Los fantasmas del Hospital General San Carlos II: una misteriosa llamada

Hospital San Carlos II: Un enfermero recibe una llamada fantasmal en una planta abandonada. Sumérgete en este relato de misterio y apariciones inexplicables

Los fantasmas del Hospital General San Carlos II: una misteriosa llamada. Imagen creada con IA para esta pieza.
23 de julio de 2025 a las 19:49h

¡Qué lejano quedan los años de la pandemia del covid! Pero, si miramos con frialdad, no ha pasado tanto. Esto te demuestra un par de cosas, la volatilidad de la memoria humana y que la historia se repetirá de nuevo sin que podamos hacer nada. Y esto último, ¿por qué? Porque el ser humano es el único animal que tropieza dos veces, o más, con la misma piedra.

Miro a mi alrededor y parece que no hemos aprendido nada. Multitudes apelotonadas en fiestas y eventos, falta de orden y disciplina cuando de intereses personales va la cosa y empresas que reducen en material de prevención de riesgos laborales a favor de reducir “gastos innecesarios”.

Pero no estoy aquí para hacer un cántico a favor de ningún movimiento social, sino para hablar de un suceso con poca lógica, o ninguna, que se dio en el “Hospital San Carlos” de San Fernando, allá durante el 2020. Recordemos que en ese año fue declarado “Hospital libre de Covid”, pero que en lo peor de las mareas de contagio tuvo que ingresar pacientes. Sin embargo, los que no estaban exentos a la enfermedad, o a su agotamiento, eran los sanitarios con sus interminables turnos.

Una de las normas internas que este hospital tomó fue la de que todos sus empleados usaran el uniforme verde. Se sabe que suele ser el empleado por los cirujanos, enfermeros, fisioterapeutas; entre otros; ya que asociamos esta tonalidad con la sanación, la armonía y nos produce calma… Supongo que en una ola de covid es el verde esperanza, o el negro fúnebre.

El caso es que el testigo de lo insólito era un enfermero que por aquellos tiempos trabajaba allí. Estaba realizando un turno intensivo de 24 horas, y tras más de medio día su cuerpo no daba para más. Según me comentó, la cosa andaba tranquila, y estando siempre localizado, decidió irse a descansar a una de las plantas que este edificio siempre tiene cerrada.Cosa curiosa que me comentó: sabía que en la planta que había decidido descansar, se hablaba de una habitación de la cual no se narraban precisamente cosas bonitas. Sin embargo, debido a su cansancio se fue a una colindante de esta y se tumbó sobre la camilla, de cara a la ventana.

Tras un tiempo en completa tranquilidad y silencio, su cuerpo comenzó a relajarse, entrando en esa fase que muchos denominan duermevela. Pero para su desgracia alguien llamó a la puerta, y él desde su posición pudo distinguir a un compañero.

No fue más que segundos, pero el reflejo del cristal mostraba a un compañero usando un uniforme blanco, con su respectiva bata; sería un médico. Su voz masculina le comentó que sus compañeros de planta lo andaban buscando. Dicho esto se marchó por el pasillo. Ni llegó a entrar, tan solo desde el marco de la puerta dio el aviso y se marchó. Cuando se recolocó en la camilla, el emisor ya no estaba.

Medio adormilado se puso de pie y marchó al pasillo, miró a los lados a ver si reconocía a su compañero, pero se había evaporado. No le dio mucha importancia, pues era una época difícil y estarían yendo a marchas forzadas. Lo raro era que nadie lo había localizado a través de su móvil, y que un doctor se digne a hacer de informante… Sospechoso. Otra cosa que también sumaba rareza era que lo había visto de blanco, cuando todos deberían de portar el verde. ¿Se habría manchado sus ropajes y no tendría otro?

Al descender por el ascensor y llegar junto a su unidad, preguntó qué ocurría, por qué lo habían llamado. Pero nadie lo había hecho, la situación seguía en calma y él debería de estar descansando. Lo más raro de todo, es que nadie reconocía al doctor de blanco. Todos, desde el médico más prestigioso del hospital, hasta el TCAE más nuevo, iban de verde.

Richard Stine

Sobre el autor

Antonio S. Jiménez

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