El secreto de los anetos gigantes del Rincón de Castro: "Hasta de vacaciones nos reconocen"

Este mítico bar de La Granja ha trabajado siempre con platos típicos de la gastronomía española y uno de sus platos más conocidos son los anetos caseros que preparan

El Rincón de Castro lleva 18 años ofreciendo platos tradicionales entre los que destaca el aneto.
El Rincón de Castro lleva 18 años ofreciendo platos tradicionales entre los que destaca el aneto. MANU GARCÍA

Hace 18 años nació en la barriada de La Granja, concretamente en la calle Antonio Gaudí, uno de los bares más conocidos y queridos en la zona, el Rincón de Castro. Allá por el año 2004, Fernando Ruiz y Mariángeles Castro abrieron las puertas de este establecimiento.

Antes, este matrimonio jerezano había trabajado dirigiendo el bar Dima y posteriormente en la cocina y la barra de la Peña Juan José Padilla, ambos en Torresblancas. "Después de estar seis años en la peña nos propusimos abrir nuestro propio local. El Rincón de Castro nació como cualquier otra propuesta de alguien que busca un sitio donde trabajar", cuenta Fernando.

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Es un bar tradicional situado en La Granja.  MANU GARCÍA

El modelo de negocio no ha cambiado desde sus inicios, ya que su objetivo siempre ha sido "ofrecer al cliente un espacio tradicional y mantener nuestra línea de trabajo". De hecho, tanto él como su mujer consideran que una de las claves del éxito que tienen es precisamente seguir siendo reconocibles con el paso de los años.

Algo parecido ocurre con la zona donde se ubican, ya que casi a la vez que se inauguraba el Rincón de Castro, también culminaba la construcción de las viviendas de Edificio Europa y Puente Verde. "Estos nuevos bloques trajeron a muchos nuevos residentes al lugar, dándole un empujón", cuenta. Se podría considerar, por tanto, que este bar formó parte del comienzo de su expansión.

Como es de esperar, tras tantos años el Rincón de Castro se ha hecho con una clientela fija que acude casi a diario para desayunar, almorzar o cenar. "Aquí se puede venir a comer a la hora que se quiera y siempre intentamos darle todo lo que podemos a nuestra gente", señalan orgullosos.

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Trabajan con un público muy variado y en constante crecimiento.  MANU GARCÍA

Además, trabajan con un público de lo más variado y que cada vez va creciendo en cantidad. "En nuestras mesas se sientan chicos y chicas jóvenes, familias, personas más mayores… nos movemos en una horquilla de edad muy amplia y además hablan muy bien de nosotros. Ya no solo nos conocen en Jerez sino en parte de la provincia. El boca a boca está teniendo éxito", insisten Fernando.

En cuanto a la carta, conservan una base idéntica a la que trabajaban en los anteriores negocios. "Nosotros no ofrecemos comida moderna ni fusiones, somos un lugar donde venir a comer los platos que hacían nuestras madres y nuestras abuelas y la gente lo valora muchísimo", dice el hostelero jerezano.

Así, trabajan los caprichos de novia, las almejas a la marinera, la carrillada ibérica, el pollo al Rincón, la carne con tomate o los pimientos fritos entre otros platos. Pero la estrella indiscutible es el aneto con salsa castellana. Este plato tiene un enorme éxito, pero, ¿cuál es su secreto? Para Mariángeles es "el cariño que le ponemos".

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Ofrecen una amplia carta de platos típicos.  MANU GARCÍA
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El capricho de novia es uno de los platos más solicitados.  MANU GARCÍA

Como reconoce "llevo 25 años montando anetos y no me canso de hacerlo, al contrario. Cuanto más me alaban por lo buenos que están más ilusión tengo por seguir montándolos". Y es que este plato es la seña de identidad del Rincón de Castro. "Nosotros nos hemos ido de vacaciones fuera de Jerez y nos han reconocido como los de los anetos. No me creo que mi comida haya llegado tan lejos", cuenta con una mezcla de incredulidad y satisfacción.

Mariángeles incide en que "es muy importante cuidar bien las cantidades", ya que, de lo contrario, la carne podría quedar insípida o no ser fácil de comer. Además, invierten mucho tiempo en su preparación. Solo en hacer la salsa de roquefort o a la pimienta tardan aproximadamente dos horas y para preparar el servicio del fin de semana comienzan los miércoles a prepararlas. "Es un trabajo muy laborioso y hecho a conciencia. Los fines de semana solemos gastar entre cuatro y cinco cubos de salsa de modo que echamos mucho tiempo solo para los anetos".

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El aneto es el sello de identidad del bar.  MANU GARCÍA

Ella lo tiene claro, "si no te gusta la cocina o quieres acabar pronto no trabajes en ella. Yo siempre pienso que el cliente tiene el paladar igual de fino que yo o incluso más, de modo que lo que no me guste a mí no se lo voy a dar a nadie".

En relación con la carta, Fernando añade que "para que la clientela no se cansara fuimos añadiendo platos nuevos y haciendo cambios de vez en cuando, tanto metiendo platos de temporada como retirando otros que no se estuvieran pidiendo tanto como nos gustaría".

Sin embargo, hay algunos platos -los más laboriosos, como algunos guisos- que no pueden ofertar aunque les gustaría porque tienen problemas de espacio. "En uno de los laterales y detrás del bar hay dos locales que pertenecen al Ayuntamiento y están cedidos a unas agrupaciones locales. Uno de ellos se utiliza aproximadamente cada dos semanas para fines sociales pero el otro está vacío prácticamente todo el año", explica.

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Almejas a la marinera.  MANU GARCÍA

Aún así, llevan aproximadamente siete años intentando obtener el alquiler de este espacio sin suerte. "Nos hacen rellenar unos papeles, solicitar unos permisos, nos dicen que todo va para adelante pero al final siempre se queda parado", lamenta. Su única intención es ampliar la cocina, por eso, asegura que "me conformo con que nos cedan la mitad del inmueble. No necesitamos ampliar el salón, solo queremos tener más sitio para cocinar".

Como a todos los negocios del sector, la crisis de los combustibles ha afectado a los costes. Fernando admite que han tenido que subir los precios pero han intentado que esta variación se notara lo menos posible. "Nadie sabe el trabajo que hacemos comprando productos a varios proveedores distintos para encontrar los más baratos. Además, hemos retirado algunas materias primas que se estaban yendo por las nubes. Hemos hecho piruetas para seguir ofreciendo una carta económica y que permita a quien quiera, independientemente de su situación, poder venir a nuestra casa cuando le apetezca".

Actualmente, el Rincón de Castro se mueve en una horquilla de entre 3 euros y 15 aproximadamente, dependiendo lógicamente de si se pide por tapas o por raciones, pero siempre con productos de primera. "El precio se puede negociar, pero la calidad del producto jamás", sentencia.

Sobre el autor:

Pablo Mata

Pablo Mata

Periodista, graduado en la Facultad de comunicación de Sevilla en el año 2020. Miembro de la Asociación de Prensa de Jerez. He hecho prácticas y colaborado en varios medios para ganar experiencia. También escribo en mi propio blog sobre mi pasión, el deporte, y ahora tengo la oportunidad de aportar mi granito de arena en lavozdelsur.es.

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