Diego Cañamero (Campillos, Málaga, 1956) lleva 40 años en la actividad política, ya sea como líder jornalero en el Sindicato Andaluz de Trabajadores, militando en la Corriente Unitaria de Trabajadores (CUT) y como alcalde, durante 14 años, de su pueblo, El Coronil, un municipio de la Sierra Sur de Sevilla que simboliza la Andalucía roja, jornalera y latifundista que peleó por la autonomía andaluza en la Transición y ocupando fincas con banderas verdiblancas amarradas a palos de fregona.
La historia reciente de Andalucía no se puede entender sin Diego Cañamero, sin las organizaciones políticas en las que ha militado y sin las causas que ha defendido. Considerado una referencia del nacionalismo andaluz, participó activamente en la conformación de Podemos en Andalucía y llegó a ser un estrecho colaborador de Teresa Rodríguez, de la mano de quien entró en Podemos.
Una relación política deteriorada por el acercamiento de Cañamero a la dirección estatal de la formación morada, que se resiste a dotar de autonomía a su marca andaluza y a incluir a Andalucía en el discurso de la plurinacionalidad del Estado por el que aboga Teresa Rodríguez desde el nacimiento de la formación. Ahora, Cañamero integra, “en los últimos puestos para empujar”, la lista a las primarias de la diputada por Huelva en el Congreso Isabel Franco, avalada por la dirección estatal de Podemos, contra el proyecto de confluencia y las tesis de construir una organización andaluza que no sea una sucursal de Madrid de la líder de Podemos en Andalucía, integrante también de la corriente Anticapitalistas.
¿Qué está pasando en Podemos Andalucía?
Después de 15M en Madrid, se levanta un entusiasmo colectivo de gente que venía de la nada, que querían estar en política y que se les escuchara su voz. Surge un entusiasmo colectivo que da como resultado el nacimiento de Podemos. En Andalucía, Podemos surge de toda la gente inquieta que había, de las plazas, del 15M , de las marchas de la dignidad, de ocupaciones de fincas y de organizaciones pequeñas como la CUT, Anticapitalistas o En Lucha. Veníamos rehuyendo de lo viejo, de lo que no daba resultado. Nosotros vimos que se presentaba una oportunidad de construir algo nuevo y plural que no fuera de ningún grupo político. Esta ha sido nuestra defensa, incluso nosotros, que hemos estado 40 años en una zona bastante comprometida, si quieres decir radical, todo lo que representan la CUT, el SAT y las ocupaciones de fincas. Nosotros veíamos que teníamos que estar en Podemos pero dándole pluralidad. Los pequeños partidos, o sea Anticapitalistas, por llamarle un nombre, han buscado la oportunidad para coger este proyecto y hacerlo suyo desde su tendencia.
¿No tiene la CUT y la sensibilidad del SAT que está dentro de Podemos ninguna estrategia?
Ninguna, nuestra estrategia es defender el Podemos plural, abierto, participativo, de la gente. Porque el mejor alcalde es la gente, es el pueblo; el mejor parlamentario son la gente, son los círculos, son las bases, porque nosotros partimos de ahí.
¿No considera que esta guerra que han abierto en Andalucía puede hacer mucho daño a las posibilidades de ganarle las elecciones autonómicas al PSOE de Susana Díaz?
Yo creo que no, la gente nos mira con bastante pluralidad, la gente acepta en Podemos esa participación ciudadana. En los demás partidos, no. Incluso en los demás partidos están también abriendo las puertas. Era impensable que el PP tuviera cuatro o cinco candidatos y que el PSOE de Sánchez ganara en unas primarias. Yo creo que Podemos ha llegado y ha alterado todo ese panorama. Entonces, a quien afecta con más naturalidad la participación es a Podemos.
¿No es una incongruencia que usted, que es nacionalista andaluz y milita en organizaciones andaluzas como la CUT y el SAT, vaya en una lista avalada por Podemos de ámbito estatal contra las aspiraciones de autonomía de Podemos Andalucía?
No, es al revés. Los que tendrán que dar una explicación es el Podemos estatal de por qué apoya a un andaluz como yo. Vamos a ver, nosotros hemos partido de Andalucía, otra cosa es que Podemos a nivel estatal vea con buenos ojos nuestro proyecto. Pero el proyecto que yo estoy defendiendo aquí es un proyecto autónomo, que defiende a Andalucía, el andalucismo, incluso que en el futuro tenga grupo propio en el Congreso de los Diputados. Yo defiendo eso, porque Andalucía tiene que contar porque tenemos cerca de 9 millones de habitantes.
¿No ha podido hacer algo de incidencia política durante estos tres años que lleva de diputado en el Congreso para que Podemos Andalucía tuviera grupo parlamentario propio en el Grupo Confederal de Unidos Podemos?
Eso no lo llevábamos en el programa electoral y lo hemos estado nosotros perfilando, pero yo creo que eso en las próximas elecciones estatales tiene que estar contemplado. Yo voy a defender eso, aunque yo no me presente. Hay que defender que Andalucía tenga su autonomía, su idiosincrasia, que de Despeñaperros para abajo tenga su propia identidad. Es importante, que Andalucía no sea sólo la Andalucía de la foto en el kilómetro 4 de la Carretera Carmona –lugar sagrado para el andalucismo porque es donde está el monumento a Blas Infante-, el himno y la bandera, que también, pero hace falta una Andalucía que se preocupe de los problemas reales de esta tierra.
¿Cuáles son los problemas reales de Andalucía?
El paro, la sanidad, la educación, la tierra que está en manos de los terratenientes; es que somos el basurero de Europa, tenemos a las bases militares, en Córdoba el cementerio nuclear. Andalucía no puede convertirse simplemente en una muralla para que no vengan los inmigrantes.
¿Ha hecho algo bien el PSOE andaluz en estos 40 años?
El PSOE lo que ha hecho básicamente ha sido acentuar la Andalucía que dejó el franquismo, la Andalucía del caciquismo, eso es lo que ha dejado el PSOE en Andalucía. ¡Pero si es que todavía recibimos en Huelva a los inmigrantes y se da el escándalo que se ha dado con las marroquíes de Huelva! Eso es una barbaridad después de 40 años de un partido que se llama de izquierdas.
Es evidente que Andalucía y los andaluces y andaluzas estamos mejor que hace 40 años
La vida evoluciona por sí sola. Antes una fanega de trigo daba 1.00 kilos y hoy da 4.000. Y no es porque el PSOE esté gobernando, sino porque ha habido una evolución de las cosas. Ahora, lo que sí es verdad es que tenemos que compararnos con el resto, no podemos seguir comparándonos con Marruecos y con África. Hay que hablar de cómo está Madrid, Cataluña, Euskadi o Navarra. Si nosotros tenemos un paro 10 puntos por encima de la media estatal, después de 40 años, habrá que preguntarse por qué. ¿Por qué no tenemos ninguna industrial textil si aquí tenemos el 95% del algodón o por qué las fábricas de zumo están fuera de Andalucía aunque la naranja se recolecta aquí? ¿O por qué no tenemos fábrica de yogures aunque tenemos 6.000 hectáreas de frutos rojos en Huelva? ¿Por qué no se pregunta la gente adónde han ido a parar las industrias de transformación?
El diputado estatal por Jaén durante la entrevista. FOTO: R.S.
¿Y cómo se lograría todo lo que usted propone en un modelo de economía de mercado?
Estamos en un sistema de iniciativa privada y lo público no puede absorber lo que yo digo aquí, eso es cierto, pero si tú potencias a las cooperativas, si hay líneas de ayuda, de apoyo, si diriges la economía en el respeto a la gente y en la solución a sus problemas, pues iríamos avanzando; pero aquí, como se siguen ganando las elecciones, pues parece que se conforman.
Cuando nace Podemos, usted es uno de los fichajes estrellas de Teresa Rodríguez para la formación morada en Andalucía. La gente de la CUT y el SAT participan muy activamente en la conformación de Podemos en Andalucía y son en principio aliados de Teresa Rodríguez, ¿qué ha pasado para que usted y Teresa Rodríguez hayan llegado a esta situación de distanciamiento?
Más que aliados de Teresa Rodríguez, nosotros éramos aliados de Podemos.
Sí, pero usted entra en Podemos a través de Teresa Rodríguez, por Andalucía.
Bueno, yo he tenido conversaciones con ellos y me ofrecieron que yo liderara Podemos Andalucía y yo dije que no, que Podemos tenía que ser otra cosa. Más abierta, más plural.
¿Por qué dijo que no?
Porque yo creo que ahora mismo no soy la persona que tiene que liderar Podemos. Soy una persona que tengo una historia de 40 años de lucha y creo que hace falta que la sociedad vislumbre que Podemos es otra cosa, no del SAT, de la CUT, de los Anticapitalistas, del Partido Comunista o de los Maíllo. Si queremos incorporar a la sociedad civil a Podemos, tenemos que abrir las puertas.
¿El proyecto Adelante Andalucía no significa abrir las puertas?
Yo no creo que eso sea abrir las puertas, eso al final es más de lo mismo. Porque ahí está el Partido Comunista y si tiene sus estructuras y su fuerzas, al final, los partidos tradicionales, lo que pretenden siempre es controlar, no están para empujar.
Pero usted todavía es militante de un partido político, de la CUT.
Pero yo no estoy para controlar, estoy para empujar.
¿Por qué presupone que el Partido Comunista está para controlar y no para empujar?
Porque a todos los que no son de su cuerda los van apartando. El poder no se puede utilizar para discriminar, para castigar o para contratar. Yo creo que eso no debe ser Podemos.
¿Cuál sería su proyecto de confluencia?
Un proyecto abierto a la sociedad civil, a los movimientos sociales, a los sindicatos, a las asociaciones, a los vecinos, a las organizaciones sanitarias y educativas, un proyecto del pueblo. Es que si no hacemos eso repetiremos los viejos esquemas.
Oyéndolo, su proyecto parece que tiene la misma música que la de Adelante Andalucía.
Pero hay que ponerlo en práctica, una cosa es predicar y otra dar trigo. Porque si yo veo que se discrimina y se castiga, pues no, hace falta ponerlo en práctica. Lo más sagrado que tiene el ser humano es el ejemplo.
Cañamero en otro momento de la entrevista. FOTO: R.S.
¿Qué tal es su vida de diputado en el Congreso desde hace dos años?
Una experiencia. Yo intento comportarme como me he comportado en la vida civil. Allí no tengo ningún tipo de privilegio, en absoluto, he renegado de todos los posibles privilegios que pueda tener un diputado, incluso en el salario. No tengo un salario como el de Podemos, que son 2.000 euros, yo cobro 1.300 y el resto lo dono.
¿A quién dona usted el restante de su salario?
A las organizaciones, sobre todo, a la caja de resistencia del SAT para pagar juicios y multas en Andalucía.
¿De qué se siente especialmente satisfecho de su paso por el Congreso de los Diputados?
La verdad es que del tema jornalero, en Andalucía y Extremadura hay 1,2 millones de jornaleros, y hemos sido capaces de colar iniciativas y han sido apoyadas por toda la Cámara. Se han aprobado cosas importantes por mayoría sobre los jornaleros y eso me ha hecho sentir bien, después de tanto insistir, tanto proponer y tanto repetir la realidad que tiene el campo y los jornaleros, la eventualidad, la discriminación, la pobreza...
¿Dónde es más útil, de diputado en el Congreso o de líder jornalero?
Cuando era líder jornalero me sentía más útil, porque estoy en mi terreno. Yo soy una persona de a pie de tajo, de pueblo, sencillo, me gusta el contacto humano. En el Congreso el contacto humano no existe, allí existen paredes, alfombras, dinero, pero eso no es el pueblo.
¿Ha notado un tratamiento clasista por parte de otros diputados hacia usted?
Bueno, alguno intenta ridiculizarme que si soy radical, que si digo mentiras, que exagero, pero encuentro un gran respeto de todo el mundo, esa es la verdad. Cuando me dicen que exagero, les propongo que vengan conmigo al tajo y lo vean, porque yo no miento nunca.
¿Le gustaría repetir como diputado en la próxima legislatura?
No, porque me quiero jubilar en el campo. Mi paso por la política institucional acaba esta legislatura.
¿Y a qué se va a dedicar luego, se va a jubilar?
Yo voy a seguir haciendo política, es imposible que no la haga. Me quiero sacar la carrera de Historia cuando termine la legislatura. Yo tengo 62 años y no me podré jubilar cuando termine la legislatura porque he renunciado a estar dado de alta en el Congreso, yo pago todos los meses 98 euros de mi cartilla agraria para cotizar en el régimen agrario. Yo he renunciado a que el Congreso pague por mí 1.500 euros todos los meses, le voy a ahorrar 70.000 euros en cuatro años.
¿Usted no cree que su discurso sobre su salario lanza un mensaje muy peligroso que significa defender la igualdad por abajo en lugar de por arriba? ¿No sería mejor que los jornaleros vayan abandonando las condiciones de precariedad y no que haya cada más gente en su situación?
Bueno, eso es una teoría, que está bien; pero yo quiero vivir como mi pueblo, como la gente. Si soy jornalero, quiero vivir como un jornalero. Si no vives como ellos, vale, los podrás defender, podrás hablar en su nombre, pero en el fondo estarás un poquito apartado de ellos. Y yo quiero estar al mismo nivel que la gente.
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