Los pueblos del Parque Natural de Grazalema tienen 300 construcciones con un material cancerígeno

Ama Natura-Ecologistas en Acción elabora un censo de instalaciones y emplazamientos con amianto y pide a los ayuntamientos que inicien su retirada lo antes posible

Una casa con tejado de amianto en Algodonales, en el Parque Natural Sierra de Grazalema.
Una casa con tejado de amianto en Algodonales, en el Parque Natural Sierra de Grazalema.

Los pueblos de la provincia de Cádiz del entorno del Parque Natural Sierra de Grazalema tienen más de 300 construcciones con amianto, entre tejados de viviendas, naves o depósitos. Estas localidades son Algodonales, Benaocaz, El Bosque, El Gastor, Grazalema-Benamahoma, Prado del Rey, Ubrique, Villaluenga del Rosario y Zahara de la Sierra. 

La cifra la aporta la organización Ama Natura-Ecologistas en Acción, que critica que es un trabajo que deberían haber realizado los ayuntamientos de estos municipios, ya que están obligados según la disposición adicional decimocuarta de la ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular. Esta disposición establece que “en el plazo de un año desde la entrada en vigor de la ley, los ayuntamientos elaborarán un censo de instalaciones y emplazamientos con amianto incluyendo un calendario que planifique su retirada". Este plazo se cumplió el mes pasado.

Una asociación de voluntarios, como es Ama Natura-Ecologistas en Acción, ha hecho el trabajo que las administraciones no hacen con todos los medios humanos y técnicos de que disponen. Aunque en este censo no estén todos los inmuebles con amianto de estos pueblos, sí lo está una parte muy representativa de ellos y es un estudio exhaustivo que puede servir de una gran ayuda para que los ayuntamientos se decidan a retirar el amiento de estas instalaciones, apuntan desde la organización ecologista.

El análisis da idea de la gran cantidad de fibrocemento que queda todavía en los pueblos del Parque Natural. La asociación recuerda que estas microfibras pueden liberarse de los materiales en los que están presentes cuando se rompen o se degradan, unas fibras microscópicas que son desplazadas por el aire y, por inhalación, se introducen en los pulmones, originando diversas enfermedades letales (el amianto es considerado como un cancerígeno de primer nivel). La degradación de este material ya ha empezado, puesto que la vida útil del fibrocemento se estima entre 30 y 50 años y la mayor parte fue instalado entre los años 60 y 80 del siglo pasado.

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