Doñana, crónica de un desastre anunciado hace 30 años

En 1992 se creó un comité internacional de expertos sobre Doñana que ya advirtió de los problemas que iba a sufrir el Parque Nacional si no se tomaban medidas; la sequedad reciente de la mayor laguna permanente ha vuelto a disparar las alarmas

Imagen de Doñana hace unos meses, compartida por WWF. Los científicos certifican su estado crítico.

En los últimos meses la situación de Doñana ha copado el debate público. A raíz de la Proposición de Ley que presentaron Partido Popular, Vox y Ciudadanos en el Parlamento de Andalucía para legalizar más de 1.460 hectáreas de regadío, el estado del Parque Nacional tomó relevancia. Tanto la oposición como las diferentes organizaciones ecologistas comenzaron a moverse para evitar que esta ley fuera a más. El Gobierno andaluz de PP y Cs tardó en entrar al fondo de la cuestión alegando que era cosa de los grupos parlamentarios. Finalmente, toda la polémica de la ley se quedó en nada debido a la convocatoria electoral de las elecciones andaluzas. En su reciente discurso de investidura, Juanma Moreno no se refirió a esta norma de forma explícita sino que habló de buscar una solución consensuada.

Los comicios habían provocado que la polémica bajara unos cuantos decibelios, pero hace unos días, la laguna permanente de Santa Olalla amaneció completamente seca. Como su definición propiamente indica, esta laguna es permanente, por lo que debería tener agua durante todo el año. No ha sido así y esto muestra la situación extrema que sufre el entorno. Esta situación no es nueva ya que, según indica la Estación Biológica de Doñana, ya se había secado en dos ocasiones: 1983 y 1995, en periodos de sequía.

El Parque Nacional lleva una década en una "sequía a cámara lenta", según lo define Juanjo Carmona, de WWF, en declaraciones a lavozdelsur.es. Y es que ya va para once años con precipitaciones por debajo de la media y sin ningún curso "húmedo".

El debate, además, aunque haya vuelto a irrumpir, no supone ninguna novedad. Ya en 1992 se constituyó un comité internacional de expertos sobre Doñana para analizar la situación. Aquello lo presidió el que fuera ministro de Universidades recientemente, Manuel Castells, y las conclusiones no fueron muy distintas de las reclamaciones que hacen actualmente las asociaciones ecologistas.

Juan Romero es el representante de Ecologistas en Acción en el Consejo de Participación de Doñana y recuerda a este periódico algunas de las propuestas que salieron de aquel comité y que no se han llevado a cabo, "en el diagnóstico ya hablaban de la situación del acuífero", señala. Algunas de estas propuestas eran sustituir las aguas de los pozos por superficiales, algo que recientemente ha servido de arma arrojadiza entre las distintas administraciones. "El comité de expertos propuso no superar los 50 hectómetros cúbicos al año para agricultura y actualmente se sacan 105 según la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir", expresa el activista, que también denuncia algunos parches como la reubicación de los pozos para alejarlos del Parque Nacional.

La sobreexplotación del acuífero de Doñana, ecologistas también apuntan al turismo insostenible

La sobreexplotación del acuífero de Doñana no sólo es debido a la agricultura y a la sequía, sino también a un turismo que cada vez es menos sostenible. Los datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir muestran que la población de Matalascañas en verano crece de forma exponencial y se sitúa en 160.000 habitantes con picos de 300.000, "en todo ese momento de extracción de agua sufre el acuífero de Doñana", dice Carmona. Carlos Dávila, de SEO Birdlife aboga por medidas urgentes, "hay que implementar las medidas de ahorro aprobadas en los pozos pero también hay que ahorrar en los núcleos turísticos, no sólo en la agricultura", responde a la llamada de lavozdelsur.es.

El Gobierno andaluz insiste con exigir al Gobierno central el impulso de obras hidráulicas que solucionen la situación y permitan abastecer la zona, el propio Juan Espadas, líder de los socialistas andaluces, también manifestó su intención de recordárselo a sus compañeros de partidos, pero lo cierto es que Doñana es competencia de la Junta de Andalucía - la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir sí lo es del Gobierno central -, "todo el mundo tiene competencia pero parece que no todo el mundo tiene responsabilidad", responde el portavoz de SEO Birdlife con cierto sarcasmo.

Esta ecologista vinculada a la preservación de las aves señala que se han registrado los peores datos de la invernada en los últimos 50 años y que los datos de reproducción también han sido nefastos, "las aves acuáticas han dejado de reproducirse porque la marisma natural está completamente seca. Hay que tomar medidas muy urgentes, sabiendo qué Doñana queremos tener y cuál podemos tener".

La laguna de Santa Olalla, en Doñana, seca.   CSIC

La situación parece completamente parada, aunque desde las diferentes organizaciones se denuncia la falta de diálogo, algo que ya manifestaron cuando se presentó la Proposición de Ley en el Congreso. Dicha ley hizo saltar las alarmas de la Comisión Europea que ha llegado a amenazar con bloquear la llegada de los fondos europeos. Y es que ya existe una multa del Tribunal de Justicia de la Unión Europea por la falta de preservación del entorno.

Sin embargo, cuando se saca a la palestra el término 'consenso' las organizaciones ecologistas recuerdan que este ya se alcanzó en 2014 con el plan de la fresa, "dejamos muchas de nuestras peticiones, no era el mejor, pero sí el más factible", afirma el activista de WWF. Pero este pacto quedaba arrasado con la ley propuesta por PP, Vox y Cs, "el problema principal es que una persona que tiene una tierra en secano, puede ignorar las leyes de aguas, el plan de ordenación del territorio y el plan de cuencas y calificarla como tierra de regadíos por su voluntad particular". Carmona, además, critica que la Junta considere esto como un derecho y pretenda amnistiar a este tipo de agricultores. Desde Ecologistas en Acción ven difícil la solución por el "conflicto social" que hay en la zona, "no van a montar una guerra con los pueblos", pero, a su vez, recuerda que el "agua es un recurso finito y limitado".