Cuando empecé en el mundo del misterio, jamás pensé que sería capaz de encontrar tantas leyendas, y mucho menos tantas damas blancas en mi propia provincia.
Es interesante ver como todas comparten algo en común, su desdicha en su última etapa de sus vidas. Ya sea por motivos de alcoba, o por añoranza a alguien, o algo. Mujeres que el infortunio las amarra a este plano para que conozcamos sus leyendas.
En esta ocasión nos vamos a la frontera entre Rota y Chipiona para encontrarnos con la casa de San Lorenzo; o la Julia. Esta casa es de estilo neo-mudéjar fue construida por el arquitecto Juan Talavera de la Vega.
Es curioso porque si se revisan los archivos históricos se dibujan dos posibles teorías sobre el origen del lugar. La primera indica que fue la casa del guarda de un coto de caza que perteneció al Duque de Montpensier. La segunda hipótesis sugiere que fue construida como residencia para una amante del Duque llamada Julia.
Se desconoce con certeza la verdadera historia detrás de la casa, pero se cree que pudo haber sido construida como regalo para la amante del Duque. Ya que como casa para un mero guardia es demasiado lujosa.
El Duque de Montpensier era el hijo del último rey de Francia y llegó a España después de la abdicación de su padre en 1848. Se estableció en Sanlúcar de Barrameda y compró el coto de caza de Torrebreva en 1860, que convirtió en viñedos. Después de algunos años de destierro, regresó a España en 1876 y murió en Torrebreva en 1890.
Curiosamente, se cree que antiguamente, cerca de lo que hoy son los restos de la casa, había una cruz que señalaba el lugar de enterramiento del Duque. No obstante, ya hoy no existe porque la zona ha sido rodeada por invernaderos y fue destruída.
Se especula que el Duque falleció de apoplejía mientras cabalgaba hacia la casa de San Lorenzo. Dicha enfermedad fue causada por un esfuerzo excesivo durante una sesión de relaciones sexuales con Julia. Así que pese a darle “duro”, siempre tenía ganas de más.
La leyenda continúa de la forma que nos imaginamos, cuando el Duque murió, a Julia se le acabó el chollo. Pues es lógico pensar que además de la casita, el Duque le daría una asignación, cosa que la esposa del Duque, Doña Luisa Fernanda, no consistió en mantener.
Aquí hay dos teorías para saber qué ocurrió con la amante del Duque. Por un lado, se dice que Luisa la acabó echando, y es entonces cuando la casa fue ocupada por el guarda; de ahí la confusión de para quién se construyó la casa. Por otro lado, se cuenta que Doña Luisa la encerró en la pequeña torre de la construcción; lugar donde Julia se ponía a esperar a su amado viéndolo llegar a caballo; mientras el guardia se mantenía en la casa para que la amante no escapara.
En esta última versión, se dice que Julia, cansada de estar encerrada en un espacio tan pequeño, acabó suicidándose desde lo alto de la torre, falleciendo en el acto. El guarda, que debido al tiempo que había pasado cumpliéndo órdenes para Doña Luisa, se apiadó de Julia y colocó otra cruz; pagada de su propio bolsillo; junto a la cruz del Duque, para que siempre estuvieran juntos; pero dicha cruz fue destruída al igual que la de su amante.
Por las noches, se dice que el alma de Julia se aparece en la torre de la casa de San Lorenzo, esperando a su amado. Otras personas, aseguran haber visto al Duque aparecer del más allá montado en su caballo, marchando hacia su nido de amor prohibido, pero jamás consigue llegar.
Como investigador paranormal, puedo asegurar que tras unas breves pruebas psicofónicas, he podido captar pruebas del otro lado. ¿Será nuestra peculiar dama blanca? ¿Será el guardia que la encerró por órdenes de la Duquesa?
Lo único que tengo claro es que os animo a visitar el enclave, porque pese al abandono, aún se puede apreciar la belleza que en su día poseía, y subir; con mucho cuidado; a la pequeña torre desde donde Julia esperaba con ansias a su amante, y tras fallecer éste, decidió saltar al vacío.
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