Dama Blanca XII - Chiclana de la Frontera

Ese patio en concreto se encuentra más alejado de la entrada principal, teniendo que pasar por el otro para llegar hasta su posición

Una imagen de Chiclana.
Una imagen de Chiclana.

Seguimos deambulando por la provincia gaditana para seguir descubriendo más damas blancas. En esta ocasión nos detenemos en Chiclana de la Frontera, pero para ser más exactos, en la zona de Campano.

Para remontarse a los orígenes de la Colonia Vitícola de Campano nos tenemos que trasladar al final del siglo XIX. Las tierras pertenecían a la familia Bertemati; de alta clase social; siendo el fundador Manuel José Bertemati Pareja (1852-1935) quien se casó con Francisca Musa Busheroy, que al aunar fortunas el matrimonio tenía un gran poder adquisitivo.

La colonia era una pequeña ciudad, ya que tenía casas, una iglesia, un colegio, un centro de salud… Tenía lo básico para que las familias de los trabajadores de los viñedos no tuvieran que irse nunca de allí. Sin embargo, el sueño duró poco ya que entre las diferencias políticas de los miembros de la familia de la marquesa, y sus grandes aspiraciones religiosas, no hubo descendencia. El marqués Manuel José falleció, dejando viuda a Francisca y al morir ella, Monseñor Enrique Bertemati; hermano del marqués; administró los bienes de ambas familias hasta su fallecimiento, cediendo muchas propiedades a la iglesia.

Es por ello que se instaló en esa colonia el colegio católico de la orden de los Salesianos, que antiguamente fue un correccional para jóvenes con problemas de conductas. También han estado asentados en la antigua colonia de Campano la Cruz Roja; organización que atiende a refugiados; así como una colonia de verano para niños y jóvenes.

Es de uno de los jóvenes que participaban de dicha colonia, donde se empieza a hablar sobre una hipotética dama blanca. ¿Puede ser que, de entre todas las leyendas de este misterioso lugar, esté también una dama de blanco?

El chico tendría entre unos 13 o 15 años, y participaba en una convivencia en la Pascua en el colegio de Campano que duraba aproximadamente de unos 5 días. Para dicho evento se utilizaban las instalaciones del colegio de Campano, que al mismo tiempo usaban las instalaciones de la antigua casa palacio de la Marquesa Francisca.

El joven se encuentra con cuatro compañeros más en la primera planta, dando su ventana a un patio interior que posee una fuente. El colegio tiene dos patios, ambos separados por la capilla, y aislados del exterior por verjas y puertas que se cierran de noche.

Las vistas desde su cuarto dan al patio interior, el cual posee una hermosa fuente. Ese patio en concreto se encuentra más alejado de la entrada principal, teniendo que pasar por el otro para llegar hasta su posición.

Una noche, al apagar las luces del porche, un compañero del chico ve a alguien haciendo señas desde abajo. Al principio piensan que el chaval está bromeando porque no ven a nadie. No obstante, el compañero muy convencido, pensando que ocurre algo grave, sale de la habitación y marcha hacia esa persona.

Esto no debería de pasar ya que supuestamente, los monitores cierran todas las puertas para evitar que los jóvenes se escapen del centro en la noche. Sin embargo, consigue salir sin problemas; ya que todas las puertas que se va encontrando por los pasillos y demás partes del edificio están abiertas; y se acerca a esa persona que, mientras se aproxima, desaparece entre las sombras de la madrugada.

Eso sí, sus amigos, que siguen sus pasos desde la ventana, ven a una extraña dama de blanco en otra zona del patio perderse cerca del porche. Es decir, por donde su amigo acababa de pasar segundos antes para acercarse a la supuesta persona que lo estaba llamando.

La noche pasó muy lenta y confusa. Todos se acostaron dudando de lo que acababan de ver, y de que todas las puertas estuvieran abiertas, ya que recuerdan que después de cenar juntos, el monitor encargado de esa parte del edificio había cerrado las puertas delante de ellos.

Al día siguiente, el joven y sus compañeros preguntan al monitor sobre lo sucedido. Sin embargo, el monitor les dice que es imposible que hubieran visto a alguien, ya que todo está cerrado y él mismo fue el último en subir a la habitación.

¿Podría ser una dama blanca? Se cuentan muchas historias de la Marquesa Francisca deambulando de manera fantasmagórica por su antigua colonia. ¿Podría ser ella esa mujer de blanco que vieron estos jóvenes?

Sobre el autor:

Antonio S. Jiménez

Antonio S. Jiménez

Investigador paranormal. Miembro del TCI. Autor de 'San Fernando paranormal' y 'Enigmas en la provincia de Cádiz'

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