Salir a comer fuera, algo tan cotidiano para muchos, puede convertirse en una auténtica odisea para las personas con ceguera. La falta de accesibilidad sigue siendo una barrera silenciosa en numerosos espacios públicos, también en la hostelería. Sin embargo, en la provincia de Cádiz hay restaurantes que decidieron dar un paso al frente y demostrar que la inclusión no es una palabra vacía, sino una acción concreta.
Todo comenzó en 2020, gracias a la iniciativa de Francisco Manuel, un niño de Puerto Real que se propuso algo tan sencillo como transformador: ‘traducir’ al braille las cartas de bares y restaurantes para que las personas con discapacidad visual pudieran elegir qué comer con autonomía. Desde entonces, este joven puertorrealeño ha adaptado un centenar de cartas, sumando complicidades por toda la provincia.
La página de Facebook Restaurantes con cartas en braille recopila algunos de los participantes.
Restaurantes inclusivos
Uno de los establecimientos que se unió a esta iniciativa se encuentra en Paterna de la Rivera. Se trata de El Almacén, que ya dispone de carta en braille gracias al trabajo de Francisco Manuel. Un gesto que puede parecer pequeño, pero que marca una enorme diferencia para quienes necesitan este tipo de accesibilidad.
En la capital, Cádiz, también hay ejemplos destacados. CBC, Come Bebe Y Calla, un establecimiento de comida rápida que se define como “para paladares inteligentes”, cuenta con su carta transcrita al braille. La iniciativa permite que cualquier cliente con discapacidad visual pueda consultar la oferta gastronómica sin depender de terceros.
En Puerto Real, otro nombre se suma a esta lista inclusiva: Casa Marta Venta Henry. Su carta también está disponible en braille gracias a la misma iniciativa.
La red de restaurantes accesibles continúa creciendo. En Jerez, uno de los establecimientos que ya dispone de carta en braille es el Restaurante Chiqui. Un ejemplo más de cómo la hostelería puede contribuir a hacer la vida un poco más fácil a las personas con discapacidad visual.
La lista se amplía con Bar La Uvita, en Cádiz, que dispone de carta en braille, y con Ancá Lidia, también en la capital. En la Venta Restaurante El Negro, en Medina Sidonia, los clientes con ceguera pueden consultar el menú en braille, al igual que en Venta El Frenazo, situada en la pedanía de Los Badalejos, dentro del mismo municipio.
Todos ellos comparten algo más que una buena mesa: la voluntad de hacer de la hostelería gaditana un espacio más accesible e inclusivo.