeguero al margen de Páez Morilla y la tonelería Antonio Páez Lobato y adquiere dichos cascos bodegueros, existencias y marcas, caso de Bulería. Desde el primer momento, ya se planteó mantener algún tipo de relación con el nombre original ­–de ahí que mantuviera Dios Baco, que además es evidente que es un nombre con fuerza– y, las cosas que pasan, no ha sido hasta ahora, más de treinta años después, cuando ha podido cerrar un acuerdo que le permite abiertamente el uso de P&V, un nombre que fue muy importante en el sector (en los años 40 y 50 competía con grandes como Pedro Domecq o González Byass) y que se estima que, pese a todo el tiempo transcurrido desde su época de esplendor, aún puede aportar valor, reconocimiento y prestigio.

Durante todo este tiempo ese antecedente y ese anhelo han estado presentes en el devenir de la bodega. “En las visitas turísticas siempre decimos que Palomino & Vergara está en nuestro origen”, señaló el director adjunto de la firma, Augusto Marenco a lavozdelsur.es en un contacto de hace unas semanas. También se recoge dicha vinculación de manera profusa en la información de la web.

P&V nació de la integración en un proyecto común de dos familias –Juan José Palomino y Juan Vergara eran cuñados–, familias ­que, por separado, ya llevaban siglos vinculadas al negocio bodeguero en el Marco de Jerez. Las distintas fuentes consultadas no aportan una fecha exacta de fundación de esta razón social, pero estamos hablando de los años 10 ó 20 del siglo XX. En los años 40 llegaron a su máximo esplendor, en los 50 comenzaron a tener problemas financieros y, en 1963, finalmente fue adquirida por Rumasa. Tras la expropiación del holding de José María Ruiz-Mateos, en 1983, la empresa pasó a Harveys y ya de ahí su titularidad y los activos que fueron quedando a Allied Domecq y, por último, a Pernod Ricard. Durante todo ese tiempo se quedaron por el camino marcas importantes como el fino Tío Mateo, que fue adquirida por Real Tesoro (Estévez) o el brandy Fabuloso, hoy en Hidalgo-La Gitana.

Aunque el acuerdo de Dios Baco y Pernod Ricard para P&V afecta al uso del nombre en todos sus aspectos comerciales, hay una pequeña curiosidad. De un simple vistazo por internet, se puede observar la existencia de un vinagre de Jerez que se comercializa con dicho nombre por parte de la multinacional francesa. Desde Dios Baco, Marenco afirma que en la bodega están enterados de la cuestión y que se trata de pequeñas partidas sueltas y que Pernod, de hecho, ya no está elaborando ni comercializando vinagre bajo ese nombre.

Sobre el autor

Carlos Piedras

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