El aislamiento es una técnica de campo, dentro del mundo paranormal, donde el investigador se queda a solas en el lugar en el que se está realizando la investigación.

Los compañeros se marchan lo más lejos posible para evitar cualquier ruido que pueda perjudicar a los resultados, y el aislado queda a oscuras para poder percibir mejor con sus otros sentidos. Por regla general, se suele dejar algún aparato para que las pruebas queden grabadas para su posterior análisis.

Hay grupos que a la persona que se queda aislada le vendan los ojos, para evitar la tentación de abrirlos cuando éste se quede sin compañía. En otras ocasiones, he visto a personas que prefieren atarse las manos para quedar indefenso ante las energías y que estas reaccionen. Cada uno elige lo que mejor le funcione.

En mi caso, he realizado varios aislamientos y siempre he tenido una pequeña luz para que me ilumine. Dicen que las luces artificiales asustan a los espíritus, pero he tenido buenos resultados que determinan lo contrario.

Como siempre digo, la “ciencia” de la parapsicología es tan inexacta que no podríamos establecer unas normas a seguir. Es como la ciencia social, cada persona es un mundo y por mucho que den unas pautas a seguir, ningún caso será igual al anterior en su totalidad.

He de decir que es la técnica más intensa que se puede hacer en el mundo paranormal. Si lo que se busca es quedarse cara a cara con el misterio, indefenso y con ganas de experimentarlo, esta es la maniobra ideal. Sin poder arroparse en el grupo y sin nadie que diga que ese ruido que has escuchado es producto de la imaginación… o no.

Eso sí, a los que practican esto llevado al extremo; atados, con vendas en los ojos, o cualquier otro impedimento que nos deje desprotegidos; hay que tener mucho cuidado. No lo digo por los elementos del más allá, sino por los del más acá. Seguimos en nuestro mundo, y que nos sorprendan investigando sigue siendo un riesgo que no dejamos de asumir.

Imagínate, querido lector, que cuatro indeseables te encuentran maniatado e indefenso… ¿Qué podrían hacerte? Pero si en el mejor de los casos, esas cuatro personas te encuentran así… ¿No podrían pensar que estás en peligro y les pegues un buen susto a ellos? ¿Qué reacción podrían tener al saber que te has puesto así para que los espíritus te vean indefenso? ¿Es necesario atarse para que ellos te vean así?

La técnica del aislamiento, por regla general, viene bien porque solemos desconectar bastante cuando vamos en grupo. Obviamos cualquier ruido externo porque estamos pendiente de los demás, y al estar solos nos ponemos más en alerta por puro instinto. Esa atención extra al estar en solitario ayuda a percibir mejor nuestro entorno, pero también puede confundirnos, ya que al estar más atento a todo, podemos pensar que cualquier ruido es un ente, y quizás solo ha sido el viento meciendo las ramas de un arbusto.

Es por eso que siempre se recomienda dejar diferentes aparatos que afirmen, o desmientan, lo que el espectador privilegiado observa. Una grabadora, una videocámara de visión nocturna, una rem pod… Cualquier cosa que pueda dar credibilidad de esa presencia que anhelamos encontrar.

Y ahora te pregunto… ¿Serías capaz de quedarte a solas en una casa abandonada donde supuestamente hay una leyenda urbana? ¿Y si le añadimos que tienes que hacerlo de noche?

Sobre el autor:

Antonio S. Jiménez

Antonio S. Jiménez

Investigador paranormal. Miembro del TCI. Autor de 'San Fernando paranormal' y 'Enigmas en la provincia de Cádiz'

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