Así afectó el incendio de Sierra Bermeja al barbo gitano y al cacho malagueño, peces que habitan en la cuenca del río Genal

Investigadores de la Universidad de Barcelona realizaron un muestreo en 26 lugares de la cuenca del río Genal

El río Algarrobo en octubre, en la cuenca del río Genal.
El río Algarrobo en octubre, en la cuenca del río Genal.

A  mediados de septiembre de 2021 tuvo lugar un violento incendio en Andalucía, en Sierra Bermeja, en pleno Valle del Genal. El incendio obligó a desalojar a más de 2.600 personas, muchas de ellas habitantes del Valle del Genal, y se perdieron alrededor de 10.000 hectáreas de monte público. Además del efecto devastador que este incencio tuvo para los bosques, ha perjudicado al sector hostelero de la zona en un periodo del año, el otoño, en que la zona era frecuentada por buscadores de setas y por visitantes de alcornocales o castaños. 

A finales de mayo de 2021, investigadores de la Universidad de Barcelona realizaron un muestreo en 26 lugares de la cuenca del río Genal, tanto en el curso principal como en muchos de sus afluentes. Estos muestreos se realizaron en el marco del proyecto europeo DRyVER, que tiene por objeto analizar el funcionamiento ecológico de la comunidad biótica (algas, macroinvertebrados acuáticos y peces) en base al régimen hidrológico de la cuenca y a las diferentes tipologías de ríos (efímeros, intermitentes y permanentes). En doce de los lugares muestreados (que incluyeron ríos intermitentes y permanentes)  se encontraron peces. Estos lugares se muestrearon de nuevo a finales de octubre de 2021, encontrándose un importante reclutamiento poblacional en todos los sus afluentes y para la mayoría de las especies del Genal. Es decir, se encontró una elevada abundancia de peces jóvenes del año (menores de 6 centímetros) y que habían nacido, la mayoría de ellos, antes de la sequía estival. Esto es algo muy común en las especies de peces que habitan en los ríos mediterráneos y que garantiza la continuidad de sus poblaciones en un medio azotado por contrastes ambientales (caudal, temperatura, oxígeno disuelto en el agua, etc).

¿Cómo afectó, a los peces, el incendio de Sierra Bermeja? Transcurrido poco más de un mes, y con apenas las escasas lluvias que habían tenido lugar al final del incendio, en el área de estudio que prospecta el proyecto DRyVER solamente se vio afectado el río Algarrobo. En este río, en su punto de confluencia con el río Almarchal, se encontraron cenizas que habían sido arrastradas y acumuladas en las orillas durante las mencionadas lluvias. Los efectos del incendio son claros pero moderados, en cuanto a que el arrastre de cenizas del bosque quemado aguas arriba del río Algarrobo también lo fue. Para ilustrarlo, se comparan los datos de abundancia peces del río Algarrobo (antes y despues del incendio) con los de su afluente, el río Almarchal (tambien antes y despues del incendio).

Cacho malagueño
Cacho malagueño.

En los dos ríos habitan las mismas especies de peces: el barbo gitano (Luciobarbus sclateri) y el cacho malagueño (Squalius malacitanus), ambos endemismos de la península ibérica. En el río Algarrobo (afectado por el incendio) la abundancia de peces jóvenes de barbo gitano se había triplicado en octubre (despues del incendio), encontrándose para entonces unos 0.4 individuos/m2, mientras que la abundancia de peces más grandes era el doble (a razón de 0.6 individuos/m2). En el río Almarchal (no afectado por el incendio), se observó algo similar, pero la abundancia de peces fue siempre, desde el principio, un 50% de la del Algarrobo. Por consiguiente, no se puede afirmar que el ingreso de cenizas en el río Algarrobo pudo tener un efecto negativo sobre esta especie.

En el río Algarrobo se encontraron también, en octubre (despues del incendio), más peces jóvenes que en mayo (antes del incendio), con un valor de abundancia que había pasado de 0.06 a 0.6 individuos/m2, y una proporción similar de peces de mayor tamaño similar a la que se encontraba (0.2 individuos/m2). Pero veamos lo que ocurrió en el río Almarchal, no afectado por el incendio: el número de peces jóvenes de cacho malagueño pasó de 0.006 a 2.8 individuos/m2, es decir, que hubo unas 500 veces más, mientras que la abundancia de adultos también se mantuvo (0.1 individuos/m2). Las cenizas son alcalinas y alteran el pH del agua. Si enturbian el agua, pueden incluso bloquear las branquias de los peces provocándoles asfixia. Lugares que no estuvieron directamente afectados por el incendio, podrían verse afectados por el arrastre de cenizas desde lugares afectados y puede tener diferente efecto según el tamaño de los peces y según las especies.

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