El cierre temporal de los quirófanos del Hospital de San Carlos, en San Fernando, ha encendido las alarmas entre los profesionales sanitarios del centro. En una reciente reunión con la alcaldesa Patricia Cavada, el personal de quirófano expresó su inquietud por la falta de información y transparencia en torno a las obras previstas, y advirtió del posible desmantelamiento progresivo del hospital.
Durante la reunión, los profesionales expresaron su inquietud por la falta de información y transparencia respecto a los trabajos que se realizarán, así como por la posibilidad de que el cierre de los quirófanos de San Carlos sea solo un primer paso hacia un desmantelamiento gradual del hospital. Denunciaron que no se les ha consultado sobre los planes para las obras que, en su opinión, podrían haberse ejecutado de forma más rápida o por fases, lo que habría permitido la continuidad de la actividad quirúrgica sin afectar a los servicios.
La acaldesa sostiene que “cuando todos los sindicatos, colectivos sociales, usuarios y profesionales sanitarios de todas las áreas coinciden en que la situación de San Carlos está mal y que el cierre este verano es muy negativo, es incomprensible que la Junta de Andalucía siga afirmando lo contrario”.
Los profesionales subrayan que los pacientes se verán obligados a esperar más tiempo para ser operados o serán derivados a otros centros, como el Hospital Puerta del Mar, que ya se encuentran saturados. Esta situación, señalan, provocará un aumento significativo en las listas de espera, en un contexto donde la presión asistencial es ya elevada.
El personal también ha denunciado que el cierre de quirófanos en verano responde, en parte, al objetivo de evitar nuevas contrataciones. La falta de refuerzo en las plantillas obliga a desplazar trabajadores a otros hospitales, lo que representa un perjuicio para quienes prestan servicio en San Carlos y un indicio más, según sostienen, de una estrategia de desmantelamiento progresivo del centro.
Un servicio muy afectado
A la ausencia de contrataciones se suma la falta de información sobre unas obras que, según los trabajadores, podrían haberse planificado de forma alternativa para no suspender durante cuatro meses una actividad tan crítica como la quirúrgica. Esta interrupción supone la paralización de los quirófanos durante un tercio del año, afectando de forma severa al servicio.
Desde el Ayuntamiento, se alerta de que esta medida deja al hospital prácticamente vacío, con solo una de sus doce plantas en funcionamiento. En estas condiciones, denuncian, San Carlos se aleja cada vez más del proyecto de crecimiento previsto y empieza a funcionar como un centro de salud más que como un hospital de referencia en la provincia.
La alcaldesa, Patricia Cavada, ha respaldado las denuncias de los profesionales y ha asegurado que la preocupación por esta situación es compartida por todo el entorno sanitario: médicos, auxiliares, trabajadores y usuarios. En su opinión, el consenso sobre el diagnóstico es claro y debería ser escuchado por el Gobierno andaluz.
