La espera valió la pena: The Macallan tiene todos los permisos para su gran proyecto en Jerez

Criar whisky, criar vino... todo es cuestión de paciencia: ahora le toca a Jerez aguardar otros dos años largos a que esté lista la mayor inversión industrial (con parte turística) en lo que va de siglo XXI

Imagen de este martes de los terrenos donde irá el proyecto de Estévez.
29 de julio de 2025 a las 20:11h

El 13 de marzo de 2023 saltaba la sorpresa en las redacciones de los medios de comunicación de Jerez. Edrington se hacía con el 50% de José Estévez SA. ¿Edrington quién es? Edrington es el grupo propietario de The Macallan, una de las marcas de whisky escocés más reputadas en todo el mundo que, desde siempre, cría sus espirituosos en botas en las que previamente haya envejecido vino de Jerez (las llamadas sherry cask). 

Edrington y Estévez prefirieron referirse al acuerdo como "alianza estratégica" de la que se iban a beneficiar las dos partes, el grupo escocés asegurándose suministro –y de calidad– de vino para las botas en las que luego envejecerá su whisky, y Estévez, un grupo hasta ese momento familiar, dando un empujón a la distribución mundial de sus marcas, con especial incidencia en Valdespino, debido a la fortaleza alcanzada por el grupo propietario de The Macallan. Atrás quedaban años precisamente de reticencia de Estévez hacia el negocio del 'sherry cask': de manifestarse en contra a dejar que el más grande entre en tu capital y convertirte, paso a paso, en su suministrador exclusivo. 'Bisnes es bisnes'. Pero no se trata solo de un tema entre dos empresas: todo el Marco de Jerez recibió positivamente este 'aterrizaje' atendiendo al prestigio de la marca y a que se trata de una noticia que, al final, puede tirar del sector.

El caso es que dicho acuerdo entre The Macallan y Estévez de hace ya dos años largos contenía una pequeña 'golosina', un proyecto que comenzará a ser una realidad a partir de este martes en que el gobierno municipal ha anunciado que se han subsanado los últimos obstáculos y que dicho proyecto cuenta ya con luz verde a todos los efectos: se trata de un centro de carácter bodeguero, industrial, que tendrá, a su vez, una fuerte componente turística ligada al mundo del vino de Jerez, del whisky escocés y también de la tonelería. Incluso, en algún momento se ha hablado de actividades complementarias, que podrían ir desde la restauración hasta los caballos. También se ha dejado entrever la posibilidad de que haya algún tipo de edificio 'singular' que sea una atracción turística por sí mismo.

El presidente de José Estévez SA, José Ramón Estévez, quiso mostrar horas después de conocerse la noticia su agradecimiento al Ayuntamiento de Jerez "por agilizar los trámites en la medida de lo posible. Gracias a Urbanismo estamos recuperando parte del tiempo perdido en los trámites administrativos de la Junta, que han retrasado el proyecto", señaló a lavozdelsur.es.

El espacio elegido para este proyecto se dio a conocer desde un primer momento, los terrenos de la antigua azucarera de Guadalcacín, lo que deja claro que el proyecto está muy estudiado y que no se ha dejado nada al azar. Lo que se ha hecho un poco largo ha sido precisamente el 'ok' definitivo al proyecto, que ha tenido que solventar una serie de cuestiones relacionadas básicamente con la recogida y alivio de aguas pluviales, por eso solo se han realizado unos trabajos previos de roturación de tierras.

80.000 botas de capacidad

Hay que insistir en que se trata de un proyecto industrial con una componente turística (y no al revés), desde punto y hora que se ha hablado de que el recinto podría tener capacidad para unas 80.000 botas, ni más ni menos, no hablamos de una pequeña muestra para que los visitantes se hagan una idea de la magnitud de un complejo que no van a conocer nunca. La primera fase de la obra, según ha señalado el propio José Ramón Estévez, "será la construcción de varias naves que tendrán capacidad para almacenar unas 50.000 botas".

La obra –atención, solo la obra– tiene un presupuesto de 9,3 millones de euros, pero la inversión final, lógicamente, será muy superior. Hay que recordar que, en el momento en que se dio a conocer la compra del 50% de Estévez por The Macallan, desde el anterior gobierno municipal, del PSOE, se habló de una inversión de unos 60 millones de euros para Jerez, una cifra que, desde la familia se calificó en su día como abultada y a la que hay que situar también en el contexto claramente electoral (a menos de dos meses de las elecciones municipales) en que se produjo.

En cualquier caso, la construcción de este complejo y las inversiones añadidas que necesita (botas, maquinaria, ornamentación, etc), dejando incluso de lado la reconfiguración del capital en Estévez, es probablemente la mayor inversión privada (hablamos de las de carácter productivo, habría que ver tal vez alguna operación inmobiliaria) de lo que va de siglo XXI en Jerez. Ni las compra-ventas entre bodegas ni inversiones hoteleras se acercan a lo que puede ser el montante final.

Esta no ha sido la única compra de The Macallan en Jerez, con el objetivo de asegurarse el control de todo el proceso, de la trazabilidad de la marca. El mismo 2023, en cuestión de unos meses Edrington cerró un acuerdo con Coopers Oak LLC (Ohio, Estados Unidos) para el suministro de duelas de roble americano... y en Jerez se hizo con el control de la tonelería Vasyma, que a su vez es la que elabora las botas en las que se envinan. 

Son dos años y medio los que tiene de plazo la ejecución de la obra... si le añadimos casi otros dos y medio que han pasado desde que se anunció este proyecto en el pliego del acuerdo entre The Macallan y Estévez, habrán pasado cinco años. Suerte que en Escocia también están acostumbrados a dar tiempo al tiempo...

Sobre el autor

Carlos Piedras

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