Quizás los muy vejeriegos tengan una explicación para dedicarle una calle a un santo que no aparece en el santoral. En la cuesta de San Filmo está el acceso a La Fonda Antigua, catorce habitaciones repartidas entre dos fincas laberínticas —una de ellas fue la antigua pensión Rosa—en el intramuros de uno de los pueblos más bonitos de España, Vejer.
Esta aventura comenzó por amor hace casi una década y ha seguido escribiendo capítulos cuando hace casi un lustro esta fonda antigua amplió su oferta con una propuesta gastronómica con vistas (gracias a una impresionante terraza-mirador) que te lleva del suelo al cielo estrellado del pueblo de La Janda gaditana.
Una historia de amor con 'estrella'
Los impulsores del negocio son la chipionera Eugenia Claver y el jerezano Leopoldo del Puerto, abogados que se enamoraron tras un juicio en el que fueron contrarios y que han unido en Vejer sus grandes pasiones: el interiorismo, las antigüedades, la gestión turística sostenible, el buen vino, la gastronomía… Dos enamorados del Bon Vivant que han echado muchísimas horas durante más de diez años compatibilizando sus trabajos en la abogacía, la familia y sus ahorros para levantar este proyecto en común.
Por la calle de atrás, la calle Viñas, se llega a un rincón sin salida. Una impresionante buganvilla es la que da la bienvenida a quienes comparten el L’ Aperò. El ala gastro de La Fonda Antigua. El secreto mejor guardado de este complejo hotelero con encanto. Y vistas. Qué vistas.
En cocina —se cruza por ella para alcanzar la terraza-mirador— nos reciben Juanlu Fernández (jerezano, dos estrellas Michelin por LÚ Cocina y Alma) y su pareja y estrecha colaboradora, la colombiana Dolce Nilda (Mejor Jefa de Sala en los premios Montagud 2024).
Un mano a mano Jerez-Atlántico Sur-Toledo
Ellos llevan colaborando con los propietarios y amigos del negocio desde el principio. La novedad este año es que se les ha unido Iván Cerdeño. Un amigo toledano que también cuenta con dos estrellas Michelin por su Cigarral del Ángel. Algún que otro Aperol Spritz y alguna Alhambra 1925 para maridar los encurtidos caseros.
Han servido unos sensacionales vinos de Bodegas Recuero 1873, procedentes de Villanueva de Alcardete, Toledo, para toparse con las creaciones clásicas y tradicionales de Juanlu e Iván, amigos y talentos creativos de la alta cocina que mima el producto de temporada. Vieira en suero de cebolletas, mollete de atún rojo salvaje, las croquetas de jamón ibérico (las de Juanlu, claro), atún encevichado, el sorprendente sabayón del Atlántico sur, el ravioli de guiso ibérico y el remate dulce de la panacota.
Sabores con estrellas con vistas a un cielo limpio solo salpicado, más abajo, por las lucecitas que se escapan de las casas encaladas de la bella Vejer. Al fondo, Zahara de los Atunes, Cabo Camarinal, el Norte de África; a unos pasos, El Palmar. Brisa marinera que refresca el ambiente ante la primera gran ola de calor del verano. Nada mejor que la refrescante terraza-mirador de Eugenia y Leopoldo para escapar de la canícula. Habrá más encuentros y mano a mano entre estrellas durante todo el verano. Prometen muchas sorpresas esta temporada. Síganles...
