La alemana que alerta de una amenaza ignorada en la provincia de Cádiz: "Hay demasiada luz en la oscuridad"

Heike Mai, afincada en Cádiz y monitora astronómica, lanza un proyecto con la Sociedad Gaditana de Historia Natural para concienciar sobre los efectos de esta polución en los seres vivos y cambiar la luminaria

Heike Mai, coordinadora del proyecto ‘Noche Sostenible SGHN’, en el Zoo de Jerez.
Heike Mai, coordinadora del proyecto ‘Noche Sostenible SGHN’, en el Zoo de Jerez. JUAN CARLOS TORO

La carretera de un escarabajo pelotero “está en el cielo”. Si no lo puede ver, es imposible que siga su camino. Y no lo hace por falta de luz, al contrario, por exceso. Esta radiación es valiosa, indispensable, vital, pero también puede afectar negativamente a los seres vivos. Desde el Zoo de Jerez, Heike Mai, alemana afincada en la provincia de Cádiz desde hace 30 años, ha querido remover conciencias.

Encender la bombilla de las cabezas pensantes que se han acercado a la Noche sostenible, organizada por la Sociedad Gaditana de Historia Natural en colaboración con el Ayuntamiento jerezano. Esta es solo la primera cita de un proyecto que abarca mucho más. Esta amante de la ciencia desde niña quiere hablar de la importancia de “un equilibrio adecuado entre la luz y la oscuridad en nuestro mundo moderno” y de los desafíos para frenar una palabra clave, la contaminación lumínica.

Tras estudiar Ciencias de la Comunicación y Políticas y Filología española, Heike se apuntó a un curso para acreditarse como monitora astronómica Starlight. Por entonces, trabajaba en turismo de experiencias y le invitaron al hotel Tambor del Llano, en la sierra de Grazalema, único alojamiento Starlight de la sierra gaditana. Fue allí donde empezó a tomar conciencia.

Heike durante la conferencia en el Zoo de Jerez.
Heike durante la conferencia en el Zoo de Jerez. JUAN CARLOS TORO

“Al final, en vez de enseñar las estrellas, estoy enseñando a apagar las luces, que tal vez no era el propósito del curso”, sonríe la alemana frente al refugio de los murciélagos. Ella es la coordinadora de la iniciativa ‘Noche Sostenible SGHN’, que nace para analizar los efectos de la luz y proponer soluciones. La contaminación lumínica parece estar a la cola de las grandes preocupaciones. Un asunto desconocido sobre el que el equipo quiere arrojar luz, en su justa medida.

"Es necesario tomar medidas"

En 10 años, este tipo de contaminación se ha incrementado entre un 7 y un 10 por ciento y Cádiz es la quinta ciudad más afectada de España, seguida muy de cerca por San Fernando, en el séptimo puesto. Las únicas andaluzas del ranking. “Es necesario tomar medidas, hace falta mucho trabajo para que la gente se entere de este problema, tenemos que colaborar con ayuntamientos”, cuenta Heike a lavozdelsur.es.

Uno de los pasos que ha dado para iniciar el cambio ha sido participar en una reunión con el Gobierno con el fin de redactar una carta a Bruselas. “La palabra contaminación lumínica ha entrado a duras penas y en el último momento en la nueva ley de la naturaleza. La verdad es que no está en la agenda de nadie”, explica.

Detalle de la luminaria del refugio de murciélagos.
Detalle de la luminaria del refugio de murciélagos. JUAN CARLOS TORO

Durante su conferencia, la alemana ha lanzado un mensaje. “Hemos perdido el horizonte” y existe esta “amenaza ignorada” que proviene de la luz artificial. Explica qué ocurre cuando no hay esta emisión, cómo está formado el ojo y las distintas dimensiones de la luz, como la dirección, la intensidad o lo colores. “En la oscuridad nuestros otros sentidos como el oído o el olfato se vuelven más agudos. Este proceso de armonización de los sentidos en la oscuridad es un ejemplo fascinante de la adaptabilidad del organismo humano”, dice a los presentes en el bar del Zoo.

A través de fotografías, demuestra que la contaminación lumínica se encuentra incluso en pleno parque natural, donde parece que los focos no llegan por la noche. “Tenemos demasiada luz en la oscuridad. Los efectos de la contaminación lumínica en la salud humana y en el medio ambiente son un tema de creciente importancia en la comunidad científica”, expone Heike, que señala cómo se puede reducir esa iluminación que, en muchas ocasiones, es innecesaria. Por ejemplo, un parque a las cuatro de la madrugada. “Una carretera a las doce de la noche con la iluminación de las doce del mediodía no es sostenible”, añade.

Su misión no es otra que proteger el cielo nocturno para mitigar el cambio climático y ha querido empezar por el Zoo donde trabajan para presentar un plan nuevo con el fin de cambiar la luminaria en pro de los animales. Para ello, defiende que “la luz se puede dirigir” y que “tenemos la técnica”.

Paseo nocturno por el Zoo de Jerez.
Paseo nocturno por el Zoo de Jerez. JUAN CARLOS TORO
Una de las zonas iluminadas del zoo.
Una de las zonas iluminadas del zoo. JUAN CARLOS TORO

Con el ruido que emiten los murciélagos de fondo, Heike explica que además de dirigirla, es posible reducir su intensidad. “Cuanta más amarilla, más cerca del color de la puesta del sol y menos dañina para los seres humanos. También podemos regular el tiempo, no hace falta luz en un gimnasio urbano a las cuatro”, explica la coordinadora, que defiende una “iluminación dirigida y eficiente, solo cuando hace falta y donde hace falta”.

En el equipo de este proyecto se encuentra el astrofísico Javier Parra, que recuerda que la luz artificial no tiene más de 200 años de vida. Antes, nadie se planteaba su influencia, pero ahora, crece “de manera brutal”.

“El primer grito en el cielo lo dieron los astrónomos que se daban cuenta desde los observatorios de esta contaminación. Cambiar toda la iluminación de la ciudad es una batalla, pero podemos proteger espacios naturales. Si podemos medir la luz, hacemos que no aumente y la adaptamos”, sostiene.

Presentación del proyecto para concienciar sobre la contaminación lumínica.
Presentación del proyecto para concienciar sobre la contaminación lumínica. JUAN CARLOS TORO
Iluminación del Zoo de Jerez. JUAN CARLOS TORO
Iluminación del Zoo de Jerez.  JUAN CARLOS TORO

Reflexiones, propuestas y ganas de calar en la sociedad en una noche que finalizó con un paseo nocturno por el Zoo, con paradas en distintos rincones en los que los focos iluminan a las especies toda la noche. Por ejemplo, en la zona de los caballos de Przewalski, es la luz de las farolas de la calle y del bloque de pisos de los vecinos la que incide sobre ellos. Para Heike, la solución reside en investigar materiales y cambiar los focos.

“Tenemos técnicas, pero las empresas tienen mucha luminaria antigua que tienen que vender todavía”, comenta. También apunta que el gasto presupuestario de los ayuntamientos está muy enfocado al ahorro energético, pero no a mitigar la contaminación lumínica.

En la oscuridad, el frío aprieta. Los sentidos se adaptan y se percibe el sonido de las especies que acompaña durante el paseo. Una foto a las jirafas, que pese a la hora están muy despiertas y un vistazo a la luna. “Para ver el universo tenemos que trabajar en la tierra”, dice.

Sobre el autor:

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Patricia Merello

Titulada en Doble Grado en Periodismo y Comunicación audiovisual por la Universidad de Sevilla y máster en Periodismo Multimedia por la Universidad Complutense de Madrid. Mis primeras idas y venidas a la redacción comenzaron como becaria en el Diario de Cádiz. En Sevilla, fui redactora de la revista digital de la Fundación Audiovisual de Andalucía y en el blog de la ONGD Tetoca Actuar, mientras que en Madrid aprendí en el departamento de televisión de la Agencia EFE. Al regresar, hice piezas para Onda Cádiz, estuve en la Agencia EFE de Sevilla y elaboré algún que otro informativo en Radio Puerto. He publicado el libro de investigación 'La huella del esperanto en los medios periodísticos', tema que también he plasmado en una revista académica, en un reportaje multimedia y en un blog. 

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