El restaurante de Espera donde manda la pechuga 'preñada' y que también organiza conciertos

Carlos Díaz regenta A lo del Casio desde 2018, cuando abandonó su anterior local por falta de espacio. Tras superar la pandemia y luchando contra la crisis asegura que vuelve a quedarse sin sitio para tantos clientes

Carlos Díaz, dueño de A lo del Casio, en Espera.
Carlos Díaz, dueño de A lo del Casio, en Espera. MANU GARCÍA

En Espera cuando los vecinos van al bar casi siempre dicen que van a lo del Casio. Este es uno de los restaurantes más conocidos de la localidad gracias a la cercanía que tiene con sus clientes, que "son casi de la familia".

Así lo expresa Carlos Díaz, el dueño del restaurante A lo del Casio —el apodo por el que le conocen—, un templo de la comida tradicional que funciona como punto de reunión y celebración para los espereños y para los visitantes que acuden a disfrutar de las maravillas de este municipio de la sierra.

Antiguamente el local en el que se ubican era un bar de copas muy popular en la zona que, tras dejar el negocio su dueño, quedó vacío durante 10 años. Paralelamente, Carlos regentaba el Centro de Día, un bar que se encuentra a tan solo un par de calles. Debido al éxito que estaba experimentando decidió buscar un local más grande "al que poder trasladar a todos mis amigos" y no desaprovechó la oportunidad que se le presentó.

Así, desde 2018 explota este local, y asegura que "está funcionando todo a las mil maravillas". Lo cierto es que se encuentra en una zona bastante aprovechable, con tránsito constante de personas y con una acera lo suficientemente amplia al otro lado de la calle para colocar una terraza cubierta desde la que se puede disfrutar de unas hermosas vistas del castillo y de la iglesia.

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Abanico Ibérico con salmorejo.  MANU GARCÍA

Capeando el temporal con ayuda de sus clientes

Los inicios no fueron difíciles porque ya tenía una clientela fiel de su anterior establecimiento, pero admite que "cada vez que empiezas algo es como una cuesta arriba, tienes miedos, dudas, no sabes si las cosas funcionarán como esperas... pero afortunadamente la respuesta de la gente fue buena".

En este restaurante se reúnen todas las mañanas decenas de personas que acuden a desayunar. El producto estrella para este servicio es sencillo de adivinar, ¿verdad? "El mollete es lo que más se vende con todo lo que le quieran echar", cuenta Carlos. Dentro también hay un trasiego constante de personas que dan vida y alegría a un espacio no muy grande pero coqueto y con la decoración justa para hacerlo un lugar agradable y natural sin quedar sobrecargado.

No faltan los clientes habituales que se sientan en la barra para tomarse un café o para empezar el día con un trago más potente mientras conversan entre ellos o con las camareras. Ciertamente se respira un ambiente muy cercano, casi de complicidad entre los presentes. El clima que hace especiales a los bares de pueblos pequeños.

Recién estrenado su nuevo local a Carlos se le vino encima la pandemia, una experiencia "realmente cruda". Tras tantos años dentro del mundo de la hostelería conoce a muchos empresarios no solo en Espera sino también en otros puntos de Andalucía y lamenta que varios de ellos tuvieran que echar el cierre a causa de la crisis sanitaria.

En este sentido desea remarcar el "espíritu colaborativo" de los vecinos que, en poblaciones pequeñas como esta, "se lanzaron a la calle" para ayudar a los pequeños negocios, aunque en algunos casos no fue suficiente para evitar el triste destino que les aguardaba.

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Pechuga preñada, el plato estrella del restaurante.  MANU GARCÍA

Casi sin tiempo para coger resuello de todo lo que pasó con el maldito virus ha llegado una nueva crisis, en esta ocasión económica y con epicentro en Ucrania. "Es otra cosa más, ahora están subiendo todos los precios, la carne, la leche, el azúcar... a ver quién consigue aguantar esto", reflexiona.

Para tratar de sobrevivir este hostelero local abre todos los días a las 05.00 horas, manteniendo su actividad hasta las 19.00 horas con un parón a la hora del almuerzo de lunes a viernes y ampliándola a las 00.00 horas los fines de semana, ya trabajando de seguido la jornada completa ofreciendo almuerzos y cenas.

Un aspecto diferencial de este restaurante con respecto a los demás del pueblo es la apuesta de su dueño por la celebración de eventos paralelos que complementen sus servicios de comida.

Así, con el permiso del Ayuntamiento de Espera han celebrado varios conciertos en vía pública en los que han conseguido congregar a cerca de 1.000 personas. "Aquí hemos montado cosas muy chulas y quien ha venido ha disfrutado mucho", asegura.

También tenían costumbre de celebrar Zambombas a las que no les faltaba un detalle, si bien desde la pandemia han preferido esperar un poco para retomar esta bonita propuesta porque "iba a venir mucha gente y me iba a poner malo". Aunque están abiertos a todos los públicos la mayoría de los participantes son espereños. "Al final esto viene bien para sacar a los vecinos del pueblo de sus casas y que se animen a disfrutar", agrega.

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Capirotes de langostinos con salsa brava.  MANU GARCÍA

"Una representación variada de la gastronomía de la Sierra"

Sobre la carta Carlos se siente bastante satisfecho con la distribución de platos que han organizado. En su propuesta gastronómica no falta la carne, el pescado ni la verdura, todo ello "representando la gastronomía de la sierra".

Casi en su totalidad la comida es casera y tradicional, teniendo tanto tapas como platos que son bastante contundentes. "Aquí el que viene a comer no se queda con hambre", comenta el hostelero local entre risas.

Uno de sus platos estrella es la pechuga preñada, una pechuga de pollo empanada rellena y bañada en salsa roquefort. También destaca el pescado frito como los chocos o los chipirones, el churrasco de cerdo, las tostas de huevos de codorniz con jamón, el abanico ibérico... "Hay donde elegir. Si comes aquí una vez seguramente repitas porque querrás probar otra cosa", asegura.

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Carlos Díaz en la entrada de A lo de Casio junto a su pechuga 'preñada'.  MANU GARCÍA

Los productos que cocinan provienen en us gran mayoría de los territorios de alrededor de la sierra. Es un compromiso que tienen adquirido para apoyar el sector primario en la provincia y que, como añade, "mantiene un nivel altísimo en lo que servimos porque el pescado, la carne y la verdura que se produce por aquí tiene una calidad de primera".

En cuanto a los precios, Carlos lamenta el exagerado encarecimiento de las materias primas, "al menos un 10 o 15% sobre lo que pagábamos antes", pero han intentado sortear esta situación para mantener sus elaboraciones lo más asequibles posible. Así, los platos suelen moverse entre los 6 y los 7 euros pudiendo aumentar su precio alguno concreto como la pata de cordero. También disponen de una carta de vinos "muy trabajada y con nombres que suenan a todo el mundo" como los Ribera, Beronia, Ramón Bilbao, Rioja o Frizzante entre otros.

En apenas 5 años este empresario de Espera ya ha enfrentado dos crisis de embergadura y, superada la primera, confía en hacer lo propio con la segunda. Sin saber lo que deparará el futuro ya está "curado de espanto" y solo piensa en seguir creciendo y en poder ofrecer lo mejor a su fiel parroquia a la que le encantaría seguir viendo crecer en número. No cabe duda de que con este equipo al mando la gran familia de A lo del Casio seguirá aumentando durante mucho tiempo en Espera.

Sobre el autor:

Pablo Mata

Pablo Mata

Periodista, graduado en la Facultad de comunicación de Sevilla en el año 2020. Miembro de la Asociación de Prensa de Jerez. He hecho prácticas y colaborado en varios medios para ganar experiencia. También escribo en mi propio blog sobre mi pasión, el deporte, y ahora tengo la oportunidad de aportar mi granito de arena en lavozdelsur.es.

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