En un mundo del misterio donde los beefs, el ego, la mala competencia y las estupideces están a la orden del día, desde La Cara Oculta De volvimos a dar una lección de humildad a todos aquellos que apuestan por un mercantilismo barato de lo paranormal.
José Antonio Aguilera, además de ser el maestro de ceremonias del acto, compartió sus conocimientos sobre duendes y Slenderman.
Óscar Fábregas abordó controversias y curiosidades sobre la figura de Jesucristo, demostrando que el misterio puede estar profundamente ligado tanto a los dogmas como a la historia.
Raquel Berenguel tomó la figura de la bruja —tan mal contada a lo largo de los siglos— y la destrozó a base de puñetazos de realidad, desmontando esa fantasía retorcida que ha marcado la visión histórica de la mujer.
Gema Marcos expuso con humildad lo que supone la vida de una investigadora paranormal en la actualidad y presentó pruebas relacionadas con el más allá.
Todo esto se compartió con un público entregado y con sed de conocimiento, mientras se grababa de manera oficial para que las palabras perduren gratuitamente en el tiempo. Muchos asistentes grabaron fragmentos con sus móviles o incluso emitieron en directo desde sus redes sociales. No se amenazó a nadie con denuncias por difundir lo que en las jornadas se estaba comentando sin nuestro permiso; al contrario, se trataba de un evento divulgativo. Además, era solidario: se solicitaron donativos para dos asociaciones benéficas de San Fernando, sin intención alguna de cobrar entrada, porque el conocimiento debe ser gratuito. Y, por supuesto, aunque algunos participantes compartían un mismo tema, ninguno trató de acallar al otro; al contrario, se animó al que aún no tenía una publicación a que la hiciera. Qué raro, ¿no?
Estamos tan acostumbrados a ser prepotentes con nuestras propias migajas que nos cuesta compartir el conocimiento en un evento con tanta armonía y compañerismo, hasta el punto de que lo verdaderamente paranormal parecía no ser lo que se exponía en las ponencias, sino lo que estábamos logrando allí.
El mundo paranormal se está convirtiendo en una industria comercial de las que provocan arcadas. ¿Qué soy un vendido porque publico libros? No los compres; siéntate un día conmigo y te cuento lo que quieras. El postureo del investigador se ha degradado hasta convertirse en un mero creador de contenido, donde el avance se sustituye por el bait para ascender en la pirámide de la fama.
Todos quieren ser un Iker Jiménez de la vida, cuando se parecen más a ciertos youtubers. Algunos están tan obsesionados con su privacidad que apenas se les escucha entre los muros que levantan frente a su audiencia. Y otros solo se acuerdan del misterio cuando el hambre aprieta. Pero aquí, supuestamente, todos bajamos al fango.
Mi objetivo con las jornadas de mi ciudad es hacer un brindis por un misterio libre, gratuito y enriquecedor para las mentes que asistan; un espacio donde el ponente no se sienta un mero mercader de su conocimiento, sino una fuente de la que beber si queremos informarnos de sus temas.
¿Cambiará esto algún día? No lo sé. Mientras tanto, seguimos avanzando en nuestra ciudad, y si somos el referente de alguien, no me importa. Solo quiero seguir ayudando a mi comunidad desde mi silla.
Como diríamos en una investigación paranormal: "¿Hay alguien ahí?". Richard Stine