En las naves bodegueras de la céntrica calle Mar de Sanlúcar de Barrameda no hay mucho movimiento. La sede de una de las bodegas más importantes de manzanilla de la ciudad, teñidas de blanco y añil, alberga en su interior algunas botas antiguas, con objeto de servir de escenario a las cámaras de turistas y visitantes. En estos tiempos de mascarilla y gel hidroalcohólico, tampoco se les ve demasiado.
Las bodegas Herederos de Argüeso están en una situación límite. El empresario Francisco Yuste, que se hizo con esta centenaria marca en 2016 tras comprársela a la constructora Avisur, es objeto de las protestas de una decena de trabajadores de la bodega que permanecen en ERTE después de casi año y medio. Yuste, propietario de otras bodegas de la ciudad, como la de Miraflores, compró Herederos de Argüeso con la previsión de hacerla remontar, en base al prestigio que goza su marca más reconocida, Manzanilla San León. Sin embargo, la situación no es la más boyante y hay quien asegura que no está pasando un buen momento.
Concentrados a las puertas de Bodegas Argüeso con carteles de “subrogación empresarial ya”, "Diálogo sí, desmantelamiento no" y "ERTE no", los trabajadores esperan a lavozdelsur.es con los brazos cruzados. La mascarilla no deja entrever algunos de los gestos faciales, pero las miradas lo dicen todo. “Cómo vamos a estar”, dice Mariano Galán, delegado de personal y representante de la plantilla afectada, más de la mitad de los que integran la totalidad de trabajadores de la marca.
“Algunos están ya cansados, pero no tenemos otra alternativa”, explica, excusándose ante el año que llevan movilizados. La última vez que acudieron a este medio, lo hicieron a las puertas de las bodegas San Lucas, ubicadas en la carretera de Chipiona. La novedad es que ahora no existen. Los trabajadores denuncian que Francisco Yuste ha vendido a Carlos Cuevas, otro empresario del negocio de la distribución, las naves que constituían su centro de trabajo. Paradójicamente, en el lugar donde teóricamente trabajan aún —y al salir del ERTE— esta decena de trabajadores de Argüeso, la empresa Distribuciones Cuevas prevé abrir uno de los mayores centros de distribución de bebidas de la provincia de Cádiz con una inversión de más de dos millones de euros. El problema para los trabajadores en ERTE de Argüeso es que va a dejar de ser su "casa".
"Nadie compra una casa con vecinos, nos han desahuciado"
Para la plantilla movilizada el problema de la venta de la nave de la carretera de Sanlúcar es un añadido. El principal, que denunciaron hace ya un año, es la condición de vulnerabilidad en la que les deja el Expediente de Regulación Temporal de Empleo. Según los trabajadores, la bodega puso en ERTE a los trabajadores que más perciben y que ahora ven mermado su salario a la mitad por esta condición.
"Nosotros llevamos 10 años haciendo ERTES, entendíamos que había que meter la empresa en números", sostiene Mariano Galán, concentrado a las puertas del centro principal de la calle mar. "Hemos hecho un sacrificio muy grande para que no se pierda la empresa más emblemática de la ciudad", dice rodeado de sus compañeros, que asienten al representante. "Este individuo (en referencia a Yuste) se la va a cargar", añade indignado.
Los trabajadores aseguran que la situación económica de la bodega tampoco era buena antes de la llegada de Yuste. Sin embargo, creen que no es óvice para dejarlos en ERTE, ya que la bodega sigue funcionando. "La producción de Argüeso la ha estado llevando con personas no contratadas, en la carretera de Chipiona hay empresas externas que no tienen nada que ver con esto", aclara Galán, que asegura que han interpuesto varias demandas judiciales a la empresa. Según Galán, con "diálogo" hubiera sido posible una alternativa. "Se podría haber rotado el ERTE, no llevarse el trabajo a otro sitio y hacerlo con bajo coste. Es un ERTE fraudulento, es una ilegalidad y el juez tendrá que decidir".
Pese al tiempo, la solución no ha llegado y las cosas no han hecho sino complicarse aún más. Al incumplimiento del convenio laboral que alegan los trabajadores, y al presunto ERTE fraudulento según denuncia Galán, se sumó ver "cómo desmantelan la mejor bodega de Sanlúcar". "Un señor ha comprado un solar aprovechándose de la situación, pero no pueden quitarnos el derecho al trabajo, esto ya está denunciado a inspección", sostiene el empleado. De esa forma, cree que han utilizado el ERTE "para venderlo todo". "El señor Yuste tiene la culpa pero también el señor Cuevas, que ha comprado una casa con vecinos. Si compras una casa vas al registro de la propiedad a preguntar si tiene carga y no lo haces a mitad de precio. Nos han desahuciado", afirma.
Los trabajadores también pretenden denunciar al nuevo propietario de las naves de la carretera de Chipiona, ya que según ellos las naves tienen licencia de “complejo bodeguero en la línea de despacho de vinos, tratamiento y crianza”. Así, el centro de trabajo donde están adscritos no cumple los requisitos para emprender el nuevo uso que se le va a dar, por lo que exigirán las licencias pertinentes al Ayuntamiento de Sanlúcar, llevando el caso "hasta Fiscalía si fuera necesario".
En referencia a los políticos y tras una intervención reciente en el Pleno Municipal de Sanlúcar, Galán asegura que el Alcalde de Sanlúcar Víctor Mora "miente". "Este señor dijo en el Pleno que las negociaciones estaban yendo bien... Pero, ¿qué negociaciones? Si nosotros no sabemos nada", denuncia. En cambio sí ha conseguido el apoyo de la oposición, como IU, que ha llevado el caso en varias ocasiones. "Al Alcalde se le ha olvidado que ha enterrado a personas en el camino. Ha vendido a bombo y platillo los puestos de trabajo de Distribuciones Cuevas y ha hablado de proyecto faraónico. ¿Proyecto faraónico? ¿Usted es socialista? Usted no me representa como alcalde", lamenta.
Entre los afectados hay trabajadores con diferentes puestos laborales y años de antigüedad en la empresa. Mientras que Galán lleva trabajando desde 1979 y está ya en edad de jubilación, Carmelo, Rocío y Esteban, llevan 32, 29 y 7 años respectivamente. La plantilla, que es pequeña y que ha estado "sobreponiéndose" a la situación de Argüeso durante los últimos años, tiene tareas muy diferentes entre sí: desde embotellado a secretaría, pasando por la logística. La situación para todos es compleja. "Cobramos de los fondos públicos del Estado, el SEPE nos da la mitad de nuestro sueldo. ¿Cómo vamos a vivir con esto? Aguantas unos meses, medio año pero un año y medio ya es imposible", cuenta Carmelo a lavozdelsur.es
Herederos de Argüeso guarda silencio
A raíz de este artículo lavozdelsur.es ha intentado recoger declaraciones de los responsables de Bodegas Herederos de Argüeso sin éxito. Francisco Yuste ha desesistimado dar declaraciones a este medio, alegando que el asunto está judicializado. Sin embargo, hace unos meses las bodegas aseguraron que la impugnación del ERTE por fuerza mayor que exigieron los trabajadores afectados "fue desestimada", así como que existe "un procedimiento judicial tendente a que se declare la extinción de su contrato de trabajo por incumplimiento de la empresa con efectos anteriores a diciembre de 2019, con el propósito de intentar obtener la indemnización desorbitada vigente hasta dicha fecha para los supuestos de despido".
De esa forma, la empresa defendía que la plantilla afectada busca una compensación económica "desorbitada" a raíz de buscar unilateralmente la rescinsión del contrato. En declaraciones a lavozdelsur.es el pasado mes de noviembre de 2020, Herederos de Argüeso aseguraba que los trabajadores "carecen de fundamento a juicio de esta empresa y son ajenos a los intereses generales de la plantilla, afectan al normal desarrollo de la actividad y a los intereses de los trabajadores que sí desean continuar".
En referencia a esto último, los trabajadores sostienen a lavozdelsur.es no comprender el marco legal y judicial normativo actual, que responde a una demanda laboral una vez pasado el conflicto. "¿Cómo se pone una demanda y los juzgados no responden hasta dentro de dos años?" se pregunta Galán, también muy crítico con los sindicatos. Por el momento, los trabajadores siguen esperando para conocer su futuro. “Tenemos que volver a nuestra empresa, pero está cerrada, han vendido el laboratorio, las oficinas y todo”, lamenta uno de ellos a las puertas del complejo bodeguero. Uno de sus compañeros, Carmelo, lanza una pregunta al aire: “El día 1 de octubre ¿dónde vamos nosotros?”. La indignación acaba en silencio. No hay respuesta.
Comentarios (1)