Son las cinco de la madrugada. El equipo de trabajadores de Plaza Canterbury, conocido pub irlandés de Jerez, se dispone a recogerlo todo tras una Zambomba. Escobas en mano, se dan cuenta de que, junto al futbolín, hay un objeto que no debería de estar allí. Sorprendentemente, alguien se había olvidado una silla de ruedas. Ocurrió el pasado sábado 7 de diciembre, en pleno puente de la Constitución.
Según cuentan a lavozdelsur.es, han pasado veinte días y nadie ha ido a buscarla. La insólita escena ha dado lugar a diferentes teorías para poder explicar lo que aparentemente resulta inexplicable. Si una persona va en silla de ruedas, ¿cómo se marchó?

Puede ser un milagro de la Navidad, la propietaria del objeto echó a andar de pronto. Algo imposible. O quizá se cogió la borrachera del siglo y sus amigos decidieron sacarlo de la silla y montarlo en un coche. Más probable.
A 27 de diciembre, la historia real se desconoce y sigue siendo un misterio cómo regresó esa persona a su casa aquel día. Estas cosas solo pasan en Jerez, como dirían algunos, o en Navidad, por eso de que son días mágicos. Lo cierto es que, a los pocos días, los trabajadores de Plaza Canterbury volvieron a alucinar.

Tras recoger el local, hallaron un bastón que, de nuevo, nadie ha ido a buscar. Estas fechas marcadas por la alegría y el desenfreno dejan anécdotas como esta, que no tiene desperdicio.
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